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EXPLOTACIÓN BOVINA

La carne, en el congelador

La producción subió levemente, pese a una baja de la faena, pero los rodeos no se recomponen.

La producción de carne bovina argentina se incrementó en 1,9% en enero medido en forma interanual, llegando a las 234.000 toneladas, debido a un incremento en el peso de los animales faenados, indicó la cámara que agrupa a los grandes frigoríficos.
Es trabajo destaca que si bien la faena de vacunos en Argentina cayó un 0,3% contra el primer mes del 2014, el aumento del peso de los animales sacrificados compensó la baja, según destacó en su informe mensual la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados (CICCRA).
“La retracción del nivel de actividad de la industria frigorífica se compensó con una suba del peso promedio en gancho”, señaló el reporte, que informó que en enero el peso promedio de una res en gancho fue de 223 kilogramos y que hace un año fue de 218 kilogramos.
El 45,6% de los animales faenados en enero fueron hembras, la variable de ajuste que sostiene o incrementa el rodeo y que según CICCRA no debe superar el 43% para mantener las existencias de ganado. La cifra se encuentra 0,3 puntos porcentuales por encima del nivel registrado en el primer mes del año pasado.
Las tasas de faena de hembras son vitales para la conservación de los rodeos y son vigiladas de cerca por el sector cárnico luego de que entre 2008 y 2009 muchos ganaderos liquidaron parte de su hacienda por una fuerte sequía y la baja rentabilidad del negocio, que atribuían a las regulaciones oficiales de los mercados.

Cuestionamiento


La entidad que preside Miguel Schiariti analizó que “el negocio cárnico se vio muy afectado por la política manifiestamente antiganadera desarrollada sobre todo a partir de 2006, con una estrategia de creciente intervencionismo que colocó a nuestro sector al borde de la asfixia”. Recordó, además, que entre 2007 y 2011 se perdieron 12,3 millones de cabezas (alrededor de 20% del stock total), de las cuales hasta el momento se recuperaron “sólo 3,6 millones”.
Por otra parte se señala que el esquema de alta inflación carcomió la competitividad de la carne argentina frente a naciones que a lo largo de la historia se había ubicado varios escalones por debajo del país en ese rubro. En sólo cuatro años, la pérdida relativa fue de 10,7% con relación al Uruguay, 14,5% con Nueva Zelanda, 28,7% con Australia y 37,1% con Brasil, principales competidores, según CICCRA.
 En enero de 2015 la industria frigorífica vacuna replicó el nivel de actividad de diciembre pasado y, de esta manera, cumplió 25 meses de estancamiento. Mientras que en el período enero 2013 - enero 2015 se faenó un promedio de 1,032 millones de cabezas mensuales, es decir apenas 1,7% menos que en el primer mes del corriente año.
A partir del 2010, tras una recuperación de los precios del ganado, los productores de hacienda empezaron a retener sus hembras, lo que permitió que el rodeo de Argentina volviera a crecer, aunque no alcanzó los niveles previos a la liquidación. Por otra parte, CICCRA informó que entre febrero del 2014 y enero del 2015 el consumo promedio de carne bovina por habitante fue de 59,2 kilogramos por año en Argentina, sin cambios con respecto al período febrero 2013 - enero 2014. Por último, la cámara estimó que las exportaciones de carne crecieron un 0,4% interanual en 2014.

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