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FERTILIZACIÓN ASISTIDA

En Junín se hacen tratamientos de baja complejidad, pero faltan medicamentos

El director del Hospital, Carlos Garbe, reconoció que este faltante genera interrupciones en los procedimientos. Pese a ello, una pareja juninense pudo concretar su sueño, con embarazo a término y el nacimiento de un bebé. El trabajo de los médicos en la Ciudad.

Si bien en Junín aún no se hacen tratamientos de alta complejidad en materia de fertilización asistida, aquellas parejas que no pueden concebir un niño o niña, pueden acceder, luego del correspondiente diagnóstico de un médico, a un procedimiento de baja complejidad.
En el Hospital Interzonal General de Agudos “Dr. Abraham Félix Piñeyro” se lleva adelante este tipo de tratamientos, de baja complejidad, los cuáles se practican de forma gratuita, pero hay inconvenientes para la continuidad de los mismos.
El director del nosocomio, doctor Carlos Garbe, manifestó en una entrevista con Democracia que en el Hospital hay un equipo que sigue trabajando en estos casos, pero “con cierta discontinuidad porque a veces reciben la medicación y otras, no”.
“Aquí se hace el de baja complejidad, que es estimulación ovárica, para provocar la ovulación, y justamente a veces se discontinúa el apoyo con la droga, con la medicación para toda la estimulación necesaria”, explicó.
“Tuve una reunión con la Secretaría de la Mujer y la Familia y nos comprometimos, también con la doctora (María Laura) Walker, médica ginecóloga del Hospital, a gestionar en el Ministerio de Salud para que no se interrumpa la provisión de medicación”, apuntó.
“En este tema trabajan las doctoras Walker y Carolina López –dijo-, pero la alta complejidad se hace en el Hospital de Haedo. En este momento no hay ningún caso derivado”.
Consultado sobre por qué no se aplica la ley de Fertilización Asistida en el Hospital de Junín, Garbe afirmó: “La ley es nacional, con adherencia obligatoria por parte de todas las provincias, a la cual en principio se adhirieron muy pocas, entre ellas Buenos Aires. Se aplica pero a veces se discontinúa la provisión de medicación porque no les alcanza. Vamos a gestionar para que no se interrumpa el suministro, aunque si bien hay consultas, no son demasiadas”.

Un caso exitoso

“Como parte del trabajo que hicieron las médicas Walker y López hubo siete casos de los cuales uno llegó a término, nació un varoncito. En los otros casos, no hubo fecundación, otros han embrionado y en otros dos se hizo implante tubárico”, dijo.
Garbe mencionó también el Plan Sumar, o Nacer, que es aplicado en Argentina, y con un convenio con Unicef que impulsa la cobertura sanitaria para niños y madres. “Cuando se informa de los avances a Unicef, se paga determinada cantidad de dinero que se puede reinvertir en medicación, insumos, instrumental, etc.”, dijo.
“Estamos adheridos a este plan pero necesitamos seguir sumando para tener una determinada cantidad de fondos como para tener la posibilidad de comprar instrumental o medicación”, apuntó.
Walker, médica ginecóloga que trabaja en el Hospital y también en el Sanatorio Junín, explicó a este diario: “En el Sanatorio cada médico ginecólogo, en forma particular, en consultorio, puede hacer lo que es de baja complejidad. Lo primero que se hace es recibir a la paciente y diagnosticarla, para saber cuál es el motivo de su dificultad para quedar embarazada, a partir de ahí, evalúa si la paciente puede recibir un tratamiento de baja complejidad (estimulación ovárica e inseminación intrauterina), eso se puede hacer en Junín, sin ningún problema”, afirmó.
“Si la paciente tiene un diagnóstico y necesita un tratamiento de alta complejidad, por ejemplo fertilización in vitro, se deriva a Buenos Aires. La baja complejidad la pueden hacer los médicos en Junín”, reiteró.
“En el Hospital –dijo-, este es prácticamente el primer año que logramos un poco más: una paciente embarazada, a término, pero la realidad es que no tenemos casi nada”.
Por otra parte se supo que en la clínica IMEC hace consultorio el doctor Juan Carlos Carrere, especialista en medicina reproductiva, quien tiene un centro en Buenos Aires denominado Procrearte. En Junín atiende a las pacientes, hace diagnóstico y lo que es para alta complejidad la deriva.

Ya no hay límite de edad

La Cámara de Diputados bonaerense convirtió en ley recientemente la adecuación de la normativa provincial sobre fertilización asistida a la legislación nacional. A partir de ahora, tanto la salud pública como privada deberá cubrir la donación de óvulos y espermatozoides y no habrá límite de edad para acceder a los tratamientos.
La ley de Fertilización Asistida en la provincia de Buenos Aires fue pionera en el país y, a poco más de tres años de su puesta en marcha (en enero de 2011) produjo un centenar de nacimientos gratuitos en hospitales públicos de la Provincia. Además, ya se atendieron más de 28 mil consultas y actualmente hay 189 tratamientos en curso.
“La adaptación permite que cada vez más personas accedan al proyecto de formar una familia, algo que hasta la aparición de estas leyes se limitaba a aquellos que contaban con el dinero suficiente para pagar los tratamientos, es decir, muy pocos”, dijo el ministro de Salud de Scioli, Alejandro Collia.
Y agregó que “la Provincia cuenta con una red de 10 centros de fertilización asistida en hospitales públicos, con equipamiento de última generación y un equipo médico capacitado para atender consultas y tratamientos de alta y baja complejidad”.
Collia recordó que en julio del año pasado, el senador bonaerense del Frente para la Victoria (FpV) Luciano Martini presentó el proyecto de adecuación de la ley y que contó con el asesoramiento de la cartera sanitaria provincial. “Pusimos nuestra experiencia al servicio de la iniciativa, porque la provincia de Buenos Aires fue el primer Estado de Sudamérica en contar con legislación y tratamientos públicos y universales para parejas con problemas de fertilidad”, agregó.

Los cambios
 
Ahora la Provincia será también la primera en adoptar beneficios incluidos en la ley nacional, aprobada en junio del año pasado. Concretamente, a través de la adecuación de sus normas, la legislación bonaerense no pondrá límite de edad para tratamientos (hasta ahora sólo los cubría para mujeres de 30 a 40 años); y contemplará la donación de óvulos o espermatozoides para la fecundación in Vitro en caso de ser necesario.
“La ley provincial fue la primera en entender la infertilidad como una enfermedad, cuyos tratamientos deben ser cubiertos y garantizados por el Estado si el paciente no cuenta con obra social”, explicó la asesora del Programa de Fertilización Asistida provincial, Natalia Tarducci.
En ese sentido, la especialista destacó que la sanción de la ley nacional el año pasado posibilitó que esta enfermedad sea incluida dentro del Plan Médico Obligatorio (PMO), que exige que las empresas de medicina prepaga y las obras sociales cubran los tratamientos.
Además, en febrero de este año, la cartera sanitaria provincial inauguró el décimo centro público de fertilización y el primero destinado a tratamientos de alta complejidad en el hospital materno infantil Victorio Tetamanti, de Mar del Plata.
“Sólo el 20 por ciento de las parejas que se acercan a consultar requieren tratamientos de alta complejidad”, señaló Tarducci. Las patologías más frecuentes  son la varicocele, en los hombres; y la obstrucción de trompas y la baja reserva ovárica en las mujeres.
En la actualidad, tres de cada diez parejas que se someten a un tratamiento de reproducción asistida requieren de óvulos o esperma donado para tener un hijo, sin contar el creciente número de mujeres sin pareja que deciden ser madres por ovodonación como consecuencia al retraso de su decisión y el envejecimiento de sus ovocitos.
Los tratamientos de reproducción asistida se realizan solamente cuando hay posibilidades razonables de éxito, ofreciéndoles un tratamiento adecuado a cada paciente. 

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