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PANORAMA POLÍTICO BONAERENSE

Movidas preventivas y un estallido en cierres

Los entretelones comenzaron a ventilarse en las últimas horas. Pero contribuyen, acaso, a entender algunos movimientos y decisiones que alumbraron en los últimos días en el terreno político bonaerense. El encuentro que sostuvieron Scioli e Insaurralde hace unos diez días concluyó sin que ni uno ni otro obtuvieran las respuestas que fueron a buscar.
Dicen que el Gobernador le reclamó a Insaurralde definiciones. Concretamente, si se mantendrá bajo el paraguas del Frente para la Victoria y entonces puede contarlo como candidato a gobernador en su armado, o si seguirá transitando el camino de los coqueteos políticos que, se especula, terminarán en un acuerdo con Sergio Massa.
Forjado bajo el ala de caudillos que han hecho de la política un arte, el diputado, dicen, esquivó la respuesta con al menos dos preguntas.
Las versiones que cuentan confidentes que hablaron, tras ese cónclave con Insaurralde, aseguran que inquirió a Scioli sobre quién manejará  el armado de listas y si habrá colectoras, un mecanismo que rechazan los intendentes del Conurbano porque les abren competencias de sectores ultra K. “¿La lapicera la va a tener otra vez Zannini?”, habría sido el primer interrogante con tono de cuestionamiento sobre el poder omnímodo del que ha hecho gala la Casa Rosada en la definición de las candidaturas para diputados nacionales y legisladores provinciales en los últimos cierres electorales.
El legislador pretende poner dirigentes de su confianza para que sean sus espadas en la Legislatura. Y sospecha que la muñeca del poderoso secretario Legal y Técnico del Gobierno nacional, y la propia Presidenta, no serán demasiado dadivosos a la hora de ceder espacios.
“Estamos en el Frente para la Victoria pero queremos garantías”, dicen cerca de Insaurralde. Quizás nadie esté en condiciones en el oficialismo, por ahora, de otorgarle esas seguridades que reclama.
Dicen que Scioli, tras ese fallido encuentro, dio la orden de mantener una posición neutra frente al lomense. “No le empujen, pero tampoco lo mimen”, habría sido la sugerencia.
Quizás en esa sintonía habría que anotar el gesto del propio Gobernador días después en La Matanza, cuando compartió un acto con el intendente Fernando Espinoza y se despachó: “Quien gobierna este distrito está en condiciones de gobernar la Provincia”, en lo que se interpretó como un respaldo para que el también titular del PJ bonaerense se anote definitivamente como aspirante a la Gobernación.
El mensaje impactó en Lomas y la reacción fue inmediata: Insaurralde ordenó al intendente Carasatorre que no asistiera al acto de lanzamiento de la mesa Scioli 2015 que se presentó en esa ciudad.
Y el viernes, durante el lanzamiento de la primera escuela de formación de las futuras Policías locales, Scioli y el diputado apenas si intercambiaron saludos.
Hubo, en cambio, un encuentro reservado entre Insaurralde y los ministros bonaerenses Alejandro Granados y Cristina Álvarez Rodríguez. Allí el legislador reiteró su pedido de “reglas de juego claras” en la interna del FpV.
En el sciolismo va tomando forma la certeza de que, finalmente, la pareja de Jessica Cirio será candidato de Massa. Es más: en la Gobernación conocen que el propio Insaurralde habría anticipado esa movida a algunos intendentes con los que charló en las últimas semanas.
Por eso es que con la idea de mitigar esa posible pérdida, trascendió un plan urdido en algunos despachos oficiales: darle el apoyo a Espinoza e incluso transformarlo en ministro de Gobierno para que, de paso, sea dique de contención de otros intendentes que por estas horas deshojan la margarita.
Esta última variante habría perdido fuerza en las últimas horas, pero Espinoza empezaría a trabajar en el esquema de Scioli en una jugada a dos puntas que apunta a evitar fugas y robustecer las pretensiones presidenciales de Scioli.
Granados se sumará a ese esquema en un trabajo sobre los alcaldes menos ligados al “pejotismo”.

Máxima tensión

“Por favor, que los callen”. La expresión casi a tono de súplica formulada por un legislador bonaerense del Frente Amplio Unen, resume la preocupación que embarga al espacio tras los durísimos cruces entre Elisa Carrió y Pino Solanas que tienen como telón de fondo la sorda disputa en torno de un posible acuerdo electoral con el macrismo.
El clima de tensión que se vive en Unen se traslada a territorio bonaerense donde numerosos dirigentes, en particular aquellos que necesariamente deberán ir a las urnas a revalidar títulos, siguen con atención un debate con final incierto. Hay quienes creen que las declaraciones de uno de los presidenciables, Ernesto Sanz, en el sentido de que hay provincias donde candidatos de la UCR van en busca de alianzas variadas en busca de ganar las gobernaciones, podría abrir la puerta para algunos intendentes  de la Provincia a intenten acuerdos similares.
  El futuro de Unen, con los actuales actores, es para no pocos dirigentes una verdadera incógnita. “El daño por apurar un debate con un año de anticipación es tremendo”, evalúan. Mucho mayor sería si, como algunos sospechan, la posible salida de Carrió y de un sector del radicalismo se produce pocos días antes del cierre de listas para las Primarias del año que viene.

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