En Cerrito Colorado Sur insisten con señalizar el acceso y mejorar la calles

En el último tiempo se acrecentó el fenómeno de los juninenses que optan por irse a vivir a lugares más alejados y tranquilos de la ciudad, convirtiendo a las zonas de quintas en espacios donde hay cada vez más viviendas permanentes.
Cerrito Colorado Sur es un barrio que forma parte de esta tendencia. Se trata de unas 52 hectáreas ubicadas en el punto más al sur de la ciudad –delimitado por la Ruta Nacional N° 7, las calles Los Naranjos, Las Gallaretas y Ranqueles– donde las casas de fin de semana se entremezclan con las de unas 60 familias que ya están viviendo en el lugar.
El crecimiento poblacional hizo que los vecinos se organizaron en una sociedad de fomento, con el objetivo de dotar de servicios al barrio, tarea que de a poco van logrando, aunque todavía tienen pendientes algunos reclamos.

Servicios

Al tratarse de una zona periférica, muchos servicios básicos están ausentes en este lugar, como el agua corriente y las cloacas.
Distinto es el caso del gas natural, que fue pedido hace algunos años a través de un consorcio y, gracias a ello, el tendido de la red cubre a más del 80% de los residentes.
El presidente de la sociedad de fomento, Santiago Ehrman, explica que “hoy se siguen haciendo obras para extender la red y eso es muy importante”.
En tanto, el alumbrado público también llegó a este barrio a través de la gestión de sus residentes, como relata Ehrman: “La gente de Edén nos dio su apoyo y de a poco se  fueron sumando luminarias. En los últimos años logramos instalar unas 45 luminarias, algo que es muy importante porque hace diez años no había ninguna. Es decir que en ese tema hemos avanzado mucho”.
Por último, la recolección de residuos aún no alcanza esta área. Esta actividad se hace a través de un prestador privado, al que le pagan los vecinos. No obstante, el presidente de la sociedad de fomento aclara que en esta situación continúa así, en parte, por responsabilidad de los vecinos. “Estuvimos tratando el tema con la municipalidad –cuenta– y nos dieron una mano muy grande, pero todavía no terminamos de ponernos de acuerdo internamente en el barrio, por eso seguimos con el servicio privado”.

Principales reclamos

Uno de las quejas más frecuentes de los lugareños tiene que ver con el estado de las calles.
“Hasta el año pasado teníamos una buena respuesta de la municipalidad, venían muy seguido a acomodarlas”, reconoce Ehrman, para luego aclarar: “En lo que va de este año estamos bastante flojos, vinieron muy poco. Incluso han hecho algunos trabajos en los que han sacado mucha tierra de las calles para llevar a otros barrios y nos dejaron con un gran problema, porque hay calles que antes no se poceaban y ahora están muy deterioradas, se hacen canaletas donde antes no se hacían, quedaron expuestos árboles y postes de electricidad”.
En tal sentido, desde la Comuna les dijeron que iban a reparar ese inconveniente. “Debe haber mucho trabajo en el centro y capaz que por eso todavía no llegaron”, ironiza el fomentista.
En tanto, la señalización interna también es un déficit del lugar. No tanto respecto de los carteles con los nombres de las calles porque ésos fueron colocados por los residentes, sino por otro tipo de cartelería: “Tenemos un problema porque no sabemos a quién corresponde señalizar las calles, no tenemos respuestas de la municipalidad. Faltarían más carteles en cuanto a prevención, porque acá tenemos dos clubes, el Banco Provincia y Los Miuras, por lo que hay muchos chicos, no solo en el verano por la colonia, sino también en el resto del año. No logramos que pongan señales con velocidades máximas, o algún sistema de reducción de velocidad como para que los autos no anden tan rápido porque el del tránsito es un problema para este sector”.
Con todo, el problema más acuciante pasa por el ingreso al barrio. Es que la calle principal de acceso a Cerrito Colorado Sur es Los Naranjos que, en su intersección con la Ruta 7 se vuelve muy peligrosa. “Ese es un problema serio y creo que va a ser cada vez peor –señala Ehrman–, uno viene por la ruta y a esta altura los autos y camiones ya empezaron a tomar velocidad, entonces, cuando tenemos que bajar a nuestro barrio por Los Naranjos, se hace muy violento y con serios riesgos de algún accidente. Y peor es cuando hay que subir a la ruta para ir a Junín: no hay señalización, no hay nada. Para ser sinceros, esto no es responsabilidad de la Municipalidad, pero lo cierto es que desde allí podrían ayudarnos a gestionar alguna dársena que nos permita bajar al barrio. Algo se hizo, lo que se sacó de la ruta cuando fue reparada fue tirado en la banquina, pero en realidad hay que hacer una buena dársena para no correr riesgos”.
El presidente de la sociedad de fomento considera que esto podría empeorar a partir de un emprendimiento inmobiliario que hay en el lugar: en el barrio cerrado San Ignacio, lindero a Cerrito colorado Sur, se vendieron 150 lotes, con lo que, cuando se habilite, habrá más de 200 nuevos autos en la zona. Ehrman explica que se hizo “una salida a la Ruta 7 por el camino que va al Club Banco Junín, pero la entrada principal al barrio es la otra, la de Los Naranjos, y eso debería ser tenido en cuenta”.

Otros temas

Como una forma de solucionar el tema de la inseguridad, los vecinos de Cerrito Colorado Sur contrataron un servicio de seguridad privada que hace recorridas permanentes.
Además, conformaron una red de comunicación entre todos los vecinos, donde todos tienen los teléfonos de todos, lo que ayuda en la prevención.
No obstante, Ehrman remarca que “en el verano hubo algunos episodios de robos, en casas donde por suerte no había nadie”. No obstante, aclara que después de marzo hubo más hechos y destaca que “la policía anda por el barrio y los patrullajes se ven”.
Por último, Ehrman hace referencia al funcionamiento de la sociedad de fomento: “En octubre hicimos un recambio de autoridades y se conformó una nueva comisión. Decidimos trabajar, principalmente, en algunos temas, como la señalización, la bajada de la Ruta 7, luminarias, y seguir extendiendo la red de gas natural. En general hay participación, a veces cuesta un poco que vengan a las reuniones, pero debo reconocer que hay apoyo de los vecinos a los trabajos que nosotros hacemos”.