BÁSQUETBOL

Darío Sabelli: A 50 años del primer provincial de juveniles de la historia

Integrante del seleccionado juninense de 1965, donde nuestra ciudad fue pionera en la organización del evento. Además fue un ícono de San Martín en las décadas de 1960/70.

Tenía 12 años cuando comencé a jugar al básquetbol. En esa época había cadetes menores que era hasta quince años y mayores que era hasta dieciohco, o sea que empezar a los doce años estaba dando una ventaja bárbara. No existía el minibásquetbol.

Yo vivía a dos cuadras del club San Martín y ahí arranque. La cancha era abierta. El piso de mosaico, que al estar en contacto con el ambiente se ponía como asfalto, te caías y te raspabas por todos lados. Todas las canchas de la ciudad eran parecidas.

La de San Martín tenía una tribuna de diez o doce escalones de un lado y del otro opuesto, tres solamente.

La cancha se llenaba. Supongo que porque la época fue distinta. Se jugaba en verano, no había televisión. Recién en 1970 se hizo el primer campeonato de invierno en el club Los Indios que era el único techado. Lo ganamos nosotros y lo jugaron los cuatro mejores del campeonato a  dos ruedas todos contra todos.

Nosotros nos juntábamos todas las tardes en la esquina del club cuando salíamos de la escuela. Cuando teníamos lugar en la cancha la ocupábamos y si no, paciencia.  Ibamos a practicar, más que nada a correr un rato y después hacíamos un picado. En ese entonces la pelota era de cuero, nada que ver con las americanas actuales. Por ahí nos tocaba una pelota ovalada, se desformaba siempre. La pelota buena era para los partidos.
Pero nosotros teníamos dos pelotas para quince jugadores y hoy prácticamente hay una para cada uno. Hacíamos una ronda y tirábamos al aro de media distancia. Había un asistente abajo del aro que nos alcanzaba la pelota y después de un rato ser armaba el partido. Eramos bastante vagos para entrenar. En el picado aprendíamos un montón de cosas. Y las aprendíamos solos, no había entrenador que te enseñara.

Fue una adolescencia vivida dentro del club muy linda. Conmigo jugaban Sergio Spichialio, Manolo Viaño, ya estaban dejando de jugar Adolfo De Rorre, el Piti Pérez, Manolo Viaño –el verdadero que falleció hace poco-, después un poco más chico estaban mi hermano, Mario Rico, Pepe Moreno.

El clásico nuestro era Argentino. Después fue 9 de Julio, cuando surgieron los hermanos Pagella. Yo hablo de la década del ´60 donde el clásico era Argentino-San Martín. Lo que pasó fue que Argentino mantuvo un buen equipo durante mucho tiempo y era el rival a vencer. Cuando nosotros fuimos decantando surgió el clásico del Turco con 9 de Julio.
Nunca fue clásico San Martín-9 de Julio porque los Pagella eran más chicos que nosotros.
 
Juveniles 1965
“El primer campeonato de juveniles en la historia de la provincia de Buenos Aires se hizo en Junín. En principio estaba programado para fines de noviembre, principios de diciembre de 1964 pero en Junín hubo una huelga muy grande de Ferroviarios.

Estuvieron un mes parados con escándalos de por medio, algunos graves. Entonces en medio del lío y los Ferroviarios que no cobraban, el campeonato iba al fracaso rotundo.

Por eso lo pasaron para febrero de 1965. Había un jugador, Toto Biondo que falleció hace poco, que en 1964 jugaba y en 1965 se pasó de edad y no pudo estar con la selección. Lo reemplazó Sergio Spichiali. En junio de 1964 habíamos arrancado a entrenar en San Martín.

En principio se iba a jugar en Ciclista porque era la cancha más grande. Pero Ciclista pidió plata para pagar la luz y la Asociación optó por hacerlo en San Martín.

Fue el capitán del equipo y junto con Tito Biurrun éramos los dos que habíamos jugado antes un provincial de la categoría mayores.

Vinieron a este torneo Pergamino, La Plata, Olavarría y Quilmes;  no vino Bahía Blanca. Eran cinco equipos y en cada noche quedaba uno libre.

Llegamos a la final con Pergamino. Los dos ganamos cómodos todos los juegos. Se dio un partido muy parejo. El árbitro era de La Plata. Faltando dos minutos estábamos dos abajo y yo tenía cuatro foules. En un avance tapo una pelota arriba (a Petro) en un lanzamiento de media distancia completamente clara. Este juez me cobró la quinta falta personal. Recuerdo que hasta me arrodillé delante de él pidiéndole que reviera la sanción porque era un disparate. Hubo lío, alguien tiró una tabla a la cancha. Terminamos perdiendo por ocho o nueve puntos, terminamos todos llorando.

Pero la anécdota  viene acá. Mi hermano se fue a La Plata a estudiar. Como a los cinco años estaba de novio y se viene a casar a Junín. Me llama por teléfono y me dice que viene a mi casa con dos muchachos a dormir, uno compañero del equipo donde jugaba allá. Ningún problema. Cuando llego al otro día a mi casa me encuentro con quien había sido el árbitro de la final que me sacó por cinco personales. Era De Lucía, técnico del equipo donde jugaba mi hermano. Todo bien, terminamos amigos. Ni se acordaba del partido, lógicamente él no lo hizo a  propósito”.

Coco, el entrenador
“Contábamos con un entrenador como Coco Nigro que era un adelantado para esos tiempos. Era muy joven en ese entonces y todavía hoy sigue enseñando básquetbol. Nos quedó una entrañable amistad que perduró en el tiempo hasta el día de hoy.

Plantel
Integraron el plantel de 1965: Rubén Rodríguez, Andrés Panetta, Daniel Ghirardi, Darío Sabelli, Sergio Spicchiali, Roberto Biurrun, Héctor Cirulli, José Tito Leme, Eduardo Bozzini, Darío Racero, Roberto Mancini y Roberto Lisa.

COMENTARIOS