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>AYER SE LLEVÓ A CABO LA SEGUNDA AUDIENCIA DEL JUICIO ORAL

Se complica más la situación de los tres imputados de asesinar a Talarita

>Pese a que uno de los acusados se ofreció a declarar y dijo no saber cómo quedaron huellas de su ADN en la casa donde fue cometido el hecho, los testigos implicaron a los presuntos criminales. El jueves, a las 10, se dará lectura a los alegatos.

Los tres hombres acusados de haber matado a Luis Alberto Talarita quedaron más comprometidos tras la segunda audiencia del juicio oral que se está desarrollando en los Tribunales de Junín.
Se trató de otra jornada extensa e intensa, de más de nueve horas de duración y con un desfile numeroso de testigos  que complicaron la situación de Maximiliano Burgio, Gerardo Miranda y Matías Spinosa, los presuntos criminales.
El segundo de ellos, apodado "El Mendocino", se ofreció a declarar sobre el final del día, haciendo uso del derecho que le otorga laley, y brindó su versión de los acontecimientos ocurridos entre el 18 y el 19 de marzo de 2012, fecha del asesinato del enfermero.
 "No tengo nada que ver, hace un año que me vengo preguntando cómo puede ser que hayan encontrado huellas de mi ADN en ese lugar si yo no estuve cuando lo mataron" , expresó Miranda, quien reconstruyó lo que -según él- hizo en los instantes previos y posteriores  a la ejecución de Talarita.
Sin embargo, tanto él como Burgio cargan con una pesada prueba en su contra: la perito que realizó el análisis de las muestras de sangre halladas en el interior del inmueble situado en Paraguay 249 (donde se domiciliaba el difunto), confirmó que los resultados indican que hay tres millones de veces más de posibilidades que esos restos pertenezcan al "Mendocino",  y  en el caso de Burgio, mucho más.

La venta de la notebook de  Talarita
Uno de los testimonios clave expuestos en el juicio oral y público fue el de Juan Pablo Abal, conocido de uno de los imputados (Maximiliano Burgio) y quien habría hecho de intermediario en la venta de una notebook que sería de la víctima.
Ante los jueces Karina Piegari, Esteban Melilli y Miguel Ángel Vilaseca, declararon varios testigos durante la mañana y la tarde de la víspera, en la sala de audiencias del cuarto piso del Tribunal Oral en lo Criminal Nº 1, Departamento Judicial Junín; y el fiscal Javier Ochaizpuro.
También estaban en la sala los imputados Maximiliano Burgio, representado por el defensor oficial doctor Silvio Acerbo; Gerardo Miranda, defendido por el doctor Leopoldo Singla, defensor oficial también; y Matías Spinoza, único que tiene abogado defensor, el doctor Darío de Ciervo.
“Conozco a Maxi (Burgio) porque él es chapista y mi amigo (Daniel D’Ortona) vende autos y le llevaba el auto a Maxi. Y a Talarita lo conozco porque fue mi enfermero cuando me operaron de apéndice. De su muerte me enteré por los medios de comunicación”, dijo al inicio del interrogatorio.
El testigo manifestó que el día siguiente del crimen de Talarita, mientras estaba en la casa de su amigo Daniel, llegó Maxi y atrás la policía para preguntarle algo a este último, dijo que no lo llevaron preso sino lo interrogaron afuera del domicilio.
Al ser preguntado, recordó que a modo de broma le dijeron a Maxi, ‘vos mataste a Talarita’  como cargada, ya que sabían que era amigo del fallecido.
Manifestó que días posteriores, él estuvo presente cuando se vendió una notebook, que aparentemente era de Talarita, pero que él no sabía nada, hasta que el que la compró (César Pedraza) lo descubrió, porque en el  escritorio de la computadora estaba la foto de Talarita.
En la compra -venta de esta notebook, Abal mencionó a El Mendocino (Gerardo Miranda) y su pareja, que compraron la notebook. Señaló que la compu se vendió a cambio de una piedra de faso (marihuana), equivalente a 300 pesos de entonces).“Después me reclamaron sobre cómo le había hecho comprar esa computadora, pero yo no sabía que era de Talarita”, aclaró Abal, quien admitió que a cambio de su intermediación en la venta, había recibido un faso. “Yo por entonces fumaba, así que acepté”, apuntó.

Mucho "nerviosismo"
En el debate no faltaron las confuciones ni las contradicciones de varios testigos con  su propio relato. Fue el caso, por ejemplo de César Pedraza, un individuo que dijo haber sido intermediario entre Abal y Gastón "El Bumba" Villanueva, en la operación por la cual el segundo de ellos compró la notebook que era de Talarita a cambio de "una piedra de marihuana".
Un episodio similar se vivió con Juan Repetti, primo de Burgio, quien alegó estar nervioso y por eso relatar de manera diferente lo que había contado hacía un par de minutos.
Tan engorroso se volvió el ambiente a causa de esas situaciones que los jueces se vieron obligados más de una vez a repetirle a los declarantes que en caso de falsificar sus dichos podían resultar encarcelados.
Ya promediando la tarde, le tocó el turno de sentarse frente al estrado a los padres de Spinoza, Alejandro Spinoza y Stella Maris Luchetti. Consultados sobre los movimientos de su hijo el 18 de marzo de 2012, ambos dijeron que Matías les pidió la camioneta para ir a la Laguna de Gómez junto a su novia y que regresaron a las ocho de la noche. Después de allí, se fueron caminando a la casa donde convivían.

"Soy inocente"
Después de que el jueves ninguno de los tres imputados hubiera declarado, ayer, ya en el epílogo de la audiencia, "El Mendocino" Miranda  pidió brindar su testimonio.
En términos concretos, sostuvo que el quedó involucrado por obra de Burgio, quien si bien reconoció haber estado en la casa de Talarita la noche del crimen, para Miranda "no quiere cargar con el muerto".
"Yo el 20 de marzo viajé a Mendoza con mi señora, era algo que habíamos programadado desde hacía varios meses. A lo de Talarita había dejado de ir una semana o semana y media antes de que lo mataran y con Burgio consumí cocaína en una fiesta en la casa de D´Ortona, el viernes o sábado anterior al homicidio. Después de ahí lo vi una vez, el día antes de viajar, para pedirle que me de volviera ropa mía que yo le había prestado", narró el acusado, quien llegó a esta instancia detenido en la Unidad Penitenciaria 13 (los otros dos están en la Unidad 49).

El jueves, los alegatos
El jueves, a las 10, será el momento de dar lectura a los alegatos. Allí, el fiscal Javier Ochoaizpuro pedirá la sentencia que crea oportuna en base a los datos recabados en la investigación y a los elementos que hayan aportado estos dos días iniciales. El fallo de los jueces se conocería la semana próxima. <

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