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RECONOCIDO MÉDICO DE DILATADA TRAYECTORIA

Ricardo García Alfaro: “Yo le debo todo a Agustín Roca”

Fue homenajeado por el Concejo Deliberante por sus 35 años de servicio en la Unidad Sanitaria de la vecina localidad. También trabajó en el hospital y en consultorio privado. Afirma que un profesional de la salud debe ser “paciente con el paciente”.

La noche del martes 20 de septiembre, en el edificio de Escuela Primaria Nº 9 y la Escuela Secundaria Nº 3 de Agustín Roca, cuando los representantes del Concejo Deliberante de Junín le hicieron un merecido reconocimiento por sus 35 años de trayectoria, el doctor Ricardo García Alfaro pensó en su padre –también médico y una guía en su camino– y agradeció a la vida y a la comunidad roquense por la distinción.
Durante tres décadas y media estuvo al frente del centro sanitario de la localidad y fue, literalmente, el médico del pueblo. No obstante, es él el que siente gratitud hacia sus vecinos. “A lo que he llegado, es por la gente de Roca”, asegura.

Médico
García Alfaro nació en Rosario pero cuando tenía apenas seis meses, su padre recibió una propuesta laboral de Junín y entonces la familia se mudó a nuestra ciudad.
Una vez aquí, hizo la primaria en la Escuela N° 3 y la secundaria en el Colegio Nacional.
Ya desde chico supo que su camino iba a ser –como lo fue el de su padre– la medicina. “Yo salía con mi viejo, lo acompañaba, y ya me decían ‘el doctorcito’”, evoca.
A los 18 años se fue a Rosario a estudiar medicina, donde vivían sus abuelos y ya estaba su hermano siguiendo la misma carrera.
Poco tiempo después de recibido, regresó a Junín.

Trayectoria en Junín
Corría el año 1980 cuando García Alfaro comenzó a atender en el consultorio que tenía su padre en Junín. También hizo guardias en Lincoln, en el Sanatorio y en otros lugares privados.
Hasta que le hicieron la propuesta de hacerse cargo de la unidad sanitaria de Agustín Roca, algo que lo sedujo por la posibilidad de atender la población roquense y de hacer un trabajo de medicina social.
Se hizo cargo de la salita y siguió con su consultorio. Además, durante 19 años hizo concurrencia en la sala de Gastroenterología del hospital. Cuando la dejó, aumentó las horas de atención en la sala.

En la Unidad Sanitaria
Por el trabajo que hizo en la Unidad sanitaria, García Alfaro afirma que durante mucho tiempo se identificó como médico rural.
“Yo era el único médico del pueblo –explica– y era como estar de guardia pasiva las 24 horas. Era médico durante todo el día: he hecho partos, emergencias, suturas, hasta traslados con mi auto a pacientes que estaban en estado grave, porque no teníamos medios para avisar a nadie”. Es que, en aquellos años, las comunicaciones telefónicas se cortaban entre las 10 de la noche y las 7 de la mañana.
El desarrollo profesional en el pueblo le resultó muy gratificante. “A mí siempre me gustó muchísimo porque ya desde la facultad yo venía haciendo mucho trabajo social en barrios postergados, y cuando vine a Roca, me encontré con un campo muy lindo para trabajar”.
Con el tiempo, el centro de atención primaria de la vecina localidad fue creciendo e incorporando distintas especialidades. García Alfaro señala que “ahora, además del médico, hay odontólogo, ginecóloga, obstetra, pediatra, psicóloga y trabajadora social, es decir que hay otra estructura y está abierta ocho horas por día”.

Homenaje

Ricardo no sabe quién fue el que propuso que la Unidad Sanitaria de Roca llevara su apellido, algo que no se hizo porque no se puede poner a una institución el nombre de alguien en vida.
Pero de esa circunstancia, surgió la iniciativa de hacerle un homenaje.
Así fue como un día llamaron por teléfono a su casa y le dijeron a su esposa que el 20 de septiembre iba sesionar el Concejo Deliberante en Roca y se le iba a hacer un reconocimiento.
“En estos 35 años he tratado de hacer lo mejor posible –señala García Alfaro– y de ser paciente con el paciente, porque el médico tiene que tenerle paciencia a la persona que lo viene a ver. Yo siempre dije que, si alguna vez atendía mal a alguien, enojado o con mal talante, colgaba el maletín. Uno tiene que tratar de que el paciente se vaya aliviado, no con una mochila más”.

Balance
Después de atender en el consultorio de su padre, pasó por diferentes sitios en los que compartió con otros colegas. Actualmente trabaja en Nexo. “Me gusta ese lugar porque hay muchos muchachos jóvenes, que están bien preparados, que son muy estudiosos, y yo me alimento de esa energía”, afirma.
En casi cuatro décadas años de trayectoria, pasaron por su consultorio generaciones de juninenses: “Atendí a pacientes que fueron de mi padre, y después a hijos y nietos de ellos”.
Y en ese recorrido, asevera que lo obtenido tiene su raigambre en el legado de su padre y en lo que le dieron sus vecinos de Roca: “Mucho de lo que a mí me pasa, es por mi viejo, que tuvo una conducta y nunca abusó de la medicina. Y a mí la medicina me dio todo este reconocimiento y el afecto que estoy recibiendo, sobre todo de Roca. Yo le debo todo a Agustín Roca, a lo que he llegado es por la gente de allí”.

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