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NADIE SE QUIERE QUEDAR CON EL ÁLBUM IMCOMPLETO

Terminó el Mundial, pero en Junín continúa la pasión por las figuritas

Es una actividad compartida por grandes y chicos. Además del trueque, a través de Facebook, esta semana se llevaron a cabo dos encuentros de intercambio a los que asistieron, a cada uno, más de medio centenar de personas.

“Acá está la que te faltaba, con ésta completás el álbum”, gritaba una señora de unos 60 años a un niño de no más de 10, que la miraba con una expresión serena, casi perdida, y una media sonrisa. “Al final, estoy más contenta yo que vos”, terminó diciéndole la mujer.
Es que, en muchos casos, los adultos parecen más interesados que los chicos en terminar de llenar el álbum del Mundial de Fútbol 2014, dos semanas más tarde de la finalización del certamen.
La escena se produjo en la explanada de los ex colegios Normal y Nacional. Allí, el lunes pasado y ayer se dieron cita más de medio centenar de personas –entre niños y adultos–para intercambiar figuritas, en una suerte de “revival” de la pasión por las “figus” que durante este Mundial unió a grandes y chicos.

Cómo surgió la iniciativa

En una época dominada por la tecnología, donde la Playstation, la Xbox o la Wii parecieran ser las únicas formas de esparcimiento para los chicos, la aparición del álbum del Mundial de Fútbol 2014 retrotrajo la diversión a épocas pasadas y padres e hijos volvieron a entretenerse juntos, recolectando figuritas y pegándolas.
En este caso, no hay difíciles, pero a 5 pesos el paquete de cinco figuritas y con 639 casilleros por ocupar, completar el álbum a la manera tradicional cuesta mucha plata.
Para ello, las redes sociales –una vez más– jugaron un papel fundamental.
En nuestra ciudad, se creó el grupo de Facebook “Figuritas repetidas mundial 2014 sólo Junín (Bs. As.) y la zona”, que fue planteado como un espacio con reglas claras: sólo se pueden  permutar una por una o ser vendidas a 1 peso cada una, en el caso de que no se puedan intercambiar. En esta comunidad “queda terminantemente prohibido que se cobren las figuritas más de un peso o que se pidan más cantidad de las que se dan. En ese caso, la persona que lo hiciera será eliminada automáticamente del grupo”.
Allí se fueron congregando personas que buscaban completar su álbum y hoy este espacio virtual tiene casi 230 participantes. Esto fue de una gran ayuda para el intercambio de figuritas entre los internautas.
No obstante, a partir de ahí se promovió otro tipo de encuentros personalizados, para facilitar el trueque.

Espacio de intercambio

La explanada de los ex colegios Nacional y Normal fue el lugar elegido para llevar a cabo un encuentro de intercambio. Se hizo el lunes pasado y se reiteró ayer. Allí, chicos y grandes, padres con sus hijos, abuelas y nietos, se dieron cita para una jornada de trueque. En promedio, hubo más mujeres que hombres. Con hojas escritas de puño y letra, o sofisticadas planillas de Excel, sumado a pilas de figuritas, unas 50 personas, entre adultos y chicos, protagonizaron el canje de figuritas.
El clima fue de absoluta camaradería. Lejos de las “avivadas”, los asistentes sabían que todos asistían con el mismo objetivo.
“Dame cualquiera que a mí me sirve para seguir cambiando”, le dice Iñaki a una señora a la que le dio seis figuritas, aunque ya tenía todas las repetidas que ella le ofrecía.
Estaban los que le faltaban una, dos o cinco, y los que todavía deben reunir más de cien para completar el cuadernillo.
“¿Quién me manda a meterme en esta?”, se preguntaba un hombre de menos de 40 años que luchaba por no mezclar sus repetidas con las que iba cambiando, al tiempo que tachaba las que había conseguido en el papel que tenía sus anotaciones.
“Si no lo ayudo, el álbum es imposible de completar. A mi hijo le faltan más de 50 y de los últimos paquetes que comprábamos, sólo pegábamos una de cada diez, el resto eran repetidas”, decía Anabel en medio de una tarde soleada pero muy fresca.
Mientras se disputaba el Mundial, diversos kioscos y negocios de la ciudad ofrecieron el servicio del cambio de figuritas. Algunos cobraban un peso por cada transacción, otros más aún, pero estaban los que lo hacían de manera gratuita. Sin embargo, después del último partido el entusiasmo por el fútbol mundialista decayó, los comercios volvieron “a la normalidad” y se terminó con esta práctica.
De esta manera, el intercambio a través de las redes sociales o en jornadas como las que se llevaron a cabo esta semana, resultaron las últimas posibilidades de completar el álbum.
Ayer, la jornada de trueque se desarrolló durante una hora y media. Cuando bajó el sol, el frío se hizo sentir y de a poco la gente se fue dispersando.
Algunos lograron llenar el álbum. A otros ya les falta menos. Pero todos regresaron a sus casas y enseguida se pusieron a pegar las que habían conseguido. 

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