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RECONOCIDO ARTISTA Y DOCENTE DE NUESTRO MEDIO

“Cacho” Falcón: “Me gusta conservar el estilo tradicional”

Da clases de guitarra en los conservatorios de Junín y de Lincoln. Además, tiene una extensa carrera como músico, vinculada principalmente al folclore, aunque también se acercó al tango.

Adolfo Simeón Falcón, más conocido aquí como “Cacho” Falcón, nació en Villa Mercedes. Su familia era oriunda de aquella localidad puntana pero se mudaron a Junín porque su padre trabajaba en el ferrocarril y fue trasladado a nuestra ciudad.
Se crió en el barrio Capilla de Loreto, cuando ese sector era la periferia de la ciudad y ni siquiera tenía nombre: “Le decían el barrio de los chanchos porque por ahí había un criadero porcino”, recuerda.
Hizo la primaria en la Escuela N° 41 y al mismo tiempo fue a aprender a tocar la guitarra con el profesor Eduardo Lanzoni. “En ese momento había mucha gente que estudiaba guitarra –explica–, entre ellos, muchos amigos míos entonces fui para ver qué pasaba. Creo que de todas mis amistades del barrio, yo fui el único que siguió”.
Es que su gusto por el instrumento fue tan grande que permaneció siete años con Lanzoni.

Docente
Falcón cuenta que de chico no podía ir al conservatorio porque “venir al centro a mí me resultaba muy lejos”.
Más adelante siguió sus estudios con el maestro Osvaldo Moris y, tiempo después, optó –esta vez sí– por inscribirse en el conservatorio. Tenía 30 años y para eso debió terminar la secundaria, que había empezado en el Industrial y abandonado siendo un adolescente, por lo que la completó en la Media N° 4.
Según dice, lo que le despertó el interés por ir al conservatorio fue que con Moris conoció en profundidad “la música clásica, que hasta entonces la había escuchado muy poco”.
A partir de ahí, la docencia fue llenando espacios en su vida: “Cuando faltaba poco para recibirme, empezó a interesarme la docencia. Tuve alumnos particulares e hice suplencias en escuelas”.
Cuando se recibió de profesor de guitarra, no tardó en empezar a trabajar: entró al conservatorio de Lincoln y una semana más tarde, al de Junín. También fue docente en Conservatorio Municipal de Rojas y trabajó con Rubén Aguilera en su escuela particular. “Con él aprendí mucho y fue un gran pilar en mi formación”, señala.
En la actualidad mantiene su cargo en los conservatorios de Junín y Lincoln donde da las materias: Guitarra e Instrumento Armónico.

Músico
Ya antes de entrar al conservatorio Falcón había tenido varios grupos, principalmente folclóricos. Después incursionó esporádicamente en el tango. “Fui conociendo gente y aprendiendo cosas, pero sin hacer un estudio formal de ese género”, acota.
Empezó tocando con otros alumnos del profesor Lanzoni y formó un dúo con Cacho Correa. También tocó el bajo eléctrico en el conjunto The Vikings, con Ángel Faré, Gustavo Navarro y Hugo Sánchez, un grupo que se presentaba en los bailes de la época.
Acompañó a Seguidores del Atardecer y formó la agrupación Argentavis con Rubén Aguilera, Osmar Meres y Juan Casco; con ese conjunto tocó la Misa Criolla.
Además, se presentó con Alfredo Farías, con Oscar Farías, tocó el bajo con el grupo Argentango, y acompañó a numerosos cantantes, como Marcelo Biondini, Gerardo Corro, Mirta Rivarola, Claudia Levato, Claudio Jurado, Gastón Barral y otros.
“En un momento –comenta– hicimos un grupo con Cacho Correa y Gerardo Giménez, en donde yo tocaba la guitarra y cantaba”.
Con todo, también hizo presentaciones como solista..

En primera persona
A la hora de definir su estilo como músico, Cacho sostiene que apela a defender lo propio: “Yo busco el estilo que sea más tradicional, que se parezca más a lo argentino, ya sea en el folclore como en el tango. Eso no significa algo antiguo, pero sí que respete las raíces. Por ejemplo, a mí me gusta la música cuyana porque yo nací ahí y he ido a los festivales que se hacen, entonces está dentro de mí. Y me gusta porque ellos mantienen bastante esas tradiciones”.
Amante de la música de la pampa húmeda y del Cuchi Leguizamón, insiste en la importancia de apuntalar su pertenencia. “Creo que es importante incorporar y hacer algo del lugar en donde uno vive –afirma–; nosotros estamos en la pampa y esa música, como la milonga, el estilo, la huella, no está muy difundida. Acá lo que más suena son las chacareras y eso que estamos lejos de Santiago del Estero”.
Finalmente, Cacho Falcón analiza cuáles son sus virtudes como músico: “Creo ser dúctil para hacer lo que me piden. Y considero que tengo curiosidad y me gusta investigar en el instrumento, soy como un buscador de cosas. Insisto en que a mí me gusta conservar el estilo tradicional y estoy convencido de que el público para eso está. Yo me siento una persona querida y me siento agradecido por lo que estoy viviendo. Me hace muy bien la docencia, el haber concluido una carrera. Ahora, mi próximo objetivo es poder grabar y tratar de mejorar lo que uno hace, porque el paso del tiempo hace que uno tenga más confianza en sus capacidades, y la grabación te ‘afila’ mucho para actuar después”.

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