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BULLYING

Ser linda, estudiosa o tímida, tres de los motivos para la discriminación escolar

Especialistas advierten que los adultos deben intervenir ante situaciones de hostigamiento.

Las burlas, los insultos, las agresiones físicas o la exclusión de sus compañeros de curso suelen provocar en los chicos una sensación de angustia y malestar que, de prolongarse en el tiempo, puede derivar en cuadros clínicos o trastornos psicológicos. Por eso, especialistas insisten en la importancia de que los adultos intervengan en este tipo de situaciones.
Según investigaciones del Plan Internacional (una organización de protección de los derechos de la infancia) y UNICEF, entre el 50% y el 70% de los estudiantes en América latina han sido acosados o han sido testigos de incidentes de bullying.
Si bien el fenómeno no es nuevo, a partir de la masificación de Internet y de las redes sociales creció su alcance.
En los últimos años se conocieron casos de chicos hostigados en la web (ciberbullying) por estudiosos o introvertidos, y circularon videos y fotos de chicas que fueron agredidas físicamente “por lindas”.
El problema dejó de minimizarse como “cosa de chicos”, y aumentaron las advertencias de docentes, padres y especialistas sobre la gravedad de la situación y sus posibles consecuencias.
“Los adultos no deben permanecer indiferentes ante actitudes o indicios que den cuenta que está ocurriendo alguna situación de hostigamiento. En todos los casos deben intervenir”, afirma Eliana Vásquez, directora de Psicología Comunitaria y Pedagogía Social de la Dirección General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires.
La especialista explica que los adolescentes construyen su subjetividad en relación con los otros: en el ámbito familiar, comunitario y escolar. Y plantea que también son influenciados por los medios de comunicación. “En este proceso construyen representaciones en torno a los demás: qué es lo lindo, lo feo...Y algunos atributos se convierten en disvalor. A partir de esto se producen situaciones de hostigamiento o acoso”, señala.
En este sentido, entiende que es fundamental que la escuela y la familia -dos espacios donde los chicos construyen su identidad- trabajen en conjunto para trasmitir a los chicos un mensaje unificado que promueva la aceptación de la diversidad.
“Algunas caracterizaciones estigmatizan y los chicos discriminan: por pertenecer a determinada comunidad o venir de un país limítrofe, por ser lindo o feo, introvertido o estudioso”, dice Vásquez, y plantea que también los medios de comunicación deberían participar para evitar las estigmatizaciones: “Cuando estaba el programa de “las populares y las divinas” (Patito Feo, 2007-2008) eso también se replicaba en las escuelas primarias. En este sentido sería importante una regulación desde lo mediático”, sostiene.
Hostigamiento escolar
Los casos de hostigamiento o bullying se manifiestan a través de burlas, insultos, golpes o exclusión del grupo. En cualquiera de los casos se causa un daño hacia otro y, a diferencia de una pelea puntual, tiene la característica de reiterarse en el tiempo.
“Hay una presencia de una relación asimétrica de poder, que se da en un espacio concreto. Y justamente como se da en un espacio y en un tiempo determinado, se puede revertir en la medida en que se modifica el contexto en el que se desarrolla”, manifiesta Vásquez.
También para Carina Kaplan, doctora en Educación y profesora en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la UNLP,  la institución educativa se convierte en un espacio privilegiado para transmitir valores y aprender normas y códigos de convivencia, que una vez inculcados en los chicos podrían evitar estas situaciones violentas.
“La escuela es un lugar físico y simbólico, donde desde la infancia y a través de la interacción con compañeros y con la autoridad nos vamos formando ideas, imágenes y sentimientos acerca de los otros y de nosotros mismos”, afirma Kaplan.

Síntomas
Muchos de los niños y niñas que están en situación de ser hostigados no cuentan porque sienten vergüenza. O, como plantean en el sitio dedicado al bullying “Si no hacés nada sos parte.org”, no denuncian el acoso porque no confían en los resultados que podría tener la intervención de alguien mayor. Por el contrario, “temen que, frente a la denuncia, los comportamientos agresivos aumenten en frecuencia e intensidad”.
Por eso las especialistas manifiestan que los padres deben permanecer atentos a algunos síntomas que pueden funcionar como indicios de situaciones de hostigamiento. Dolor de estómago o de cabeza antes de ir al colegio, aislamiento o baja autoestima pueden ser algunas señales. “Si no se atienden desde el comienzo, pueden derivar en cuadros clínicos, como trastornos de ansiedad o depresión, o traer consecuencias psíquicas”, alerta Vásquez.<

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