Progreso: Solicitan obras de infraestructura

Por un capricho de la semántica, el nombre de uno de los barrios más postergado de Junín es Progreso.
Este sector ubicado al oeste de la ciudad y delimitado por las calles Dr. Possio, Lugones, José Hernández y Camino del Resero cuenta con algunos servicios, aunque a simple vista se advierte el deterioro social y en cuanto a infraestructura. Sin embargo, es una zona que no para de crecer en su demografía. Una muestra de ello es la cantidad de chicos muy pequeños que se ven jugando en las calles del lugar.
Este incremento poblacional no hace más que desnudar las necesidades de los residentes y los déficits del lugar.
“Hay muchas necesidades, acá hacen faltan muchas cosas”, explica Vanesa Miranda, referente barrial que está trabajando, junto a un grupo de vecinos de la zona, para volver a poner en funcionamiento la sociedad de fomento que quedó acéfala meses atrás, cuando la comisión directiva anterior terminó su mandato.
Miranda sostiene que el barrio Progreso “creció muchísimo”, por lo que “se necesitan obras de infraestructura, no alcanza el agua, la luz y demás”.

Servicios
Hoy todo el barrio Progreso cuenta con agua corriente, mientras que un 60% tiene cloacas, quedando pendiente el área que rodea a las calles Camino del Resero y Del Valle Iberlucea.
En el barrio sostienen que a partir de la ampliación demográfica se generaron deficiencias en el servicio de agua corriente. Tanto es así que, ante la escasa presión, los lugareños juntan agua durante la noche para después poder utilizarla durante el resto del día.
En tanto, también se advierten inconvenientes por el estado de las calles. El cordón cuneta cubre ocho manzanas, pero eso no es suficiente para que se pueda circular con normalidad. Respecto del arreglo de las mismas, Miranda cuenta que “se removió un poco la tierra hace algunos días, pero es lo único que se hizo”.
En este contexto, se suelen formar pozos y cortadas.

Más temas
La red de gas natural aún no llegó a este lugar y el tema resulta de vital importancia para los residentes, muchos de los cuales sólo cuentan con “las cajas para poner las garrafas grandes, pero nada más”.
Asimismo, el alumbrado público es una de las prioridades para los vecinos por las deficiencias que muestra esta prestación.
“A la noche no hay luz suficiente –explica Miranda–, hay muy poca, se necesita más. En la sede de la sociedad de fomento haría falta un reflector, en el predio hay uno solo, y los chicos que utilizan la cancha de atrás querían agregar otro para que no esté tan oscuro. Y para el lado de la Ruta 188 hay más oscuridad aún”.
Este punto está emparentado con la situación de la inseguridad que, en palabras de los residentes, “está igual que en todos lados”.
Si bien admite que hay más presencia policial, Miranda analiza que “en los barrios pasa lo mismo que en el centro, también hay robos y arrebatos, pero no es gente de acá, son de otros barrios que vienen a robar”.

Cuadrante noroeste
El barrio Progreso está incluido dentro del cuadrante noroeste, el sector donde al Gobierno de Junín planea una fuerte inversión en infraestructura y acción social y cultural, tal como fue anunciado días atrás.
Sobre esta posibilidad, Miranda mostró su satisfacción por el hecho de que estén alineados los gobiernos nacional, provincial y municipal, para que lleguen las obras y los programas que bajen otros estamentos.
“Me fui satisfecha de la
reunión donde se presentaron las obras –concluye Miranda–, me dieron una carpeta con todos los programas que van a llegar, me presentaron a las asistentes sociales que van a estar en el barrio, vamos a acompañarlas en su trabajo y mostrarles todas las necesidades que hay. Esperamos que este sea el año del progreso para el barrio Progreso”.