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INFRAESTRUCTURA ESCOLAR EN CRISIS

Preocupan las graves falencias en el edificio de la ex Escuela Industrial

Tanto un informe realizado por inspectores de la FEB como el testimonio del propio director del establecimiento dan cuenta de la crítica situación por la que atraviesan las distintas dependencias de la institución. “Hay bienes en riesgo”, advirtió Rubén Cacheiro.

“Hay bienes en riesgo”, advirtió con preocupación el director de la Escuela de Eduación Técnica Nº1, Rubén Darío Cacheiro, en un enunciado que suena a conclusión y que está vinculado a los serios problemas de infraestructura que muestra el establecimiento educativo de calle Lebensohn 125.
El docente ratificó con palabras un completo informe realizado por inspectores locales de la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB), en el que se detallan las falencias que presenta el imponente edificio que, a diario, recibe a más de mil alumnos y a unos doscientos treinta trabajadores, entre maestros, profesores, directivos y auxiliares.
En declaraciones a Democracia, Cacheiro dijo que para solucionar las dificultades más grandes es necesario realizar una erogación cercana al medio millón de pesos, una inversión que resulta imposible si no es financiada por fuentes externas a la entidad.

Estado crítico

El estudio llevado a cabo por la FEB señala que el edificio del ex Colegio Industrial, construido entre el año 1937 y 1938 en su mayoría, ocupa alrededor de cinco mil metros cuadrados entre dependencias administrativas, aulas, aulas taller, depósitos, baños, cocina y residencia estudiantil.
“El inmueble se halla en distinto estado de conservación y mantenimiento, llevado a cabo por diferentes vías: por la cooperadora escolar, mediante los fondos recibidos por el Ministerio de Educación de la Nación, y por Infraestructura de la Provincia y Consejo Escolar. Pero a pesar de todo, hay áreas críticas ya que debido a la falta de mantenimiento u obras mal hechas las filtraciones de agua persisten”, reseña el documento al que tuvo acceso este diario.
Según ese trabajo, las áreas más afectadas son:
-Aulas taller: en este sector existe un problema grave de filtración de agua, ya que no se trata de manchas de humedad sino de una gran cantidad de agua que cae del techo sobre las luminarias y máquinas (amoladoras de banco, tornos, cortadoras, pulidoras, etc.) que se encuentran en los talleres de carpintería y electricidad, tal cual se puede apreciar en las fotos y videos que acompañan esta nota, con la peligrosidad que esto representa para el personal docente y alumnos de la institución.
La otra problemática radica en la dependencia donde se encuentra el tanque principal de provisión de agua, ya que en ese lugar el techo se encuentra deteriorado, constatándose la falta del mismo en algunos lugares, por lo tanto cada vez que llueve el agua pasa al interior y de ahí filtra a la biblioteca y al archivo de la institución. Además, parte de la base de este tanque es de madera, y como el problema viene desde hace tiempo la misma se encuentra en pésimo estado, con lo cual aumenta el peligro de derrumbe.
Por último, la FEB “resaltó el pésimo estado de los baños de la institución, con pérdidas constantes de agua en los depósitos de los inodoros y mingitorios, y cañerías en mal estado”.
Julián Caliva, congresal del gremio, indicó que “solicitamos a las autoridades que corresponda la pronta solución a esta problemática, mediante la urgente realización de obras que solucionen de fondo las filtraciones de agua”.

La palabra de Cacheiro

Consultado por Democracia, Cacheiro dijo: “Nosotros hemos hecho una compra con fondos que llegaron de Nación para cubrir más de quinientos metros cuadrados con Lami-Plas, obra que contempla el sector de laboratorios y planta alta”.
“Estamos complicados en la parte de tejas, porque datan del año 1937, y en los talleres, pese a que es una obra nueva. Lamentablemente tenemos filtraciones en los desagües, en los vidrios y en las canaletas, que hacen que cuando llueve caiga tanta agua adentro como afuera. Entonces estamos en un riesgo porque tenemos equipamiento muy importante que se daña, instalaciones con 380 voltios que son subterráneas, y aunque tenemos protección y todo, no deja de ser una verdadera lástima. Lo que ocurre es que para reparar los talleres necesitaríamos medio millón de pesos”, completó.

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