ENFOQUES

Brasil (por lo tanto, Sudamérica) ante su mayor desafío

Que los analistas financieros internacionales hablen del riesgo de "la mayor recesión en 25 años" para Brasil no hace sino ratificar que Sudamérica, luego de una década que según todos los indicadores fue mejor que la de los 80 y los 90, se enfrenta a uno de los mayores desafíos en una generación.
El escenario económico para Brasil, de acuerdo con el planteo de la agencia internacional Bloomberg, incluye en el terreno económico: el menor valor en 12 años para el Real, el pedido del Gobierno al Congreso para que le permita definir una meta menor de superávit, una caída en la bolsa y la posibilidad de que el vecino país pierda la calificación de "grado de inversión".
Del lado político, el gobierno de Dilma Rousseff enfrenta un segundo mandato con pisos históricos de aprobación para una gestión del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), un frente interno dividido y una bola de nieve conformada por investigaciones judiciales que toca tanto al establishment político como al empresario.
Con este panorama, que incluye caídas pronunciadas en productos primarios en los que Brasil es fuerte como el mineral de hierro y el petróleo, la posibilidad de que el gigante sudamericano se convierta en una locomotora para toda la región se aleja.
En ese contexto, no a todos los jugadores les va mal: las grandes compañías exportadoras, por ejemplo la cárnica JBS y la minera Vale ven un despegue de sus acciones, debido a las ventajas que les trae la devaluación del Real.
El diario The Wall Street Journal reflejó por su parte el panorama regional en una nota en la que destacó que no sólo el Real sufre caídas.
En la mira de los inversores está la posibilidad de más altas tasas de interés en los Estados Unidos y, por supuesto, la reducción en las cotizaciones de los productos primarios.
Los pesos mexicano y colombiano, el Sol peruano, el peso chileno sienten el impacto de la situación.
La situación afecta más a aquellos países que, con más apertura a los flujos de inversión extranjera -productiva pero también financiera- sienten el impacto cuando esos fondos se retiran.
Hay que tener en cuenta también de dónde viene América Latina cuando se habla de estas cifras de catástrofe.
En el 2000, los países al Sur del Río Bravo exportaban cuatro veces menos que en la actualidad y venían de la década perdida del 80 y de una década del 90 en la que se había recuperado el crecimiento pero a un alto costo social.
Cómo conservará tanto Sudamérica como toda América Latina los beneficios sociales logrados en los últimos años y a la vez con economías sanas será el desafío central de estos gobiernos en los próximos años.

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