A fuerza de arrebatos, los motochorros ya dominan en tres barrios de la Ciudad

Según un relevamiento realizado por Democracia, los delincuentes que se movilizan en rodados protagonizan las dos terceras partes de los delitos en el centro, Barrio 9 de Julio y Belgrano. Un mapa muestra las zonas elegidas por los ladrones.


Los arrebatadores y “motochorros” tienen ya tienen sus zonas elegidas para robar: el micro y macro centro, Barrio 9 de Julio y Belgrano. Esos son los tres barrios en los que más asaltos de este tipo se registraron en Junín. Pueblo Nuevo, Fátima y el Prado Español, le siguen en la lista.

Los delincuentes dedicados a este tipo de delito, actúan a toda hora del día y logran su cometido en segundos. En muchos casos, en ese breve instante llegan a aplicar violencia sobre sus víctimas, que poco pueden hacer para anticipar su accionar. La mayoría de las veces escapan en moto, y si no, corriendo.

Según un relevamiento realizado por Democracia sobre una muestra de 48 de los casos registrados en los últimos meses, el ranking de los barrios más elegidos por los malhechores está conformado por: el micro y macro Centro en primer lugar, seguido por el Barrio 9 de Julio y Belgrano.

Cabe destacar que los casos relevados son los denunciados a la policía. Pero es de conocimiento público que gran parte de los hechos no trascienden ya que las víctimas no hacen las denuncias en la sede policial.

Las calles Benito de Miguel y Almafuerte parecen ser una constante en la rutina de los motochorros, como también Rivadavia, entre Jean Jaures e Ituzaingó, y Guido Spano.

Una concentración particular de delitos se observa en la Plazoleta de Los Trovadores y sus alrededores, en inmediaciones del Club Mariano Moreno, donde siete de los casos ocurrieron en esa zona.

Una calificada fuente policial, en diálogo con Democracia, afirmó que los hechos perpetrados por arrebatadores se concentran en las zonas comerciales o de mejor poder adquisitivo, porque “los delincuentes saben que allí la gente va y viene del banco, va a comprar algo y lleva dinero, tiene un celular, un reloj o una cartera, y en pocos minutos se pueden hacer de un buen botín”, afirmó.

En ese sentido, el jefe policial habló que la franja de entre los 16 y 20 años es la que más ilícitos de este tipo protagoniza, ya que están en mejores condiciones físicas para escapar. Otro factor señalado por el investigador, es el de la droga. “Tienen la necesidad de contar con dinero fácil para ir a comprar”, comentó.

La semana pasada ocurrió un caso que grafica lo comentado por la fuente policial. El viernes último, un adolescente de 16 años le robó las pertenencias a otro de 12, en inmediaciones de la Escuela Nº 12, en Pringles y Carlos Pellegrini. El damnificado, había concurrido a la E.P. junto a otro alumno y al salir del establecimiento para regresar a sus casas, fueron sorprendidos por el muchacho de 16 años, quien circulaba en una bicicleta color naranja.

Tras amenazarlo verbalmente, le sustrajo al chico de 12 años el teléfono celular, una gorra y otras pertenencias, tras lo cual el marginal escapó del lugar en su biciclo, sin que aún se lo haya podido identificar.

Por otro lado, la zona de Pueblo Nuevo, es predilecta para los delincuentes pero en el horario nocturno.


Dominio de los motochorros


La actividad de los motochorros ya es preponderante en este tipo de delito. Según una muestra tomada por Democracia en 48 hechos registrados en el último año, en 31 de 48 casos, es decir en las dos terceras partes, los delincuentes eligieron la moto para movilizarse y escapar del lugar del hecho.

A diferencia de lo que ocurre en Capital Federal y el conurbano bonaerense en donde los ladrones eligen las motos tipo enduro y de alta cilindrada, en Junín, a los delincuentes les alcanza con los scooters de 110 cc. Así y todo, logran fugarse de la policía sin problemas.

A fin de año pasado, un alto funcionario municipal había revelado a Democracia que en nuestra ciudad se producen al menos tres arrebatos diarios, entre los que se denuncian y los que pasan a integrar la llamada estadística “negra” (los casos que no son denunciados en las dependencias policiales).

Las víctimas suelen ser mujeres y adultos mayores. Las carteras parecen ser uno de los elementos más fáciles para robar, al menos por la cantidad de casos registrados.

Al no contar con transporte de colectivos, muchas mujeres eligen la moto para transportarse al trabajo, al centro comercial o llevar a sus hijos a la escuela. Y a diferencia de otros lugares, son varios los casos en los que los ladrones atacaron a mujeres que manejaban rodados, empujándolas y haciéndolas caer en un semáforo o, más peligroso aún, durante la marcha.

Muchas de ellas sufrieron heridas y debieron ser hospitalizadas luego del robo. Ejemplo de ello, es un caso registrado el 7 de septiembre pasado en Aparicio y Julio Campos, cuando malvivientes le quitaron la cartera a una mujer, la hicieron caer del rodado y debió ser asistida por un médico de la empresa de emergencias Intermed como consecuencia de politraumatismos. Dos días más tarde, otra mujer que circulaba en motocicleta en los alrededores a la cancha de Sarmiento fue víctima de un hecho similar.

Otro hecho de parecidas características tuvo lugar en Libertad y Roque Sáenz Peña donde dos motochorros abordaron a una mujer que circulaba a bordo de otro scooter y le robaron la cartera luego de que la víctima cayera al pavimento.

Cabe destacar que cuando fue lanzada la Agencia Municipal de Seguridad Vial, los controles de tránsito se volvieron más estrictos y con mayor presencia en la calle de inspectores. Y junto al trabajo realizado con la policía hubo una gran cantidad de motos denunciadas como robadas y secuestradas, y una baja temporal en la cantidad de arrebatos. Ahora, esos controles disminuyeron y las calles parecen haberse vuelto “tierra de motochorros”.

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