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LO QUE DEJÓ EL DEBATE

Con preparación previa y prolijidad, los protagonistas pasaron la prueba

Respeto hacia el otro, pocos cruces y síntesis en los discursos fueron características compartidas entre los seis expositores. Los distintos estilos a la hora de hablar y los recursos empleados por cada uno fueron las diferencias. El nerviosismo inicial se diluyó con el correr del certamen.

La prolijidad y la preparación fueron las dos características que dejó el debate de los candidatos a intendente de Junín que se realizó ayer en la Unnoba. Los dos términos son aplicables tanto para los seis protagonistas como para la organización.
A las 19, el Salón de la Democracia Argentina ya estaba repleto con los invitados de cada fuerza. La mayoría llevó a integrantes de sus listas, asesores y familiares. Y el meonismo llevó a su tropa de funcionarios municipales.
Minutos después, los seis candidatos subieron al escenario. Todos con visibles caras de nerviosismo y gestos rígidos. Pero con el correr del certamen se fueron soltando.
El rector de la Unnoba, Guillermo Tamarit, inauguró la jornada con palabras de agradecimiento a los postulantes y le dio el pase al moderador, el profesor Claudio Contreras, titular de la cátedra de Derecho Político de la carrera de Abogacía de esa casa de estudios.
Una pantalla LED ubicada frente al escenario mostraba una cuenta regresiva con el tiempo que les quedaba a los oradores para exponer. Todos respetaron el tiempo que les tocaba. Este fue uno de los puntos en el que más se apreció la preparación previa para sintetizar propuestas y argumentos en tres minutos.
Durante las primeras exposiciones, casi ninguno de los aspirantes miraba al que hablaba. Más bien se mostraban concentrados en el próximo ítem a exponer, a tomar agua o en acomodar sus apuntes.
Este último fue un recurso elegido por todos. Gustavo Ferrari, de Progresistas, no tuvo inconvenientes en dejar ver una carpeta en la que llevaba un resumen de lo que iba a decir. Y a la hora de hablar, sacó a relucir sus años de experiencia como legislador.
Gustavo Traverso, del Frente para la Victoria, optó por unas placas a color con gráficos y estadísticas. Pero sólo exhibió una cuando habló sobre seguridad.
La candidata por el Frente de Izquierda y los Trabajadores, Sonia Rodríguez, llevó hojas con el desarrollo de su plataforma. Y realizó una disrupción en su discurso para avisar que iba a leer porque así se sentía más cómoda.
El intendente Mario Meoni también tenía carteles que tampoco utilizó. Junto con Traverso, fueron los únicos hombres que no usaron corbata.
Marcelo García, de Compromiso Federal, llevó una ayuda de memoria escrita a mano.
Y Pablo Petrecca, de Cambiemos, también tenía un apunte. A diferencia de los demás, optó por sacar el micrófono del soporte y en cada una de sus intervenciones lo sostuvo con una mano. Y la otra la guardaba en el bolsillo de su saco. A diferencia del resto, en varias oportunidades apeló al recurso de dirigirse directo al votante.
Todos los candidatos guardaron respeto hacia el otro. Hubo pocos cruces, la mayoría fueron críticas de Traverso hacia las fuerzas políticas de Meoni y Petrecca.
Como una bomba cayó cuando a García le tocó exponer sobre Seguridad Vial. "¡Qué agujero negro tenemos acá, eh!", exclamó antes de comenzar. Y dio inicio a los dos bloques en los que Meoni peor la pasó, al recibir duras críticas por la falta de transporte público y la ineficiencia en ordenar el tránsito. Por si fuera poco, luego tocó el ítem Desarrollo Económico, Humano y Ambiental, donde el basural municipal fue una referencia constante.
La polémica por la cesión de los lotes al diario La Verdad también se metió en el debate. Rodríguez fue tajante: "No hay que entregar tierras al clero". Y Petrecca también tocó el tema al proponer un registro para dar "transparencia" en la entrega de terrenos fiscales y evitar el "clientelismo".

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