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ELECCIONES 2015 EN CAPITAL FEDERAL

Cierre de campaña porteña; Mauricio Macri y Cristina Kirchner alentaron una polarización

La Presidenta y el Jefe de gobierno se metieron de lleno por la contienda del domingo .

La Presidenta agarró un control remoto y comenzó a manipularlo. Un chico de unos 10 años le indicó cómo debía utilizarlo y ella comentó: “Le vamos a regalar a alguno un sensor como este, para que haga las cosas bien”. Cristina Kirchner miró al “Cuervo” Larroque y largó una sonrisa irónica. La escena tuvo lugar en un humilde centro educativo de la porteña villa 20 de Lugano.
Hasta allí llegó el jueves la mandataria en tren de campaña electoral, pocas horas antes del cierre del plazo legal para hacer proselitismo antes de los comicios previstos para el domingo en la ciudad de Buenos Aires. A su lado tuvo al candidato del FpV Mariano Recalde, a quien buscó apuntalar en procura de que desbanque a Martín Lousteau y fuerce un ballotage con el Pro.

Por un lugar en el ballotage

Para ello, el kirchnerismo no vaciló en disparar contra el ex ministro de Economía. Y lo hizo con munición gruesa. A tal punto, que la Presidenta desempolvó un viejo estigma y lo acusó por la resolución 125 que le costó “sangre, sudor y lágrimas” en el conflicto con el campo en 2008, pese a que ella misma fue quien redobló la apuesta hasta el voto “no positivo” de Cobos.
Después, medios afines al Gobierno nacional denunciaron que dirigentes de la agrupación universitaria Franja Morada desviaron fondos de la UBA para financiar parte de la campaña de Lousteau, puesto que el radicalismo forma parte de la alianza ECO en capital. Y finalmente, Elisa Carrió prendió la mecha al afirmar que también el PRO quería “voltear” a Lousteau.
La jefa de la Coalición Cívica apuntó específicamente contra Horacio Rodríguez Larreta, a quien atribuyó la intención de que la agrupación ultrakirchnerista La Cámpora salga segunda en las elecciones del próximo domingo, en lugar de Lousteau. “En Cambiemos, el juego tiene que ser limpio”, advirtió “Lilita”, que comparte la triple alianza con Mauricio Macri y Ernesto Sanz.
Lousteau, que había sacado una luz de ventaja en el único debate entre los candidatos a jefe de Gobierno porteño que se realizó durante la campaña, tampoco fue convincente a la hora de replicar las denuncias y se limitó a cuestionar a periodistas afines al kirchnerismo en lugar de desbaratar la supuesta operación. Y entonces la Casa Rosada apretó el acelerador a fondo.
Por eso la propia Presidenta apareció en la villa 20 de Lugano, una zona de la ciudad en donde a priori el FpV concentra el grueso de sus votantes, pese a que en las elecciones primarias cayó derrotado por el Pro en todo el distrito También se involucró en el último tramo de la campaña porteña el gobernador y precandidato presidencial Daniel Scioli.
De hecho, operadores de la campaña oficialista deslizaron que si Recalde logra llegar al ballotage contra el Pro en su propia base política, sería un claro indicador de que el FpV estará “en condiciones de ganar la elección presidencial en primera vuelta”. La performance de Omar Perotti en Santa Fe y la reciente victoria en Tierra del Fuego alientan más al kirchnerismo.

Apuesta doble

Por el lado del Pro, el propio Macri estuvo el jueves junto a su compañera de fórmula, Gabriela Michetti, en el cierre de la campaña de Rodríguez Larreta, que se realizó en el Parque Centenario. “Esta es una etapa, si tenemos que seguir en las próximas semanas, así se hará”, dijo el jefe de Gabinete porteño, revelando alguna aspiración a evitar la segunda vuelta.
El jefe del Pro se juega el próximo domingo una parada importante para su proyecto presidencial, no solamente en la capital federal sino también en Córdoba, donde los candidatos de Cambiemos enfrentarán a los de la alianza UNA, cuyos referentes a nivel nacional son De la Sota y Massa. En ese distrito, el kirchnerismo aparece en tercer lugar.
“Estamos discutiendo entre la continuidad de la Presidenta o la propuesta de Cambiemos, que implica otra forma de convivencia, sin liderazgos excluyentes”, repitió Macri, ubicando a Cristina Kirchner como si fuera la candidata del oficialismo en lugar de Scioli. A su lado, Rodríguez Larreta se negó a contestar las acusaciones de Carrió porque “nadie las cree”.
A pocas cuadras de allí, sobre la avenida Rivadavia, Lousteau cerró su campaña con una caminata entre la Plaza Flores y Caballito, una de las zonas más transitadas de capital. Por su parte, los candidatos Luis Zamora (AyL) y Miriam Bregman (FIT) apelaron al votante clásico de la izquierda, opacados por el esfuerzo de la Presidenta y Macri por alentar una polarización.

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