El relato de la historia es mezquino para referirse al 29 de marzo de 1962, día en que se interrumpió el orden institucional del país en un golpe de Estado ejecutado por militares e instigado por políticos a los que se los estimulaba de alguna forma por las empresas transnacionales que habían perdido el dominio de la economía nacional. Casos puntuales las importadoras de combustibles que siempre habían manejado el mercado local aprovechándose de la incapacidad de YPF de poder abastecer íntegramente la demanda de toda la argentina.
Su ocaso se había producido con el autoabastecimiento petrolero logrado por YPF. Otras actividades como la producción de acero también nos habían permitido abastecernos con materias primas propias en el establecimiento y desarrollo de nuevas industrias de escala como fue la metalmecánica que introdujo por primera vez 12 fábricas de automotores y más de treinta fábricas de motocicletas, que construían la totalidad de sus productos con materiales y mano de obra argentina.
En el lapso de menos de cuatro años se había logrado dar al pueblo argentino un estándar de vida que había sido objetivo añorado desde los comienzos de nuestra Nación. Se prestigió la educación, la investigación científica, la cultura y las relaciones Internacionales con un status nunca antes alcanzado.
Un producto de ese tiempo de gobierno, logró descongestionar al Estado de varios déficit producidos inútilmente y en perjuicio de las cuentas del erario público, o sea de todos. Uno importante y que hoy será una de las más pesadas herencias que dejará la administración actual, era la de los empleados públicos que se logró reducir de manera sustancial en un 40% sin dejar a nadie en la calle, porque la mayoría se pasó a la actividad privada que surgía explosivamente por el proceso de desarrollo implementado a nivel Nacional, como empleados de las nuevas actividades surgidas y otros que utilizaron sus indemnizaciones para establecer negocios cuentapropistas que florecieron por doquier.
Quiero señalar, que otros golpes de Estado se sucedieron después, pero ninguno produjo tan marcadamente la interrupción de un proceso de independencia económica y cultural que había alcanzado el País y nos ubicaba en una posición internacional de privilegio, siendo en ese momento la Nación emblemática de América del Sur, por encima de Brasil, cosa que hoy se invirtió tristemente en desmedro nuestro. Poseíamos el mismo PBI que ellos, imagínense hoy.
El gobierno del Dr. Frondizi fue ejecutado por hombres que solo tenían como objetivo, llevar hacia adelante el bienestar de la República respetando sus Instituciones, buscando asegurar la Paz y la Legalidad hasta el último momento que ocupó su cargo como presidente, evitando el derramamiento de una sola gota de sangre argentina. Durante su gobierno no hubo ningún muerto político ni desaparecido. Vale para las nuevas generaciones conocer esta etapa de la Historia que nos hace bien a todos. Para pensar una Argentina posible.
(*) Convencional Nacional del MID
TRIBUNA DEL LECTOR
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