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TESTIMONIO DE UN SOBRIVIVIENTE

Ricardo Capelli: "Mugica pidió que antes me operen a mí"

En una charla en la Escuela de Educación Media 8 de Junín, el amigo del cura asesinado por la Triple A dio detalles sobre el momento en que fueron acribillados, en mayo de 1974. Sobrevivió tras recibir cuatro balazos.

Ricardo Capelli, amigo del sacerdote asesinado por la Triple A Carlos Mugica, brindó el miércoles pasado una charla en la Escuela de Educación Media N° 8 de Junín, que lleva el nombre del cura que formó parte del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo.
Capelli estaba con Mugica  cuando lo acribillaron el 11 de mayo de 1974 y recibió cuatro balazos. Ambos llegaron juntos al Hospital Salaberry.
"La primera bala es como un trompazo. Eso es lo que te voltea porque una bala no puede hacer tan rápido la vuelta para que te caigas. A mi me dieron cuatro", relató Capelli, sobre el momento en que fueron atacados.
Producto del ataque, Capelli quedó con la mano izquierda inutilizada hasta el día de hoy.
"Caigo de tal manera que quedo mirando hacia esas dos veredas, donde Carlos estaba siendo acribillado. Estaba de espaldas contra la pared y quedó sentado", contó.
Luego, los trasladaron hacia el Hospital Salaberry. "Me levantaron y yo me acuerdo que íbamos arriba de un Citroën 2CV cinco personas. No daba más de 20 kilómetros por hora. Yo lo iba puteando al tipo. Tenía unos dolores terribles, los borbotones de sangre me salían que pegaban contra la ventanilla, Carlos atrás se quejaba. Era todo un quilombo eso. No tengo palabras para explicar eso que se estaba viviendo", dijo.
"Llegamos al Salaberry y ahí nos ponen en dos camillas juntos", recordó. Pero más tarde, tras la visita de un conocido que se hizo pasar por médico, a Capelli se lo llevaron del nosocomio en el que estaba junto a Mugica y lo trasladaron en una camioneta pick up.
"En aquella época no había celulares. Llamaron por teléfono a un medico importante que fue el médico del equipo de Finocchietto. Se fue rajando para el Hospital Rawson. Me hicieron 14 operaciones en dos días. Seis con anestesia, ocho sin nada. Mi anestesia era morder un trapo o algo", relató.
"A los quince días vino ese Jorge Conti. A mí me habían metido en una sala solo con todos los aparatitos. Y me dice: 'Ricardito, qué barbaridad lo que le pasó a Carlitos'", reconstruyó la víctima, quien afirmó que hasta entonces no se había enterado que Mugica había muerto.
"A mí me estaban tapando", afirmó. Y agregó que Conti le dijo: "Vengo de parte de Don Pepe. (Don Pepe era López Rega –aclaró Capelli–). Estoy para lo que necesites". A lo que la víctima respondió: "Sáqueme de acá que soy boleta".
Luego, a Capelli lo llevaron a un lugar donde le "lavaban las heridas con cepillos de cerda y jabón de ropa".
Cuarenta años después del brutal episodio, durante una conmemoración, el hombre recordó que un médico que dijo llamarse Marcelo Larcade se presentó ante él.
"Era el cirujano que lo operó a Carlos. Yo no sabía quién era ni cómo era. Tenía grandes dudas porque suponía que lo habían dejado morir. Viene y me cuenta que lo operó a Mugica rodeado de cien personas armadas dentro del  quirófano y que en el momento que muere dicen: 'Ya se murió este hijo de puta' y se fueron marchando", contó.
Además, señaló que cuando a Mugica lo iban a trasladar al quirófano, Larcade le dijo: "Padre, vamos al quirófano que hay que operarlo". A lo que Mugica respondió: "No, no, no. Primero hay que salvar a Ricardo", dijo. "Eso es la vida por el otro", destacó Capelli.

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