Mauricio Macri se mostró confiado y preocupado al mismo tiempo. Envalentonado por el liderazgo en las encuestas en el sur bonaerense y en otros distritos importantes de la provincia como La Plata y Mar del Plata, vaticinó: "No hay que descartar un zarpazo" en los comicios del 9 de agosto y un triunfo en primera vuelta para octubre. Por otro lado, reiteró su inquietud por la transparencia de los comicios y llamó a cuidarse del "deporte de robar boleta".
Macri apostó a sacarle beneficios a la polarización. "Es muy fuerte y las PASO van a funcionar mucho como una primera vuelta, para dilucidar entre el cambio que propiciamos nosotros y el "ni un paso atrás" que expresa la fórmula Scioli-Zannini" confió. Pese a las cifras que lo ubican detrás de ese binomio, el jefe de Gobierno sostuvo que la mayoría en el país pide un cambio. "Somos muchos más que los que nos han dejado ser las equivocaciones de nuestros dirigentes" opinó y atribuyó a esa demanda por una modificación en el rumbo, las posibles maniobras para torcer la voluntad popular en las urnas.
El líder del PRO admitió estar preocupado por el control de los comicios. "Acá robar boleta es un deporte y habrá que multiplicar los fiscales para que eso no ocurra. Hay que estar preparados para fiscalizar, hay que estar ahí" arengó a sus seguidores.
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