Entraron a su casa para robarle y antes de irse la saludaron con un beso

Al revés de lo que viene ocurriendo en los últimos meses, no fue un robo sobresaliente por la violencia ejercida por los delincuentes, sino por su “amabilidad”.
El hecho que tuvo como víctima a una jubilada de 80 años, ocurrió en una vivienda de Brasil y Moreno, en la mañana de ayer, cuando tres delincuentes armados ingresaron a la propiedad saltando por una medianera del fondo. Luego de robar, uno de ellos despidió a la mujer con un beso.
Todo comenzó minutos después de las 8, cuando la octagenaria se encontraba en el lavadero de su casa, situada al 241 de la mencionada calle, cuando los intrusos –dos hombres y una mujer, de entre 30 y 40 años– la sorprendieron y, a punta de pistola, la obligaron a ingresar y entregarles todo lo que tenía.
“Salió de la casa hacia la parte de atrás que es el lavadero, se puso a limpiar, a hacer las cosas cotidianas de ella, y se encontró con que había dos tipos y una señora adentro del lavadero”, relató Matías, nieto de la víctima, quien añadió: “a punta de pistola le robaron, le exigieron que le den lo que tenía, buscaron plata, le revolvieron casi toda la casa”.
Una vez que la jubilada les entregó todo lo que le pidieron, los delincuentes decidieron irse, pero antes, uno de ellos se despidió de una manera poco habitual en estos hechos.
“Mi abuela les dio lo poco que tenía, no sé cuanto era. La dejaron encerrada en la pieza y, cuando se fueron, uno de los delincuentes le dio un beso de despedida”, contó su nieto, en diálogo con TeleNoticias, el noticiero de TeleJunín.
No obstante, la víctima quedó perturbada por el mal momento vivido y al arribo de los policías del Comando de Prevención Comunitaria (CPC) Junín, llamaron a una ambulancia, que constataron que la mujer se encontraba con arritmia y nervios. “No la golpearon pero por la edad que tiene, 80 años, el susto que se pegó, está en el hospital”, dijo Matías, quien detalló que su abuela vive con su esposo, quien en el momento del hecho no se encontraba en la vivienda.
“Se supone que entraron por lo de alguno de los dos vecinos. Las huellas están en el tapial. Esta siendo atendida en el sanatorio”, dijo ayer su nieto.
Este episodio no es el primero que ocurre en la zona, ya que hace poco también robaron en una casa de la misma cuadra, según pudo saber Democracia al dialogar con los vecinos.
Matías también contó que a su abuela, “hace dos meses le barretearon la reja” y dijo que “el barrio parece que no, pero está jodido. Todos los barrios de Junín están jodidos”.
“Acá uno dice ‘a cinco cuadras del centro, dos de la plaza 9 de julio’, lo que quieras, pero están robando, pongas lo que pongas. Yo vivo acá a dos cuadras y también roban”, afirmó.
“Hasta ahora fue una desgracia con suerte, podría haber sido peor. Con solo pegarle a una persona de 80 años la condiciona muchísimo”, sostuvo.