Mientras en el mundo de la infancia los juguetes tecnológicos ganan terreno sobre los entretenimientos lúdicos más tradicionales, las redes sociales parecerían ser la música de fondo que va marcando el ritmo de los tiempos actuales. Y no es exageración: los nuevos usuarios tienen entre 6 y 12 años y se estima que tres de cada diez chicos de esa franja etaria ya las usan todos los días y la mitad lo hace día por medio.
Si bien las redes dedicadas exclusivamente a chicos no paran de crecer (Club Penguin o Mundo Gaturro son claros ejemplos), muchísimos sub 13 eligen relacionarse a través de redes como Facebook, compartida también por el mundo adulto. Ante esto, lo lógico: cada vez más padres se preocupan por la vida de sus hijos en el mundo virtual.
Según un trabajo reciente presentado por Microsoft en nuestro país entre chicos de 13 a 17 años, de hecho, poco más del 40% de los adolescentes argentinos comparte datos con desconocidos a través de las redes sociales.
En días donde la seguridad de los chicos en internet está siempre en el candelero, el informe de Microsoft tal vez sirva para entender la magnitud de un problema al que no muchos adultos parecerían prestarle demasiada atención. Es más: no son pocos los expertos que aseguran que las cifras relevadas por Microsoft aún no alcanzan para dimensionar el verdadero alcance del problema.
“Por nuestra experiencia -dice Raquel Holway, titular de la ONG Alerta Vida-, me animo a decir que quienes intercambian datos con personas que no conocen a través de internet llegan a más del 70% de los casos”.
El problema, según Roxana Morduchowicz, autora del libro “Los chicos y las pantallas”, es que los jóvenes “no miden el alcance de Internet y se aferran a la creencia de que a un desconocido no le tiene por qué interesar lo que ellos escriben”. <
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