EL ACTOR SE PRESENTA HOY EN LA RANCHERÍA CON LA OBRA MATRIMONIO ARGENTINO

Sebastián Pajoni: “Actuar en Junín me genera mucha ilusión”

Compartió cartel con grandes actores, como Alfredo Alcón. También participó en tiras televisivas de resonancia. Hizo cine, y se desempeñó como autor, director, productor y docente.

Sebastián Pajoni iba a tercer año del secundario cuando sucedió un hecho que resultó clave en su formación: vio pegado en una pared del Colegio Nacional un cartel que informaba la apertura de la Escuela de Teatro en Junín. Y enseguida pensó que tenía que ir.
Ya había mostrado indicios de su inclinación artística, pero ahí supo por dónde la iba a canalizar.
Según dice, enseguida sintió “que estaba en el lugar correcto”. A los cuatro meses ya protagonizaba Hamlet.
Desde entonces, nunca paró: llegó a trabajar con enormes figuras del teatro, como Alfredo Alcón, tuvo papeles clave en tiras televisivas de resonancia, actuó en cine, escribió, dirigió, produjo y, actualmente, es docente. En una historia que arrancó aquel día en que vio un cartel en una pared.

Con Cibrián
Todo estaba dado para que Pajoni fuera economista. “Mientras fue un juego, siempre fui estimulado en las artes por mi familia –explica–, cuando dije que mi carrera iba a ser la actuación hubo un momento de crisis. Pero esto lo defendí siempre y sentí que no podía ser otra cosa”.
Se fue a Buenos Aires e ingresó al Conservatorio Nacional, algo nada sencillo ya que había unos 5.000 aspirantes para 150 vacantes.
A los pocos meses audicionó para “El Jorobado de París”, de Pepe Cibrián, y fue seleccionado: “Nunca me voy a olvidar cuando llamé a mi mamá para decirle que había quedado elegido. Estaba en el mejor elenco del momento, con una producción magnífica. Después pasé a ‘Drácula’, hice ‘Aquí no podemos hacerlo’ como asistente de dirección en el Cervantes, y también hice la asistencia de dirección en el programa ‘El Ángel de Pepe’, en Canal 7. Fueron dos años y medio de mucho trabajo”.

Otros trabajos
Pajoni dejó el Conservatorio y estudió seis años con la prestigiosa maestra de teatro Joy Morris, en un grupo en el que había actores muy reconocidos, como Claribel Medina, Laura Oliva, Gerardo Chendo, Leonardo Sbaraglia, Fernán Mirás, Cecilia Dopazo, Coco Sily, Miguel Ángel Rodríguez, Duilio Orso, y otros.
Además, escribió “Bibliotecando”, un infantil que se mantuvo durante ocho años en distintos escenarios: “Hicimos todos los colegios de Capital, estuvimos contratados por el Gobierno de la Ciudad, pasamos por el teatro Regio, el Paseo La Plaza, giras, clubes, colonias, funciones en todos lados”.
Simultáneamente hizo algunas publicidades, hasta que protagonizó el comercial de Tablito Milka, “que tuvo mucha repercusión”, lo que le abrió el camino a otros trabajos.
Entre ellos, su papel de travesti en la película “Apariencias” le abrió más puertas: “Hice una escena con Adrián Suar. Cuando terminó todo, me cambié y fui a comer algo del catering, ahí lo vi a Suar y se sorprendió porque pensaba que era una travesti, no un actor. Me dijo que había hecho un muy buen trabajo y esa semana me llamó, me citó en Pol-Ka y me dio un personaje en la tira ‘Primicias’, donde estuve once capítulos”.
Participó de otros programas de Pol-Ka, hasta que se fue a vivir a Italia. Allá hizo ‘Bibliotecando’ traducida al italiano.
“Al regreso –relata– me abrieron las puertas como autor infantil, y tuve el programa ‘Jardín Azul’, en Canal 9, del que soy autor y pude vender 20 mil discos. Después hice mi productora Kaktoo, con la que produje para Italia, España, en tres idiomas, fue muy interesante”.

Impacto de “Resistiré”
A su regreso de Italia hizo un papel de mafioso italiano en “Son amores”, que era el éxito del momento, y su personaje se mantuvo por cuatro meses.
Al terminar esa tira, le propusieron trabajo en la novela Resistiré: “Pasaba de ser un mafioso italiano al hermano gay de Celeste Cid. Era un giro que un actor no se lo puede perder. Lupe fue un personaje fundamental de la tira y ahí sí explotó, fue una avalancha de gente que se me venía encima, fue una experiencia muy intensa”.
Pero el impacto no fue solo por el reconocimiento popular. “Ahí definitivamente me legitimé como actor, no quedaron dudas para los demás ni para mí”, afirma.
Luego de nueve años de continuidad en televisión, llegó otro hito: un protagónico con Alfredo Alcón. “Tuve muchos pasos teatrales –comenta–, pero protagonizar con Alcón, una obra como ‘Muerte de un viajante’, junto a Diego Peretti y María Onetto, dirigido por Rubén Szuchmacher, haciendo una gira nacional, es la experiencia teatral de la vida”.
Luego de eso, sintió que había llegado el momento de dar clases, una iniciativa que superó ampliamente sus expectativas iniciales: “Había alquilado una sala como para juntar ocho alumnos y terminé teniendo dos grupos de 22 personas. Ahí es donde me ayudó todo lo que hice y es el premio a mi independencia”.

Balance
La presentación de la obra “Matrimonio argentino” lo trajo nuevamente a nuestra ciudad. “Siempre trato de volver –dice– actuar en Junín me genera mucha ilusión, es algo muy importante”.
Y al momento de hacer un balance, señala: “La actuación le da sentido a mi vida, para esto estoy acá, es mi vocación. Soy un contador de cuentos, y desde chico no puedo dejar de hacerlo”.

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