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ALIMENTACIÓN

Los argentinos desconocen cuál es su nivel de colesterol

El 60 por ciento de los argentinos adultos afirmó desconocer su nivel de colesterol en la sangre, a pesar de ser el segundo factor de riesgo cardiovascular después del tabaquismo, reveló un trabajo difundido por la Fundación Cardiológica Argentina (FCA).

El colesterol es una sustancia grasa que circula en la sangre y además de ser segregado por el hígado se puede incorporar al organismo a través de la alimentación, en especial, de productos derivados de animales, como la carne y los huevos.
Existen dos tipos de colesterol el LDL o “malo” y el HDL o “bueno”, pero es el malo el que se acumula en los vasos sanguíneos y favorece el endurecimiento de las arterias, lo que aumenta el riesgo de coágulos en los vasos (trombosis) e infarto.
La encuesta encargada a la empresa Gallup y realizada sobre una población de más de 1.000 personas mayores de 18 años en varios puntos del país, indicó que la principal razón esgrimida por casi el 45% de los que desconocen su nivel de colesterol es la falta de un chequeo médico de rutina en el último año.
En tanto, otros motivos del desconocimiento fueron en el 17% de los casos la ausencia de síntomas y en el 13% la edad, porque erróneamente hay jóvenes que creen que no pueden sufrir de hipercolesterolemia.
Ricardo Iglesias, presidente de la FCA, indicó que según el Registro INTERHEART, que evaluó a más de 29 mil personas en 52 países, el colesterol es el principal factor de riesgo de infarto en el mundo.
"Una persona con colesterol alto tiene un riesgo 3,25 veces mayor de sufrir un infarto en el término de un año", recordó y aclaró que en Argentina, "el colesterol le sigue al tabaquismo en cuanto a factor de riesgo cardiovascular".
Un simple análisis de sangre puede informar sobre cuál es el nivel de colesterol y permite, si éste es elevado, tomar acciones inmediatas para evitar que ese problema se convierta en una enfermedad cardiovascular.
Se considera colesterol elevado cuando es más de 200 miligramos por decilitro de sangre y su tratamiento consiste en una dieta baja en grasas saturadas, pero puede incluir también medicación.
Sandra Swieszkowski, secretaria del Comité Ejecutivo de la FCA, destacó que "muchas personas argumentan que, como no tienen problemas del corazón, no necesitan prestar atención a los factores de riesgo, cuando en realidad es al revés".
"El problema cardíaco aparece por tener el colesterol alto y entre las complicaciones que ocasiona la hipercolesterolemia se incluyen el infarto agudo de miocardio y el accidente cardiovascular", alertó.
La encuesta dada por la FCA mostró que el 34% de la población que percibe que sus niveles de colesterol son altos, medios o bajos, no hace absolutamente nada por mantenerlo dentro de los niveles normales.
En Argentina, 3 de cada 10 personas mayores de 20 años tienen hipercolesterolemia y su prevalencia aumenta con la edad: 4 de cada 10 mayores de 50 años la padecen.
Por eso, la médica insistió en que “es hora de tomar conciencia y asumir que el colesterol alto es una enfermedad crónica con la que se convive; no se cura, sino que se controla, como ocurre con la hipertensión o la diabetes, para prevenir sus consecuencias”.
Los elementos claves para prevenir el colesterol alto son una alimentación equilibrada (baja en grasas saturadas y rica en frutas, verduras, fitoesteroles y fibras); actividad física y adecuado manejo del estrés.
En ocasiones, el médico indicará además un tratamiento farmacológico, que requiere de un control a través de los análisis clínicos.
En cuanto a la actividad física, Roberto Peidró, prosecretario de la FCA e integrante del Grupo de Cardiología y Deportes de la misma entidad, señaló que “la cantidad de ejercicio necesaria para promover una salud de las arterias y del corazón tiene que ver con que se haga la mayor cantidad de días posible, de tres a seis veces por semana cuanto más intenso, mayor será el beneficio".
Esa actividad puede consistir en simples caminatas de entre 30 a 60 minutos por día, trote suave, u otras de mayor exigencia como bicicleta, natación y fútbol, siempre con el consentimiento médico.

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