MATÍAS HUARTE

El inicio de una nueva era como entrenador de San Martín

Fue partícipe del proceso de ascensos encadenados de Argentino rumbo a la Liga. También ascendió con el Celeste del Barrio Belgrano, quien ahora lo contrató como técnico del plantel profesional para el Torneo Federal.

“Comencé a los cinco años a jugar al básquetbol en el club Atlético Argentino. En ese entonces estaban Juan Cangelosi, Pablo Martínez, Valentín Sangiovani, Federico Francisquelo, Luciano Suplicio, Mariano Camún, Julián Tressol y me olvido de varios más, seguro. Estaba de técnico el Rata Samperi. Fue una época linda. Samperi nos exigía mucho en esa época respecto a lo que hoy se les pide a los chicos que recién empiezan.
Yo fui aprendiendo en la medida que iba pasando de categorías. Igualmente ya en pre-mini eran torneos muy competitivos distintos a los de hoy en día. Iba mucha gente y había finales. Con Los Indios se armaban unos partidazos, con el mismo Villa Belgrano -cuando ya crecimos un poco- que tenía unos infantiles y cadetes muy buenos. Fijate que durante mi trayectoria terminé siendo compañero del Coqui Ferrara, José Sofía, Martín Zanzarelli, una camada buena de jugadores que salió de Villa y con la que se armaban unos partidos bárbaros.
Integré el equipo de juveniles de Argentino que jugó ese famoso cuadrangular de la Liga Nacional en Junín, el primero que se hizo. Vino hasta Ferro Carril Oeste y Estudiantes de La Pampa. En ese tiempo estaba Adrián Capelli como entrenador y fue a hablar con Cristian Márquez porque yo estaba también en el equipo que en ese momento peleaba en la desaparecida Liga Nacional “C” que organizaba la Confederación Argentina de Básquetbol en el cruce de los equipos de provincial y capital,  y por ahí no me querían prestar”.

Fútbol y básquet

“Yo jugaba al fútbol en Jorge Newbery. Fui campeón de primera división del torneo de la Liga Deportiva del Oeste en 1998. Salimos campeones invictos. El último partido fue en cancha de BAP, pero yo estaba sancionado por el entrenador Javier Fontanés y no jugué. Habíamos ganado un intercolegial donde no tenía que jugar y como todo chico fui igual. No me arrepiento porque gané las dos cosas a la vez. Lo que pasaba era que había jugado todo el campeonato de titular en Newbery y me necesitaba entero para ese domingo. Yo jugaba de seis, pero en ese campeonato hacíamos línea de tres e iba por la derecha.
Tuve un lindo paso por Newbery donde hice todas las inferiores. Es más, los sábados que tenía básquet hacía lo siguiente: jugaba en pre-mini, me iba a integrar el equipo de fútbol y después volvía a jugar en mini. Así iba alternando porque pasaban las categorías y era mini-fútbol-preinfantiles. Iba y venía de una cancha a la otra.
Después me decidí por el básquet, estuve en tres temporadas del Torneo Nacional de Ascenso donde tuve compañeros a los que hoy me toca dirigir. Por ejemplo Pablo Martínez que fue compañero mío desde los cinco años.
El proceso de ascensos encadenados de Argentino fue mágico. Se vivió de una manera especial. Yo creo que en ese momento era otro el furor del básquetbol, hasta los mismos clásicos se vivían una semana antes y seguían una semana después con los empapelamientos y todo el folclore.
Una lástima que eso que era lo sano se haya perdido y por ahí hasta en un momento le ganó la agresividad y la violencia.
Fue todo muy lindo.  Obviamente que si te tocaba perder no querías ni salir de tu casa, pero si ganabas salías con el pecho inflado a la calle”.
 
San Martín

“Me vine a San Martín. Comenzamos con la era de Aldo Yódice y gracias a Dios conseguimos logros rápidos en cuanto a lo deportivo. Se ascendió a la Liga Nacional “C”, se jugó el cuadrangular donde ascendimos a la Liga Nacional “B” y el primer año que la jugamos llegamos hasta las semifinales donde perdimos contra Náutico Hacoaj.
Al año siguiente metimos el batacazo y ascendimos contra Firmat Futbol Club, acá en el Bastión disputando un quinto juego de desempate.
Fue otra época muy linda. La misma gente del club la recuerda como una fiesta porque arrimó muchos aficionados, otros venían a colaborar para dar una mano. En fin fue una época muy importante y muy linda que basquetbolísticamente he vivido.
Después tuve un paso por Costa Sud de Tres Arroyos, jugué regionales en Lincoln y Chacabuco, hasta que me fui abocando a ser entrenador, que si bien me falta para conseguir el título estoy trabajando para eso.
Trato de perfeccionarme lo mejor posible y llegar a tener la posibilidad que me da San Martín hoy me pone muy contentó.
Yo creo que por ahí se adelantaron un poco los tiempos para que yo esté al frente del plantel, pero se fueron dando situaciones donde distintos factores confluyeron sistemáticamente para que esté acá. Estoy más que agradecido a la misma gente que en su momento me eligió como jugador, hoy lo volvió a hacer como entrenador y para mí es más que importante.
Esto es un reto para saber a ciencia cierta si uno está a la altura de las circunstancias. Para eso hay que trabajar día a día, ir perfeccionándose, ver a los de arriba. Tratar de copiar a los entrenadores que están en Liga Nacional. El pasado fin de semana estuve en un curso en Mar del Plata con Carlos Duro y  Guillermo Narvarte que fue muy interesante.
Yo igualmente hago consultas, por ejemplo llamé a Adrián Capelli por alguno de los chicos, con Julián Pagura he consultado algunas cosas. Uno tiene que aprender de los que están por encima.
Yo quiero que este equipo tenga una identidad de juego y que cada jugador entienda el rol que debe desempeñar dentro de la cancha. Después espero tener un año tranquilo. Algunos jugadores de los que están en el plantel son amigos, pero deben entender que uno está para poner los límites y hacer cumplir su filosofía de juego. Deportivamente nosotros tenemos que ser conscientes que el plantel es para estar en mitad de tabla. Tranquilamente si nos ponemos a trabajar tenemos que sacarnos el cuco del descenso, esperamos que sea así. Hay que poner los pies sobre la tierra e ir objetivo por objetivo. El primero es no pelear en el pelotón de abajo, mantener la localía que  siempre fue nuestro fuerte. No hay que perder acá, vamos a defender duro y contagiar al hincha para que sea uno más alentando. Si lo logramos vamos a  estar de mitad de tabla para arriba”. 

COMENTARIOS