Otro recluso fue asesinado en la U.P. 49

Cuando en principio iba a ser usada como Alcaidía, muy pocos pensaron que la que en definitiva iba a terminar siendo la Unidad Penal Nº 49 se iba a transformar en una cárcel violenta, peligrosa para sujetos privados de su libertad que allí están alojados.
Anteayer, José Guillermo Campos Lucero, capitalino de 31 años que estaba alojado tras cometer un “homicidio” en el Gran Buenos Aires, fue asesinado por otro preso, en la celda Nº 4 del pabellón 2 del Sector de Admisión y Traslado de la U.P. 49, ubicada a la vera de la Ruta Nacional 188, a metros de su intersección con la carretera provincial Nº 65.
En el lugar había alojado cuatro sujetos “pesados”, de acuerdo a las condenas que cumplen por causas por graves delitos, y por motivos que se investigan, se generó una fuerte discusión entre dos de ellos, el infortunado Campos Lucero y Juan José Sotelo, de 35 años, también con último domicilio en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Tras las palabras subidas de tono, los dos internos coemnzaron a agredirse y utilizando una “faca”, arma blanca de fabricación casera, usual entre los presos, Sotelo le aplicó “puntazos” fatales en el pecho a su contendor, sufriendo Campos Lucero profundas heridas, una de ellas letal a la altura del corazón.
Pese a que fue trasladado de urgencia al Hospìtal Interzonal General de Agudos “Dr. Abraham Félix Piñeyro”, el joven de 31 años dejó de existir en dicho centro asistencial, mientras que Sotelo quedó imputado en una nueva causa de “homicidio”, a disposición del titular de la Fiscalía Nº 8 del Departamento Judicial Junín, que actualmente subroga el fiscal Carlos Colimedaglia.

Otro crimen
Como es usual en estos casos, el homicida fue trasladado en las últimas horas a otra cárcel del Servicio Penitenciario provincial, la misma suerte que corrió a fines de marzo el recluso Darío Ezequiel Aquino Isa, de 32 años, quien asesinó también en la Unidad Penal Nº 49 (pabellón 1) a Juan Fornari, de 34, utilizando una “faca”.
Ambos estaban alojados en la ex Alcaidía por hechos de “homicidio simple” (el ultimado Fornari) y por “robo agravado” (el homicida), quedando este último a disposición de la fiscal por entonces de turno del Departamento Judicial Junín, Dra. Vanina Lisazo.