La construcción descendió casi un 30% con respecto al último semestre de 2013

En los últimos años, la construcción fue uno de los pilares que sostuvo la economía de Junín. De hecho, el boom de esta actividad se ve reflejado en un cambio en la fisonomía de la ciudad, donde las edificaciones se acumulan en todas las zonas de la ciudad.
Sin embargo, hay indicadores que muestran un cambio de tendencia.
De acuerdo a los datos de la Dirección de Obras Particulares de la Municipalidad, a los que tuvo acceso Democracia, los expedientes de obras ingresados en esa dependencia sufrieron una merma del 28,3% entre el segundo semestre de 2013 y los primeros seis meses de este año.
Es que entre julio y diciembre del año pasado se iniciaron 237 trámites, mientras que entre enero y junio últimos, fueron apenas 170.
Asimismo, si bien los expedientes por ampliación se mantuvieron casi iguales, los “Relevamientos” ratificaron esta tendencia, pasando de 164 en el segundo semestre del año pasado, a 108 en el primer semestre de esta campaña.
El apartado “Relevamientos” corresponde a obras existentes que en su momento no tramitaron el permiso de obra o que no tienen la documentación, y que fueron regularizadas.

El porqué de la baja

Referentes del rubro de la construcción confirman esta tendencia aunque advierten que esto se manifiesta, principalmente, en las obras de los inversionistas, ya que en el ámbito de los particulares, los créditos Procrear ayudan a mantener cierto nivel en el mercado.
“El año pasado ya se empezó a notar la caída de la construcción”, señala Leandro Chiesa, titular de la Asociación de Arquitectos de Junín, y agrega: “Lo que paró un poco es la participación de los inversionistas, que venía con mucho auge, que construían departamentos u otro tipo de unidades para sacar un rédito por ellas. Eso viene cayendo por el tema de la inflación, porque no se pueden mantener los precios”.
Por su parte, el maestro mayor de obras y constructor Alberto Borgatello coincide con el análisis de Chiesa: “Hace años que estoy trabajando en una empresa que hace edificios para fideicomisos y obras importantes, y en ese tipo de inversión inmobiliaria es posible que se haya sentido una retracción respecto de lo que fue el año pasado. Creo que el mercado está más expectante, un poco porque hay mucha oferta y además porque el inversor está expectante de ver dónde pone su ahorro, hablando siempre de ahorros importantes. Es probable que se esté analizando cómo está la economía en este momento, por el dólar y las negociaciones internacionales, y eso a veces asusta un poco”.

La incidencia de Procrear

Los profesionales aseveran que la situación es distinta respecto de la construcción de viviendas residenciales. De hecho, esto se ve ratificado por las cifras oficiales, que marcan que el 70% de los trámites iniciados en el último semestre en la Dirección de Obras Particulares, corresponde a beneficiarios del Procrear.
Para Borgatello, “es importante el incentivo que significan las tasas de los créditos que otorga el Gobierno a través del Procrear, porque mueve una parte del escenario de inversión, que es lo que se denomina de la primera casa, algo que permite este plan, que ayuda a inyectar mano de obra en la ciudad”.
En el mismo sentido, Chiesa sostiene que “el Procrear mantuvo un poco los números de la construcción privada y ayudó a conservar el mercado activo; pero también hay que tener en cuenta que los valores de los terrenos están muy altos en Junín y es muy difícil llegar a obtener un lote, lo que hace que se frene la tendencia que venía. La mayoría de los que pueden acceder al Procrear, es la que ya tiene un terreno”.

El futuro

Dado este escenario, hay diferentes visiones sobre lo que puede pasar en el futuro inmediato con respecto a esta actividad.
Para Chiesa, “el panorama es incierto”, y amplía: “Los materiales aumentan cada vez más y, de hecho, los créditos que se están dando a través del Procrear se están quedando cada vez más atrasados con el dinero que otorgan, por lo que en muchos casos la gente no puede terminar sus casas”.
El titular de la Asociación de Arquitectos analiza que “el mercado sigue en movimiento, los corralones siguen trabajando y, si bien la mano de obra también tiene oportunidades, ha bajado bastante respecto al año pasado”. Según dice, “ahora se ve más mano de obra disponible y es, en gran medida, por obras grandes, de inversionistas, que ya prácticamente no se ven”.
Es por ello que Chiesa insiste en que “en el futuro, el panorama también es de incertidumbre, no se sabe qué va a pasar, y no se ve un repunte de la actividad; pero esto se ve en todos los rubros, la inflación está y la construcción también refleja esa situación”.
En tanto, Borgatello evalúa que el escenario actual “es de expectativa, hasta ver cómo se va a acomodar el mercado”.
El constructor asevera que “si uno ve la ciudad puede advertir cómo cambio en los últimos años, con muchos edificios que se están construyendo y esas obras que están en marcha van a terminarse, con departamentos vendidos o por venderse”.
Por eso, cree que “para lo que resta del año podría haber una reactivación, porque para el que tiene un excedente de dinero grande, los ladrillos son una inversión segura. Si uno lo analiza, la suba del metro cuadrado fue acompañando el alza del dólar y quizás hasta tuvo un aumento superior, entonces el que invirtió en ladrillos, invirtió bien”.