La maestra que dijo ser agredida en la escuela primaria de Agustín Roca por una mujer policía, madre de un alumno, le confesó a su círculo íntimo que el hecho la dejó “traumada” y que recién logró conciliar el sueño a las 48 horas de consumado el conflicto.
Debido al estado de conmoción que la embargó, la docente recibió licencia médica y no volverá al establecimiento educativo al menos “por unos días”, según le indicaron a Democracia fuentes vinculadas al caso.
En cuanto a la acusada, durante la jornada de ayer le fueron notificadas dos disposiciones en su contra: por un lado, el Ministerio de Seguridad resolvió desafectarla de su función de agente hasta tanto el área de Asuntos Internos (con sede en La Plata) evalúe y determina la medida a tomar con ella; y por otra parte, la Justicia dispuso que la investigada no se acerque ni a la educadora ni a la institución donde ocurrió el conflicto a una distancia menor a los 150 metros.
Mientras tanto, la mayoría de los docentes juninenses manifestaron su repudió al ataque sufrido por su colega y marcharon por las calles céntricas de Junín pidiendo que se terminen las acciones violentas en los colegios, situaciones que -señalaron en conjunto- suceden “casi a diario” en el Distrito.
Víctima angustiada
De acuerdo con la versión formulada por la maestra a su entorno más cercano, la embestida de la mujer policía se originó en el marco de una reunión que ambas mantenían en el despacho de preceptoría de la Escuela Primaria Nº9, acompañadas por una mujer que se desempeña como “orientadora” en esa entidad estudiantil.
Ese encuentro había sido pautado luego de innumerables notas enviadas por la docente a la mujer policía, alertándola por sucesivos actos de indisciplina que el hijo de esta última cometía en clase, avisos que pese a ser numerosos no habían recibido respuesta. Hasta que se concretó la reunión del miércoles, donde la educadora le habría sugerido a la madre del menor que el nene necesitaba tratamiento psicológico y allí se desató la furia de la agente.
“Me agarró de los brazos y me apretó contra la pared. Gracias a que dos auxiliares vinieron y me la sacaron, pude escaparme, pero me siguió hasta la cocina y después hasta el aula, donde hizo un escándalo delante de los nenes que estaban en ese momento en el lugar”, le relató la maestra a sus seres queridos.
Lo que ocurrió después ya es de dominio público: la agente logró escapar, no pudo ser arrestada por los efectivos que trabajan en un destacamento lindero a la escuela y la docente fue trasladada a Junín para radicar la denuncia ante la fiscalía de turno.
Ahora, la supuesta agresora fue despojada de su uniforme -al menos temporalmente, hasta que surja un dictamen firme- y no tiene permitido acercarse ni a la víctima ni al establecimiento en el que estudian sus hijos.
Fuerte repudio
A todo esto, cientos de docentes manifestaron su enérgico repudio al ataque recibido por la maestra de Roca y pidieron que cesen los actos de violencia en los colegios. A la asamblea concurrieron maestros y profesores agremiados a la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB) y a Udocba, mientras que los enrolados en Suteba y en Sadop estuvieron ausentes.
María Inés Sequeira, de la Unión de Educadores Bonaerenses, dependiente de la FEB, expresó:
“Decidimos realizar esta asamblea con suspensión de clases en repudio al hecho ocurrido el 30 de septiembre en la escuela de Roca. La docente se acercó al gremio solicitando ayuda y la estuvimos acompañando. Este hecho es lamentable y no debería ocurrir en ningún ámbito de la comunidad, pero lamentablemente se está haciendo habitual en los establecimientos educativos. Nosotros a diario recibimos llamados solicitando asesoramiento por distintos episodios de violencia que concurren en el interior de esas instituciones. Vamos a elevar a las autoridades todo lo actuado para que el Estado se haga cargo de resolver estas situaciones. Los docentes se sienten totalmente desprotegidos”.
Por su parte, Natalia Alderisi, de Udocba, denunció que “algunos inspectores y directores presionan para que todo se tape y bajo la alfombra se esconda todo lo que está sucediendo”.
“Esto no es la primera vez que pasa, los casos más relevantes fueron cuando dos chicos se pelearon adentro de la escuela normal, llegaron los policías, las ambulancias, no se sabía que unidad tenía que llevar a los menores, o sea que es un descontrol y nunca hay sanciones. No se toma ninguna medida para el alumno que viene con problemas de adicción, no ternemos herramientas para detectarlo. Entonces, si queremos incluir a todos estos chicos con problemas, estaría bueno que incorporen en las escuelas un médico, un policía, y un psicólogo. Nosotros somos docentes, no sabemos qué hacer ante determinadas situaciones”, señaló.
Otro sindicato con presencia en la convocatoria fue ATE (Asociación de Trabajadores del Estado). Julio Miguenz, secretario general de la Seccional Junín, explicó: “Estamos solidarizándonos con la docente y con nuestra compañera auxiliar que quiso poner paños fríos y también fue agredida. No podemos mirar para otro lado ante estos casos que son cada vez más recurrentes. Es un hecho muy grave, porque estamos hablando de un efectivo policial que tendría que estar resguardando la tranquilidad de todos los ciudadanos”.
Situación “lamentable”
A la manifestación tampoco faltaron autoridades del Consejo Escolar. El presidente de esa entidad, Alejandro Braga, expresó que “una vez más, como lo hemos visto en noticias de diferentes puntos de nuestro país, la violencia se instala dentro de nuestras instituciones y en la vida cotidiana”.
“Resulta lamentable que una docente de nuestra ciudad haya sido víctima de episodios que repudiamos en este acto con firmeza solidarizándonos con la docente agredida y poniéndonos a su disposición. Creemos que este penoso suceso debe llamarnos a la reflexión como ciudadanos”, consideró el titular de la entidad con sede en Alsina y Lavalle .
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