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LOS CRÍMENES FUERON COMETIDOS EN 2012 Y 2014

Piden prisión perpetua para el acusado de matar a Sandra Colo y Paola Tomé

La solicitud fue planteada por la fiscal Vanina Lisazo durante la lectura de alegatos del juicio contra Rubén Recalde. El defensor del imputado pidió que en caso de que a su cliente no se lo considere inimputable, la condena no sea mayor a 25 años. La sentencia, el 10 de julio.

La suerte para Rubén Rodolfo Recalde ya está echada. Salvo que los jueces sorprendan con una declaración de inimputabilidad que parece poco probable, el acusado de matar a Sandra Viviana Colo y Paola Silvana Tomé pasará buena parte de lo que le queda de vida entre rejas.
Ayer, en la tercera audiencia del juicio oral y público contra el imputado por los crímenes cometidos el 16 de agosto de 2012 (en el pelotero “Abracadabra”, ubicado en Alem 388) y el 16 de enero de 2014 (en el negocio de ropa infantil “Rowena”, situado en General Paz 45), se procedió a la lectura de los alegatos y Recalde quedó en una posición más que delicada con miras a la sentencia del Tribunal Oral en lo Criminal Nº1, dictamen que se conocerá el viernes 10 de julio, a las 12.
Por un lado, la fiscal Vanina Lisazo –que trabajó en el caso Tomé y luego se incorporó al caso Colo por la similitud entre ambos hechos y por haber encontrado en Recalde al presunto verdugo de ambas mujeres- pidió que el acusado, de 54 años, sea condenado a la máxima pena prevista en el Código Penal por el homicidio criminis causae en concurso real con abuso sexual de Sandra Colo y el homicidio criminis causae y femicidio de Paola Tomé.
Lisazo sostuvo que “se acreditó la materialidad y la autoría” del mecánico en ambos episodios. En ese sentido también expresó que a la hora de realizar una evaluación general de todos los elementos incluidos en la causa, “no se puede dejar afuera la historia de esta clase de delincuentes” y agregó que “Recalde tiene una infinidad de antecedentes por los cuales ya había recibido una pena de siete años”.
“En la gran mayoría de los delitos que cometió, existe un ingrediente común inequívoco: lo sexual. Por ejemplo, y para hacer referencia a un caso que no fue tenido en cuenta para este proceso de juzgamiento pero que bien sirve para terminar de darnos cuenta ante qué clase de sujeto estamos, en 2003, Recalde entró a la biblioteca ‘Olegario V. Andrade’ y tras reducir a la empleada, sujetarla y taparle la boca con un trapo, le robó veinticinco pesos, la manoseó y se fue”, afirmó la funcionaria del Ministerio Público.
Además, recordó que en sus respectivas declaraciones, los peritos mentales Gustavo Villafañe, Mirta Bruno y Virginia Palmentieri coincidieron en que el sospechoso es “imputable, inteligente, frío, calculador y actúa sobre seguro”.
“Para Recalde, las personas somos objetos. Nos ve como una mesa, que si molesta debe ser corrida, y su manera de correr al que molesta puede significar matarlo”, añadió Lisazo.
En tanto, el abogado que representa a la familia Colo, Darío De Ciervo, reclamó la misma pena por el mismo delito que la fiscal, aunque pidió al tribunal que considere el agravante de homicidio por “placer”.
Luego, el letrado de la familia Tomé, Carlos Torrens, coincidió en su alegato con el de la fiscal y también requirió una condena por femicidio.

Los argumentos del defensor
Finalmente, el defensor oficial de Recalde, Silvio Acerbo, basó su alegato en estudios psicológicos y psiquiátricos realizados a su asistido y planteó su inimputabilidad, aunque, subsidiariamente, pidió al tribunal que de declararlo culpable le aplique una condena por homicidio en ocasión de robo, que prevé una pena de entre 10 y 25 años de prisión.
Acerbo reconoció que serían infructuosas todas las posibilidades de rebatir la autoría que implican a su defendido. No obstante, disintió en la calificación de los hechos y señaló que de los testimonios recabados en las primeras dos jornadas del juicio “surgen solo contradicciones, conjeturas y probabilidades”.
A su vez, rechazó el planteo de homicidio “por placer” efectuado por De Ciervo, al sostener que “se mata por placer cuando se planifica y se disfruta del proceso de muerte, algo que no sucedió con Recalde porque se retiró sin saber si había matado o no”.

Recalde: “Gracias por todo”
En el final de la audiencia, la jueza Karina Piegari (que definirá el futuro del acusado junto los magistrados Esteban Melilli y Miguel Ángel Vilaseca) le pregunto a Recalde si tenía algo para decir, a lo que el individuo respondió: No voy a efectuar ninguna declaración, gracias por todo”.

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