Los restos del futbolista de Lanús que perdió la vida en un accidente de tránsito, fueron despedidos ayer por cientos de familiares, amigos y jugadores que se acercaron antes que sea el entierro en el cementerio privado de Monte Vera en la provincia de Santa Fe.
De la ceremonia, que incluyó una recorrida que pasó por el club Unión, participaron los planteles del “Tatengue” y del “Granate”, que lo tenía contratado desde principios de año.
Familiares, amigos y ex compañeros participaron durante toda la noche del velatorio, que se desarrolló en una casa de sepelios de la capital provincial, mientras que los hinchas “Tatengues” esperaron el paso del cortejo por la sede del club para darle el último adiós.
“Bari nunca te olvidaremos”, rezaba la bandera que jugadores de las inferiores del club desplegaron frente a la sede.
El cortejo fúnebre partió a las 9 desde la casa velatoria hacia el cementerio donde descansarán sus restos, y fue acompañado por el aplauso y en muchos casos el llanto de la gran cantidad de personas que se acercaron para el último adiós.
Lanús contrató tres vuelos privados para que los ex compañeros, cuerpo técnico y dirigentes acompañen a la familia y despidan a Barisone, quien se había sumado al “Granate” en febrero pasado.
Barisone, de 26 años, regresaba desde Santa Fe hacia Lanús para comenzar con la semana de entrenamientos luego de haber tenido el lunes libre tras el partido del domingo ante Defensa y Justicia.
El accidente ocurrió pasadas las 5 en el kilómetro 111 de esa autovía, donde Barisone se trasladaba a bordo de un coche Volkswagen Scirocco y por causas que se trataban de establecer, el rodado embistió por la parte trasera a un camión que circulaba en su mismo carril, en sentido norte-sur.
SANTA FE
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