Entre las muchas particularidades que está ofreciendo la etapa de las definiciones del torneo que se disputa en Chile hay una que vale destacar por involucrar directamente al próximo rival de la Argentina. Tiene que ver con Paraguay que parece haber encontrado la fórmula para avanzar sin ganar partidos. ¿Cómo es eso?: en los últimos diez encuentros disputados en la Copa América sólo triunfó una vez pero obtuvo ocho empates que le permitieron escalar posiciones. El encuentro restante lo perdió y fue en la final ante Uruguay cuando en 2011 el certamen se llevó a cabo en nuestro país.
Primero con el Tata Martino y ahora con Ramón Díaz como conductores la escuadra rojiblanca ha hecho un culto de los empates, fórmula que le permitió alcanzar importantes objetivos. Basta con enumerar sus últimos logros como finalista hace cuatro años y semifinalista ahora para poner en valor la importancia de esos empates.
Ahora con el riojano luciendo el buzo de entrenador “Deportivo Empate” sigue haciendo de las suyas y hace pocas horas el que sufrió las consecuencias fue ni más ni menos que Brasil.
En la edición anterior de la Copa América, con Gerardo Martino al frente, la escuadra guaraní ya promovió el asombro al acceder a la final sin sumar una sola victoria.
Haciendo un repaso, en los últimos diez partidos disputados en la Copa, Paraguay sólo triunfó una vez y fue a merced del débil conjunto jamaiquino. Tan escuálida marca en materia de victorias no le ha impedido disputar una Final y una semifinal con la posibilidad abierta de acceder otra vez a la definición del torneo si logra superar a la Argentina.
Durante la Copa celebrada en 2011 los paraguayos formaron parte del grupo en el que además estaban Brasil, Ecuador y Venezuela: con los tres empató. En Cuartos de Final, para variar, la albirroja igualó sin goles con Brasil pero pasó a la siguiente ronda porque tuvo mejor puntería en los remates desde los 12 pasos. En la Semifinal siguió igualando –frente a Venezuela- y repitió la eficacia en los penales. Así la escuadra guaraní llegó a la finalísima contra Uruguay que goleó y dio la vuelta olímpica. Esa vez Paraguay marcó en todo el certamen cinco goles, recibió ocho y los tantos fueron conquistados por cinco futbolistas distintos.
Ramón, un especialista a la hora de etiquetar sus logros frente a los micrófonos, advirtió: “Hay que tener mucho respeto por este equipo paraguayo; cómo lo hace, la entrega que tiene”.
Ahora en Chile no variaron mucho las cosas. Igualó con Argentina y Uruguay en la fase de grupos, y derrotó ajustadamente a Jamaica para clasificar a los Cuartos. La historia más reciente lleva pocas horas: otro empate con Brasil y victoria por penales. Los de Ramón marcaron cinco veces –mejor promedio que en 2011—y sólo recibieron tres goles.
“Jugamos con Argentina, Uruguay, Brasil y ninguno de los tres equipos nos pudo ganar”. Y de cara al nuevo duelo con nuestro equipo nacional lanzó: ”Se dieron pasos muy importantes para el futuro, le demostraron a la gente lo que pueden hacer...Vamos a jugar una Semifinal con uno de los grandes equipos del mundo, debemos descansar. La alegría sirve, pero ya pensamos en todo lo que viene”.
Palabras más palabras menos lo concreto es que, sin ser favorito en la previa, Paraguay ya está entre los cuatro mejores de América. Cuenta con un aliado que, hasta ahora, ha resultado infalible: los empates.
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