UN ESTUDIANTE CIEGO EN LA UNNOBA

Rodolfo Marcelo: “Terminar la carrera es un desafío muy grande para mí”

La historia de un joven no vidente, oriundo de General Pinto, que este año empezó la Licenciatura en Sistemas en Junín.

Rodolfo Marcelo es un joven oriundo de la localidad de General Pinto que este año se vino a Junín para hacer la Licenciatura en Sistemas en la UNNOBA.
La suya podría ser la historia de cualquiera de los estudiantes de la región que se instalan aquí para seguir una carrera universitaria. Sin embargo, hay una particularidad que hacen que el suyo sea un caso particular: Rodolfo es ciego y debe lidiar con eso –como lo hace desde hace 18 años– para manejarse solo en nuestra ciudad.

Antes de venir a Junín

Rodolfo fue un bebé prematuro que nació con sólo seis meses de gestación. Eso hizo que tuviera que pasar un tiempo en la incubadora y en esa estadía se le quemaron las retinas, que le produjo una retinopatía que lo dejó ciego.
A pesar de las adversidades, hizo la primaria en la Escuela N° 35 y la secundaria en la Media N° 4 de su ciudad.
Según dice, pudo estudiar “siempre con dificultades, adaptando cosas”, aunque aclara que los inconvenientes no fueron determinantes: “Lo que más me costaba era Matemáticas, porque hay que adaptar muchas cosas para dar los contenidos. Por ahí los docentes tenían que enseñar de otra forma, hacer un esfuerzo, pero por suerte me han tocado profesores que han sabido manejar bastante bien las explicaciones y las adaptaciones de los materiales. Porque si escribían algo en el pizarrón o mostraban alguna imagen, a mí me tenían que explicar eso. Eso es algo distinto y significa hasta un aprendizaje también para el docente”.
En la primaria estudiaba leyendo y escribiendo en sistema Braille. Pero cuando pasó a la secundaria empezó a manejarse con una computadora. “Ese sistema era más rápido y podía ir más a la par de mis compañeros”, recuerda.
Para trabajar con el ordenador hizo cursos y además recibió capacitación en una escuela especial a la que concurría. “Y también con lo que uno va aprendiendo e investigando a medida que van pasando los años”, dice.

A Junín
A partir de su trabajo cotidiano con la computadora, fue creciendo en Rodolfo el gusto por la informática. En ese marco, cuando terminó su escolaridad resolvió venirse a Junín para hacer la Licenciatura en Sistemas en la Unnoba. “Cuando me decidí a venirme tuve el apoyo total de mi mamá –comenta–, como todo lo que hice, porque en cada decisión que tomé mi familia me estuvo alentando para seguir adelante”.
Según dice, su llegada a Junín no fue traumática: “Al principio a uno le parece que tiene un millón de dificultades, porque es todo nuevo, la ciudad, la universidad y demás. Pero no me costó adaptarme porque puse mucha voluntad en esto”.
No obstante, aclara que está empezando a adaptarse a la vida cotidiana en esta ciudad, que es un poco más grande que la suya. “En Pinto es más fácil porque es más chico y hay menos movimiento –explica–, pero lo que estoy pasando acá es una linda experiencia”.
Con todo, Marcelo destaca las características de los juninenses: “He notado cosas lindas de Junín, en la gente más que nada, que es muy atenta y muy solidaria”.
En cuanto al aspecto estructural de la ciudad y los inconvenientes que presenta para una persona ciega, como él, Rodolfo señala: “Dentro de todo está bien. El único tema es el de las motos y bicicletas en las veredas, y los toldos. Pero más allá de eso, no tengo mayores dificultades”.

La universidad
Rodolfo empezó este año en la Licenciatura en Sistemas con las primeras materias, como Introducción a la Programación Imperativa, Sistemas y Organizaciones, y Arquitectura, entre otras.
Él sabe que, por su condición, hay aspectos de esa área que le serían prácticamente imposibles de realizar, sobre todo lo vinculado al hardware. No obstante, advierte que eligió la Licenciatura “que se basa más que nada en la programación” y es algo en lo que podrá desempeñarse sin inconvenientes.
“La informática es algo que siempre me gustó –agrega–, tal vez porque siempre dependí de una computadora para estudiar, estoy muy familiarizado con ella, por eso decidí seguir por ese lado y sé que lo puedo hacer”.
En tanto, remarca el trabajo se hace en la Universidad y el respaldo que le brindan: “Me están ayudando muchísimo, están a disposición para lo que yo requiero, me están acompañando en la carrera, así que aprovecho para agradecer a todo el equipo de la UNNOBA por todo el apoyo que me brindan porque me hacen más llevaderas las cosas”.
Es que Rodolfo sabe que ese sostén, como el de su familia y el de sus amigos y compañeros en Junín será clave para afrontar este reto: “Para mí este es un desafío muy grande, son cinco años que tengo por delante en los que tengo que trabajar bien y superarme día a día, porque mi meta es terminar la carrera”.

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