Cuatro arrebatos y un asalto en menos de diez minutos en distintos puntos de Junín

Diez minutos de furia delictiva dejaron como saldo cinco arrebatos y un asalto en distintos puntos del casco urbano juninense.
Los hechos se dieron en un  lapso no superior a los diez minutos y habrían sido cometidos por un mismo grupo de “motochorros”, según información a la que pudo acceder Democracia.
Fuentes policiales señalaron que el raid comenzó en avenida San Martín y Laprida, donde los ladrones interceptaron a un joven identificado como Cristian Ahumada, de 20 años, quien circulaba en bicicleta.
El accionar de los malvivientes luego continuó en Carlos Tejedor al 260, para después hacer otra escala a pocos metros de allí, en Coronel Suárez al 540. En esta última dirección, los individuos mantuvieron un enfrentamiento con la víctima, un joven que intentó defenderse a golpes de puño pero que finalmente fue reducido por los sujetos.
Superado ese trance, los ladrones continuaron su camino –sería a bordo de una moto YBR negra- y desembocaron en la intersección de Álvarez Rodríguez y Villegas, donde atacaron a una mujer que caminaba por la zona, la golpearon y le robaron una cartera color beige.
En este caso tuvo que intervenir un equipo de emergencias de la empresa Vittal, debido a las heridas y al estado de nerviosismo que invadió a la mujer en los instantes posteriores al robo.
A raíz de esta seguidilla de atracos, la Policía montó un operativo cerrojo y quince minutos después del último episodio delictivo logró detener a dos hombres, mayores de edad, en inmediaciones de Arias y Rivadavia. Ambos fueron derivados a la Comisaría Primera.

Lo golpearon en un asalto
Un hombre fue asaltado en su domicilio de calle 12 de Octubre al 1200 y recibió además una fuerte golpiza por parte de los ladrones, que pese a ello no habrían conseguido llevarse nada del domicilio.

Intento de fraude
Una mujer domiciliada en Ameghino 413 denunció que otra persona del sexo femenino intentó engañarla haciéndose pasar por su hija para robarle plata, en una maniobra que habría sido realizada a través de una comunicación telefónica y que posee rasgos parecidos a los de los secuestros “virtuales”.