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UNA PROBLEMÁTICA QUE CRECE EN JUNÍN

La disputa por la tenencia de los hijos es cada vez más un factor de violencia

Las denuncias y reclamos de hombres y mujeres que son víctimas de manipulación, extorsión y agresiones físicas por parte de sus ex parejas al querer acordar cómo continuarán relacionándose con sus descendientes aumentan día a día en Junín.

Cada día, en la Comisaría de la Mujer llueven los reclamos de hombres y mujeres que llegan con la determinación de denunciar a su ex pareja por agresiones, psicológicas o físicas, que tuvieron su génesis en la separación de ambos y en la posterior discusión por la tenencia de los hijos.
La jefa de esa dependencia policial, Daniela Felker, fue convincente al hablar la problemática y dio algunos pormenores de los conflictos más habituales que se suscitan en Junín.
Ante una consulta efectuada por Democracia, la titular de la entidad de calle Alsina afirmó que cuando la pareja se disuelve y sus integrantes ya no viven juntos, los hijos se convierten en objeto de pelea y de violencia, por lo general de parte del varón.
“Los hijos pasan a ser un trofeo de guerra y prima el ánimo de lesionar al otro, por eso se ataca el tema de la tenencia, de la visita. Es bastante habitual que se produzcan estos conflictos en Junín, y es lógico que cuando una sociedad se disuelve los dos quieran llevarse lo mejor, ya sea los bienes materiales o los hijos. Hay casos donde la tenencia la tiene la mamá, el padre debe acogerse a un régimen de visitas y contribuir con la cuota alimentaria, en otros casos se da al revés, pero son los menos”, comentó Felker.
A continuación señaló que las peleas más recurrentes se dan dentro de las familias “integradas”, aquellas en las que donde los cónyuges conviven con los descendientes que ha tenido cada uno con relaciones anteriores y con los que han concebido juntos, el popular esquema identificado como “los tuyos, los míos y los nuestros”.
“Están los hijos con parejas pasadas, los que tienen ellos en común y luego del conflicto ya arman otra pareja y vuelven a tener hijos. Son tres formas de vida, de idiosincrasias que no se ponen de acuerdo y que terminan  generando una explosión. La batalla es por quién se va a quedar con los hijos, de cuánto va a ser la cuota alimentaria, quién se va a quedar a vivir en la casa, quiénes van a quedarse con el auto y la heladera y no hay forma de que esas cosas se puedan dirimir sin enfrentamiento”, comentó Felker.

Manipulación seguida de violencia
De acuerdo con la descripción de la funcionaria policial, en esos duelos “hay mucha manipulación, incluso después de que ha intervenido la Justicia, en hechos como la decisión de pasar la cuota alimentaria o no, de respetar los horarios fijados para ir a ver a los hijos cuando la tenencia quedó en poder del ex cónyuge”.
Algunos de los reclamos más repetidos son: “Me lo tiene que traer a la una de la tarde y nunca me lo trae, yo tengo que quedarme en mi casa hasta las once de la noche o hasta la hora en que a él se le ocurra traerme al nene”.
Felker sostuvo que en esa puja, uno de los contendientes “siente que domina el tiempo libre del otro reteniendo en ese caso al hijo que tienen en común o incumpliendo con otros menesteres que tienen una fecha u horario puntual preestablecidos”.
“Eso se da en las parejas violentas pero no es exclusivo de ellas, también sucede en las que cuyos miembros son más pacíficos pero que al momento de ponerse de acuerdo no logran hacerlo”, agregó.

Problemática permanente
Felker dijo que la llegada de gente a la comisaría de la mujer por esta clase de casos es permanente. “Muchos no terminan en denuncia porque no están encuadrados como hechos de violencia, pero igual se les atiende y se les indica los pasos a seguir, como por ejemplo acudir a un abogado particular, a la Defensoría de Pobres y Ausentes, al Juzgado de Familia”, indicó.

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