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BOXEO

Lucas Matthysse y el ruso Ruslan Provodnikov combaten hoy por una oportunidad mundialista

La pelea está pactada a doce asaltos y se realiza en Verona, Nueva York, con televisación en directo de Space y la TV Pública.

El púgil argentino Lucas Matthysse, quien ayer pesó 63,050 kilos (139 libras), protagonizará esta noche una pelea que apunta a ser espectacular ante el ruso Ruslan Provodnikov, en un esperado pleito entre dos ex campeones mundiales de la categoría superligero, sin título alguno en juego, que se realizará en la ciudad de Verona, en el estado de Nueva York, Estados Unidos.
La velada se llevará a cabo en el Turning Stone Resort & Casino de Verona, y será transmitida desde las 21 por la TV Pública en el marco del ciclo ‘Boxeo Para Todos” y por la señal de cable de “Space”, debiéndose destacar que en nuestra ciudad, se podrá ver en pantalla gigante en el Club Suixtil, desde las 21, de manera libre y gratuita.
Tal como se preveía, la balanza no le causó ningún problema a Lucas Matthysse y Ruslan Provodnikov, quien dio 63,275 (139,5 libras).
Todo está dado para la gran batalla, esa que todos pronostican que será candidata a la pelea del año. Lucas es quien más recursos tiene y deberá emplearlos a fondo si quiere salir airoso y” tocar  las puertas del cielo”, como dijo Oscar de la Hoya, presente en el pesaje junto a Bernard Hopkins, en respaldo del chubutense.
En el grupo argentino reina una serena confianza al saber que el trabajo previo al combate fue de la mejor calidad. Matthysse llegó a la balanza sin privarse de ninguna comida y entrenando fuerte con el peso adecuado. Solamente falta que los puños hablen sobre el ring.
“Estoy preparado para la guerra. Estoy ciento por ciento preparado para cualquier tipo de pelea. Dure uno o doce asaltos”, avisó Matthysse cuando se juntó con el siberiano Provodnikov en una charla con la prensa.
“Todos creen que saldremos a matarnos, a rompernos la cabeza. Pero lo único que puedo decir es que seré el más inteligente”, había sentenciado el martes en un entrenamiento público el boxeador sureño que dirige el pintense Luis Dionisio “Cuty” Barrera.
Por su parte, el peleador apodado el “Rocky Siberiano” también mostró confianza al decir: “Matthysse es un gran peleador y pega durísimo, pero yo le voy a aguantar todo. No sé si él soportará mi castigo”.
El chubutense, de 32 años, tiene un récord profesional de 36 ganadas, 34 antes del limite, y tres derrotas, ex titular interino superligero CMB, en su última pelea efectuada el 6 de septiembre pasado en el U.S. Bank Arena de Cincinnati, Ohio, noqueó en dos rounds a Roberto “Maza” Ortiz, mientras que en abril también de 2014, hizo lo propio en 11 vueltas ante John Molina Jr. en el StubHub Center de Carson, California.
En tanto, el ruso Provodnikov (31 años), cuenta con un record de 20 ganadas (17 antes del límite) y tres derrotas. Precisamente perdió la corona de los superligero de la OMB ante el neoyorquino Chris Algieri (su madre es argentina), quien le ganó en una pelea intensa y pareja, disputada en Barclays Center, Brooklyn, New York, en junio de 2014, en su última presentación.

En “El salón de la fama”

El notable Bernard Hopkins acompañó a todo el equipo de Matthysse a la villa de Canastota (situada a 15 minutos en auto de Verona), donde se encuentra enclavado el “Salón de la Fama del Boxeo”.
Allí recibió a toda la comitiva el propio director ejecutivo del Museo, Ed Brophy, y todos los integrantes del “Team”, con Lucas a la cabeza, no cesaron de sacarle fotos a las maravillas históricas que allí se encuentran, entre ellas fotos, batas, pantaloncitos, protectores bucales, guantes, vendas y cientos de cuadros de las grandes estrellas del pugilismo.
Los objetos “vedettes” para el grupo fueron las fotos de Carlos Monzón, Vïctor Galíndez, Nicolino Locche, Pascual Pérez, Juan Carlos Lectoure y Amílcar Brusa (los argentinos incluidos en el “Salón de la Fama”), además del programa oficial de la pelea Dempsey-Firpo y la campana del Luna Park, donada en su momento por Tito Lectoure.
No faltaron fotos al legendario ring del Madison Square Garden, donado hace casi un lustro por la gente que regentea el mítico estadio neoyorquino.  Ahí, entre los cuatro parantes de bronce puro y las 16 cuerdas forradas por terciopelo rojo, Bernard Hopkins, Lucas Martín Matthysse y Juan Martín “Látigo” Coggi se animaron a hacer algunas fintas.

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