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LINCOLN

Siguen las quejas por el mal estado de la Ruta provincial N° 50

A pesar de los múltiples reclamos ante esta problemática vial, no se avizora solución alguna. La situación se agrava cuando llueve, cuando los pozos se transforman en cráteres inundados.

Continúan las quejas por el mal estado de la Ruta provincial Nº 50, por parte de quienes la transitan periódicamente, puesto que a pesar de las marcadas deficiencias en su tramo Lincoln-Vedia (pasando por El Triunvirato y El Dorado), la problemática no ha sido solucionada.
Señalan que la situación es calamitosa, agravada al ser un camino por el cual se transporta gran parte de la producción agropecuaria de la zona.
Este panorama no es nuevo, hace décadas que esta ruta está mal, y a pesar de que esporádicamente se hacen algunos bacheos y arreglos menores, sigue sin solución.
Algunas personas que la transitan dicen que ni las banquinas mantienen, y que si no están llenas de yuyos, hay huellas de que por ahí transitan, quienes prefieren hacerlo por la banquina antes que por la ruta.
Tal situación ha sido referida públicamente por el concejal linqueño y precandidato a intendente por la UCR-FAP, Salvador Serenal , quien afirmó, tras realizar una recorrida por esta carretera y varios caminos rurales, que “hay cráteres diseminados” a lo largo y ancho de la calzada.
“Hay cráteres diseminados a lo largo de la Ruta 50, entre Lincoln y Triunvirato. Y pensar que el gobernador Daniel Scioli tiene la desfachatez de hablar de seguridad vial y del buen estado de las rutas provinciales. Me pregunto ¿dónde está la famosa ‘trilogía de poder’ (Nación, Provincia y Municipio) que tanto hablan los funcionarios del kirchnerismo? Hace 11 años que cuentan con la trilogía de poder y los resultados no se ven”, dijo tiempo atrás y al parecer nada ha cambiado desde entonces.
Aún queda el recuerdo las muertes ocurridas en dicha ruta, aunque en otros tramos, como la de Santiago Siri (hijo del secretario de Obras Públicas de Lincoln), quien perdió la vida en un accidente ocurrido en junio de 2013, en cercanías a la localidad de Martínez de Hoz. O la de Juan Cruz Fernández, hijo del intendente de Lincoln y dos amigos quienes fallecieron  en septiembre de 2007, al chocar el vehículo en que viajaban contra una alcantarilla, a 15 kilómetros de la ciudad de Lincoln. Estas pérdidas humanas sucedieron en la fatídica ruta 50, que aún está sin reparar en varios de sus tramos.

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