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>EN LA SEGUNDA AUDIENCIA DEL JUICIO ORAL

Testigo dijo que a Cottini lo mataron

Un testigo de identidad reservada dijo haber visto el momento en que Rubén Cottini era golpeado por Cristian Chávez y otro hombre, la madrugada del 17 de septiembre de 2004, minutos antes de que la víctima de esa paliza fuera hallada sin vida en avenida La Plata y Félix de Azara, a metros de las vías.

En su relato, el testigo dio detalles puntuales de la brutal agresión que dijo haber observado escondido a pocos metros del lugar donde estaban apaleando a Cottini, como así también vio cómo lo dejaban tirado en cercanías del cruce ferroviario.

“Mientras uno lo amarraba, el otro le daba rodillas y patadas por todos lados, sobre todo en la cabeza y en el estómago”, dijo el individuo ayer, en la segunda jornada del juicio oral donde se busca determinar si la muerte de Cottini fue por las heridas provocadas por la embestida del tren –como se sostuvo por varios años- o por homicidio.

El estremecedor relato del testigo causó conmoción en toda la sala del cuarto piso de Tribunales, pero quien más hizo sentir su angustia fue Marta Basile, la madre del difunto.

Otro que aportó más ingredientes a la hipótesis del crimen fue un forense de apellido Carpinella, que llevó a cabo junto a Ricardo Oubiña (hoy radicado en Mar del Plata) la autopsia al cadáver del fallecido. 

Carpinella dijo que nunca tuvo dudas de que se había tratado de un asesinato, porque “los golpes que causaron el estallido del hígado y la rotura de siete costillas fueron aplicados por fuerza humana”, es decir, a través de actos de violencia física propinados por una o más personas. 

En el círculo íntimo de la fiscal Vanina Lisazo sostienen que ambos testimonios son el broche que faltaba para que el tribunal se convenza de que lo de Cottini no fue un accidente sino un homicidio y que, como autor material de esa acción, todos los caminos conducen a Chávez.

 El juzgamiento, a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal Nº1, compuesto por los magistrados Karina Piegari, Esteban Melilli y Miguel Ángel Vilaseca, comenzó el jueves pasado, con la declaración de numerosos testigos. 

En esa ocasión, varios de los citados a declarar habían puesto de manifiesto que Chávez y Cottini no tenían buena relación y habían dejado entrever que el imputado era la persona que, junto a un cómplice hoy fallecido, era el verdugo del caso en cuestión. El jueves será el turno de los alegatos. <

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