Stolbizer: “Es más honesto que UNEN se haya disuelto”

Margarita Stolbizer tiene previsto lanzar su candidatura presidencial el 9 de abril con un armado de centroizquierda que incluye a su partido -el GEN-, al socialismo y a Libres del Sur. Pero también busca sumar a radicales desencantados con el acuerdo que la dirigencia del centenario partido selló con el Pro. En una entrevista, la dirigente se refirió al frustrado frente UNEN, a sus competidores y al kirchnerismo.

¿Representa una dificultad para ustedes salir a afrontar la campaña después de la experiencia fallida de UNEN?
Más allá de las dificultades que plantea en general el contexto electoral, creo que hay algunas cuestiones que se han ido aclarando. Porque era insostenible un frente en el que alguno de sus actores se sacaba fotos con dirigentes de otros espacios, como estaba sucediendo, o que directamente no creían en el propio frente. Creo que la disolución de UNEN terminó sincerando un estado de situación. Creo que es mejor y más honesto que se haya disuelto. No fue una buena experiencia. Hubo errores. Pero luego cada uno fue tomando su camino y eligió el destino que quería.

¿Cómo analiza la decisión del radicalismo de avanzar en un acuerdo con el PRO? ¿La sorprendió?
No me sorprendió porque no hay que olvidarse de que desde que Unen se conformó, en abril del año pasado, permanentemente había acercamientos con ese espacio, fotografías de dirigentes. Sobre todo de Elisa Carrió, que era una de las que más promovía esto. Nosotros somos respetuosos de las decisiones que los partidos toman para definir su estrategia electoral. A nosotros nos parece equivocada y nos hubiera gustado que el radicalismo se mantenga dentro del frente que habíamos conformado con mucha expectativa, porque estamos convencidos de que es un frente necesario en el marco de la pelea electoral que se va a dar. Y lo hicimos convencidos de que generaba una expectativa en mucha gente, por lo tanto sentimos una especie de defraudación con esta decisión. Pero lo que resolvió el radicalismo, hay que decirlo también, no expresa a la totalidad de los radicales, que van camino a una nueva dispersión como la que ocurrió en 2007, cuando había radicales con (Roberto) Lavagna, con Carrió y con Kirchner. Por eso hay muchos dirigentes que están pidiendo ahora una nueva resolución que les legalice una libertad de acción para poder ir hacia otros espacios donde se sientan mejor representados”.

¿Usted tiene la aspiración de que un sector de la dirigencia radical se acerque a su espacio?
“No sé si hablar de sectores. Yo siento que hay votantes radicales que siguen inspirados en los principios del radicalismo que son las que yo sostengo aunque no esté dentro de la UCR. Es un error pensar que los frentes se deban armar a partir de acuerdos de las superestructuras partidarias. Hay que armar una propuesta en base al pedido de una enorme cantidad de gente que nos para en la calle y nos dice que es necesario que haya una alternativa socialdemócrata, ética. Nosotros venimos trabajando con dos ejes: la decencia y la igualdad. Son dos principios que ningún otro candidato viene levantando. Y la gente coincide mucho más con esto que con el pragmatismo de los que negocian acuerdos y lugares”.

Pero hay un escenario que parece dominado por tres actores...
Lo que nosotros vemos en estos días es una guerra muy fuerte de encuestas, que los muestra a ellos cabeza a cabeza con el 22, el 20, el 18 por ciento. Eso significa que ninguno ha logrado generar una expectativa importante. Con la cantidad de recursos que han destinado. Y demuestra la necesidad de que exista una alternativa política distinta. Con rasgos bien diferenciados de ellos tres, que representan las mismas cosas, más allá de que Scioli se presente como la continuidad y los otros se disfracen de cambio. Scioli puede ser la continuidad y la garantía de impunidad de los que están pero nadie puede pensar que va a gobernar levantando banderas de la izquierda, ni que va a tener a Hebe de Bonafini al lado como la tuvo Cristina. Hay otra cuestión a tener en cuenta, que es que los que están gobernando, me refiero al kirchnerismo, al cristinismo duro, se van. Lo digo porque muchos dicen que la oposición se tiene que juntar para echarlos. Eso fue válido en la última elección, pero hoy ya no”.