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AGRO Y PRODUCCIÓN

Los caminos rurales en pésimo estado y las inclemencias del clima complican la cosecha

Las economías de la región se ven necesitadas de un plan maestro de infraestructura que permita un mejor aprovechamiento de las operaciones logísticas.

Lejos del “paraíso” de la soja en el que muchos creen, en la Región la falta de infraestructura rural, especialmente por el mal estado de los caminos, sumada a las inclemencias de los factores climáticos, ponen en riesgo la cosecha y las próximas siembras, alertan los especialistas.
Así, las economías de la región se ven necesitadas de un plan maestro de infraestructura que permita un mejor aprovechamiento de las operaciones logísticas.
Esto, según los analistas del sector, repercutirá en las empresas de logística que tendrán que transportar mayores volúmenes y deberán estar mejor preparadas que en años y campañas anteriores.
Según la estimación de la calificadora de riesgo Moody’s, los países de la región están en mejores condiciones -gracias a que sus balances fiscales se fortalecieron- de afrontar riesgos de tipo climático y de acceder a créditos bilaterales y multilaterales, que ayudarán a solventar gastos destinados a la reparación de infraestructura.
La consultora María Sol Arcidiácono, de Intagro, en el marco de un desayuno sobre las perspectivas económicas del sector agropecuario para 2015, que tuvo lugar en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, señaló que “el clima genera más incertidumbre, más volatilidad en el precio de una commodity agrícola porque hasta que no tengamos la cosecha en el barco no sabemos cuál será la oferta”.
Además, la mayoría de las zonas productoras (como en el caso del Gran Rosario) tienen caminos de tierra con muy poco mantenimiento, por lo que los camiones que llevan el cereal desde el campo hasta las plantas acopiadoras sufren para poder mover la cosecha del campo.
“Allí, las municipalidades son las responsables, pero no reciben prácticamente nada de las coparticipaciones provinciales y menos aún de la coparticipación nacional, relacionada con las retenciones”, explicó Matías Tortorella, de la consultora GestionAr.
Según el especialista, aunque los productores afrontan el 35% de retenciones al agro, en repetidas ocasiones deben arreglar sus propios caminos y también hacerse cargo de las roturas de los camiones.

Caminos intransitables

Esta situación, en años húmedos (impacto de El Niño) como el que está previsto, se agrava aún más por el barro. “El costo de llevar la mercadería a puerto está regido por la Confederación Argentina de Transporte Automotor de Cargas [Catac] y los camiones marcan el rumbo de los precios”, agregó. 

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