A las semifinales llegaron los equipos que más se animaron

Los semifinalistas de la Copa América 2015 demostraron que para llegar a las instancias decisivas era cuestión de animarse, de confiar en sus mejores cualidades, y cuando se despojaron de especulaciones mostraron sus mejores versiones como conjuntos.
Los ejemplos de Argentina, Chile, Paraguay y Perú valieron como muestra de ese razonamiento a lo largo de sus partidos en la fase de grupos y los cuartos de final con propuestas que aplacaron titubeos.
Argentina y Chile son los seleccionados de responsabilidades mayores en el torneo. Uno por tener al plantel más destacado y el otro por contar con el traje de organizador. Además, los une la sequía de títulos. El conjunto 'albiceleste' lleva 22 años sin ganar la Copa América y la 'Roja' nunca lo hizo.
Ya sea por convicción o circunstancia, argentinos y chilenos arriesgaron más que el resto y por momentos desplegaron buen fútbol.
Para Paraguay y Perú la situación es bien distinta respecto de los trasandinos, pero similar entre ellos a la vez. Ambos llegaron en pleno proceso de reorganización institucional y futbolística y pocos se atrevieron a imaginarlos entre los cuatro mejores del certamen. Cuando llegó el momento, la osadía de paraguayos y peruanos significó el lazo para salir del pantano de los resultados magros.
Argentina y Chile marcaron el camino en cada una de sus presentaciones. De hecho, el equipo de Jorge Sampaoli es el que más goles anotó (11) en un plantel sin un nueve clásico y con el volante Arturo Vidal como artillero (3).
Otro denominador común entre los semifinalistas de la Copa América se deposita en sus entrenadores. Más allá de la coincidencia en el lugar de origen, los argentinos Jorge Sampaoli, Gerardo Martino, Ramón Díaz y Ricardo Gareca generalmente pregonan un fútbol ofensivo.
Dos están asociados a las ideas del actual entrenador de Olympique de Marsella, de Francia, el rosarino Marcelo Bielsa. Tanto Martino como Sampaoli, surgidos de Newell's Old Boys, tienen como referencia a la propuesta de juego del 'Loco'.
Los otros dos, Ramón y el 'Tigre', fueron goleadores notables en sus años como futbolistas y cuando se calzaron el buzo de entrenadores respondieron a ese mandato con sus equipos en distintas etapas.