None
PRESIÓN DE LOS INTENDENTES

El reparto de fondos, bajo la lupa

Los gobernadores rediseñan la coparticipación para dar respuestas a los reclamos de recursos de los jefes comunales y ensayan modelos para plantear la situación a nivel nacional.

Los gobernadores empezaron a ceder ante la presión de los intendentes desesperados por fondos y pusieron en marcha el rediseño de la coparticipación local, con lo que ensayan modelos para tratar de discutir la cuestión a nivel nacional en 2015. 

El fin del mandato de Cristina Kirchner y lo que analistas ven como el “fin de ciclo” kirchnerista predisponen a los gobernadores a discutir lo que no pudieron en los últimos veinte años porque ninguno logró instalarlo ante la negativa de la Casa Rosada. 

Los jefes provinciales tienen algo claro: cuanto menor sea el porcentaje de Coparticipación Federal, mayor es la dependencia política; y tras sufrirlo, no quieren que sus sucesores lo vivan con el futuro Presidente.  

Daniel Scioli (Buenos Aires), Francisco Pérez (Mendoza), José Manuel de la Sota (Córdoba), Antonio Bonfatti (Santa Fe), Ricardo Colombi (Corrientes), Martín Buzzi (Chubut) y Maurice Closs (Misiones) quieren discutirlo en 2015. 

Ya en 2010, el salteño Juan Manuel Urtubey y el entonces gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, le acercaron dos proyectos a la jefa de Estado para barajar y dar de nuevo, pero jamás hubo respuesta alguna. 

También en ese año, el neuquino Jorge Sapag había reclamado por carta la Presidenta discutir la Coparticipación Federal, cuando no lograba aumentar el precio del gas, pero desde la Casa Rosada le respondieron que no era el momento. 

Los intendentes presionan porque están contra la pared: les bajó su recaudación propia, aumentaron los salarios, otros costos operativos crecen al ritmo de una inflación del 40% anual y las transferencias que reciben de sus respectivas provincias y la Nación no caminan ahora al mismo ritmo.  

Y esas presiones se trasladan a los gobernadores, quienes desde 2007 vieron crecer los ingresos propios y las transferencias nacionales en el orden del 150 por ciento, mientras sus envíos a los municipios aumentaron un 260 por ciento promedio en ese tiempo, lo que elevó con fuerza el déficit fiscal y redujo el margen de maniobra.

Las transferencias a provincias se expandieron 32,2% durante agosto último, en línea con lo observado en los últimos tres meses (31,9 por ciento promedio): son casi diez puntos menos que la inflación real. 

Y el Fondo Sojero, uno de los mecanismos de transferencias automáticas para obras públicas en los municipios, cayó un 25% en agosto y cortó una racha de 16 meses de crecimiento. Ocurre que los productores retienen la cosecha ante las expectativas de una aceleración devaluatoria en el corto plazo, no venden y el Estado no recauda; y eso golpea a los intendentes. 

COMENTARIOS