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LA PROVINCIA

El efecto arrastre vs. el voto útil

La campaña electoral ingresó en la etapa de las definiciones. En un terreno donde ya queda poco espacio para la especulación  y en el que los principales candidatos jugarán las cartas más pesadas que les quedan.
Los principales candidatos a gobernador se abrazan a los números de diversas encuestas que, aseguran, les sonríen. La realidad se verá en exactamente dos semanas y si ese sueño que acunan por estas horas terminará revelándose como una dulce realidad o se convertirá en pesadilla.
En el Frente para la Victoria hay cierta dosis de optimismo por los guarismos que acercaron sus consultores en las últimas horas. Indican, dicen fuentes cercanas al candidato presidencial del oficialismo, que Daniel Scioli estaría cosechando en la Provincia un 42% de intención de voto, una suba de casi dos puntos con relación a las Primarias de agosto.
Cerca del Gobernador celebran ese pequeño estirón, pero estirón al fin, tanto como el estancamiento que, dicen, envuelve a Mauricio Macri. “Estamos a punto de ganar en primera vuelta”, se entusiasman.

Corte módico

“Puede haber 3 ó como mucho 4 puntos de corte en contra de Aníbal, pero Vidal no llega ni por casualidad al 37%”, analizan al referirse a la candidata bonaerense de Cambiemos.  En el FpV apoyan esa hipótesis en el rigor estadístico de la historia de las elecciones bonaerenses, donde el voto selectivo plasmado en el corte de la boleta sábana no excedió esos parámetros. “En general, va toda entera”, evalúan.
El sciolismo, mientras tanto, trabaja por estas horas en profundizar la estrategia de acumulación política. Resuelto a ir por el voto peronista que no lo votó en agosto -Scioli concentrará buena parte de la actividad proselitista que queda en el segundo y tercer cordón del Conurbano- se lanzó a la caza de dirigentes que se venían cobijando bajo el paraguas del Frente Renovador de Sergio Massa.
Ex candidatos a intendente, concejales y dirigentes sueltos por aquí y por allá son trofeos codiciados en el oficialismo. “Todo suma”, dicen los negociadores del oficialismo.
Pero esa captación no se agota en la coyuntura. Pensando en el futuro y una posible presidencia de Scioli, ya hay operadores cercanos al mandatario trabajando para llevarse al redil sciolista a un grupo de legisladores nacionales que todavía hoy responden a Massa.
Aníbal Fernández deja hacer. Ya lo ha dicho: si sube Scioli él también se verá beneficiado.
El voto útil
El macrismo y Cambiemos aparecen lejos de esa medida euforia oficialista. Manejan otros números, mucho más halagüeños para Vidal que para el propio Macri.
“María Eugenia está muy bien”, aseguran en su equipo de campaña. Pero las dudas vuelven al principio: la performance de Macri.  “Mauricio tiene que levantar más, si no, no hay corte que alcance para ganar la Provincia”, blanquean en el gobierno porteño.
Ayer en La Plata el candidato presidencial buscó mostrarse como el único candidato opositor en condiciones de derrotar a Scioli en el ballotage al convocar a todos aquellos que en las Primarias votaron por el resto de los postulantes de la oposición.
En esa misma sintonía anda Sergio Massa, quien transita la Provincia tras el objetivo de desbancar a Macri del segundo lugar del podio y colarse en una eventual segunda vuelta con Scioli. Como el macrismo, va por el voto útil con la consigna de que es el “unico” capaz de ganarle al oficialismo en segunda vuelta.

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