Faltó apenas que quedara en penumbra el auditorio y encendido el escenario para que se reafirmara la relación de amor ente el trovador cubano y el público que el miércoles colmó el Luna Park, retribuido con nuevas canciones y por las emblemáticas de “temática colectiva”, que el artista cubano interpretó con gusto durante dos horas y media. Las nuevas obras integran un disco “que está listo” pero en espera de “ese algún día” en que salga a la luz: “No tenemos prisa, no tenemos trasnacionales detrás”, dijo Silvio y dio la palabra clave para la primera ovación, antes siquiera de comenzar a cantar.
Un afiatado grupo de ocho músicos de excelencia jerarquizó la puesta escénica de personas e instrumentos iluminados con refinamiento: Niueka González en flauta y clarinete; Rachid Abrahan en guitarra; Maykel Elizalde en trío trovarocco y tres; César Bacaró en bajo eléctrico; Oliver Valdés en batería; Jorge Aragón en piano; Jorge Reyes en contrabajo y Emilio Vega en vibráfono y percusión.
El mayor exponente de la Nueva Trova Cubana se presentaba de nuevo en el Luna Park al cierre de esta edición, mientras mañana participará de una actividad gratuita y al aire libre que el programa "Maravillosa Música" desplegará en el barrio porteño de Villa Lugano.
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