“Yo nací frente a el Sanatorio pero enseguida mis viejos se fueron a vivir a Salta y Dorrego. Toda mi infancia se desarrolló en el barrio del Hospital Ferroviario. De chico jugábamos en el campito donde ahora está la Iglesia San Cayetano, después había en Salta y Comandante Escribano una media manzana donde había otra cancha más chica. Nos juntábamos todos los chicos del barrio.
Mi papá siempre estuvo ligado al club Rivadavia y había amigos que tiraban para la Albiceleste, entonces decidí jugar allí. El barrio estaba dividido porque había otros chicos que querían ir a Villa Belgrano. Todos íbamos a la escuela 18 que era la más cerca que teníamos.
En Junín, a nivel local, jugué siempre para Rivadavia. Hice las inferiores pero jugaba de 6, no era arquero. Pero en el campito me hacían atajar. Los más grandes jugaban y a mí me mandaban al arco. Un día vino Pepe Rusiñol como técnico a Rivadavia, llegaba de Buenos Aires y no conocía a los jugadores. Los chicos que estaban en el plantel eran más grandes que yo y en la primer práctica empieza a preguntar quién era arquero. Yo me quedé mudo, pero los otros me vendieron. Ahí comenzó mi carrera. Al tiempo me empaqué porque no me ponían en primera. No quise ser suplente de Oscar Dilluvio y me fui a jugar a la reserva como seis. A los tres partidos se fue Dilluvio, pasaron a Sevelli a la primera y volví como arquero a la reserva.
Al año siguente estaba Granados como técnico, alternamos con Sevelli un partido cada uno en el nocturno y para el oficial ya quedé como primer arquero.
Logramos ganar el campeonato de 1971 que fue la famosa final por penales contra Jorge Newbery cuando empezaba el proceso de los de Pueblo Nuevo que terminó en una serie de campeonatos encadenados por varios años”.
Sarmiento y Newbery
“En 1974 me dieron a préstamo a Sarmiento donde fue el primer ascenso de la “C” a la “B” que yo estaba como tercer arquero. Atajaba Crosta, Pérez era el suplente y venía yo. A principios de 1977 me dieron a préstamo a Jorge Newbery para disputar un torneo regional que perdimos la final de provincia en Junín contra Ramón Santamarina de Tandil.
En la zona
“Yo terminé jugando en Tres Algarrobos, entre Villegas y Carlos Tejedor. En 1982 fui técnico de Origone cuando retornó al fútbol de la Liga. Armamos un equipo con jugadores interesantes pero no de renombre. Hablé con el recordado Daniel Perea que había dejado de jugar y volvió a atajar. Vino Bengolea, un tal Constantino que era de Rafael Obligado, Mario González de la zona de Roca pero no era muy conocido, el zurdito Peralta que había dejado el fútbol, Rodríguez que vino de Newbery. Repatriamos gente. No alcanzamos a clasificar, pero ganamos el Nocturno donde hice dupla técnica con Omar Moyano y en las últimas dos fechas nos sacaron sin explicación del equipo. Después vinieron esos dos años fantásticos de Origone.
De ahí volví a jugar dos años en La Angelita y en mis últimos tres años en la Liga de América. En cancha de Independiente, le ganamos a 2-0 a Mariano Moreno con el equipo que estaba jugando el Nacional con Pinino Más, Rosetti, Del Pópolo, el Gato Pérez. Empatamos con El Linqueño que fue campeón.
Yo estaba como jugador y técnico en Tres Algarrobos donde salimos campeones después de 22 años. Un club que invertía mucho dinero. Cuando llego, estaba de entrenador el Tanque Neuman que había sido campeón con Chacarita en 1969 ganándole la final a River 4-1, había jugado en la selección y pasó por Europa. Era técnico mío y por problemas personales se tuvo que ir hacia el segundo campeonato y los dirigentes me hablaron a mí para que tomara el equipo. Viajaba los miércoles porque entrenaba con las divisiones menores y después la Primera. Había solamente dos jugadores locales en la Primera, el resto todos de afuera. Había cuatro jugadores de la tercera de Vélez Sarsfield, chicos de San Lorenzo de Almagro, un gran plantel. Y fuimos campeones”.
Las bochas
“Mi papá a los 7 años me regaló un juego de bochas que había comprado en un remate. En la vereda de un lote que era de mi viejo habíamos hecho una canchita. De ahí salieron muchos jugadores. Cuando dejé el fútbol me dediqué muchos años a las bochas. Había jugado a los 11 años en cadetes, en el club Recreativo Italiano. Después me vine a San Martín y a los 18 dejé por el fútbol.
En el ´90 retomé jugando para el club Cuyanos, estuve dos años en Colonos Unidos, jugué en Social, volví a Recreativo Italiano, me fui a Ambos Mundos, Centro Empleados de Comercio, luego dos años para Sportivo Rojas. Los últimos dos años los jugué para Biblioteca Alberdi de O´Higgins".
COMENTARIOS