El concejal Diego Guillermo Ramos (UCR) propone que los nuevos conductores, menores de 21 años, hagan un taller dictado en el Centro de Prevención de Adicciones (CPA).
El proyecto presentado al Concejo Deliberante linqueño, por el mencionado edil, busca utilizar los recursos humanos y profesionales de la Provincia articulando con los municipales, a los efectos de profundizar el trabajo netamente preventivo, en una etapa etaria donde las consecuencias dejan secuelas irreparables.
Propone que desde el CPA se les brinde información concerniente a las pautas de conductas y recaudos que deberán asumir para mantener en todo momento una conducción segura para sí y para terceros. Asimismo se los informaría sobre los riesgos y consecuencias que acarrea el consumo de alcohol y otras sustancias al momento de conducir un vehículo.
“El alcohol está introducido de tal forma en nuestra sociedad que a muchos les resulta difícil admitir los inconvenientes que genera en la conducción. Muchas veces existe una gran tolerancia social hacia su consumo y hacia los problemas derivados de su uso”, apuntó Ramos.
“Casi la mitad de los accidentes fatales de vehículos automotores en Argentina fueron causados por el alcohol. Conducir bajo los efectos del alcohol es uno de los delitos más irresponsables que puede cometer una persona. Un vehículo en manos de una persona que se encuentra bajo los efectos del alcohol es un arma mortal”, dijo.
Las estadísticas, señalan que uno de cada tres accidentes de tránsito es protagonizado por menores de 24 años estimulados por sustancias adictivas, por lo cual desde el unibloque de la Unión Cívica Radical se propone complementar las exigencias de los exámenes obligatorios al momento de sacar la Licencia de Conducir, para generar mayor conciencia.
En nuestro país, la ley que regula la cantidad de alcohol autorizada para conducir un automóvil, establece como límite de alcoholemia 0.5 gramos de alcohol por litro de sangre. Se considera que a partir de esta cantidad el conductor comienza a manifestar reacciones psicomotrices importantes que dificultan la conducción. Este límite se vuelve más estricto para la conducción de motos y ciclomotores donde la tolerancia se disminuye a 0.2 gr/litro y a 0 para quienes conducen transporte de carga o pasajeros. Este límite en alguna medida es arbitrario, no contempla la realidad de todos los conductores en cuanto a la tolerancia que tiene cada uno de ellos a los efectos del alcohol.
A manera de ejemplo una persona de 90Kg. tomando 2 vasos de cerveza llegaría fácilmente a la cantidad límite definida por la Ley de Tránsito.
TRÁNSITO Y ADICCIONES
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