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CARLOS “EL TATA” BALDOMIR

Fama, caída y nueva vida del ex campeón del mundo

Lo tuvo todo. La fama y el juego lo llevaron por el mal camino. Perdió la familia y quedó poco más que en la vía. En Junín encontró el remanso para encaminarse de nuevo en la vida.

Carlos “El Tata” Baldomir nació el 30 de abril de 1971 en Barrio Los Hornos de la ciudad de Santa Fe, en la provincia homónima, ex boxeador argentino y campeón del mundo (2006) de peso welter del Consejo Mundial de Boxeo. Fue pupilo de Amílcar Brusa. En 2010 obtuvo el Premio Konex - Diploma al Mérito como uno de los 5 mejores boxeadores de la década en Argentina. Radicado en Junín, tiene un gimnasio de actividades físicas donde el epicentro es el boxeo.
“Yo empecé a ir al gimnasio a los catorce y mi primera pelea la tuve a los dieciséis. En ese momento nadie te daba bolilla. No es como ahora el boxeo que a los diez años ya están arriba del ring. Antes a los 14 había que remarla porque hasta que cumplieras 16 no te dejaban pelear.
Cuando yo arranqué a hacer guantes tenía encima dos años de gimnasio. Por eso gané mi primer pelea por nocaut en el primer round. Ahí empezó la carrera amateur en Santa Fe Capital.
Había en ese entonces unos cinco gimnasios que practicaban box. Yo arranqué con el Mono Martínez, después me fui con José Lemos a los 18 que era pupilo de Amilcar Brusa del tiempo de Monzón. Hasta ser campeón mundial llegué con Lemos y Brusa.
En febrero del ´93 hice mi primera pelea profesional, me acuerdo porque nació mi primer hijo. El año pasado cumplí 30 años en el profesionalismo que fue justo cuando me retiré.
Yo llegué a 36 peleas profesionales con 9 perdidas, 6 empates y dos veces peleé por el título Argentino. Con estos pocos en el  pergaminos no podés ser campeón del mundo nunca porque si nunca ganaste un   título acá, menos a nivel mundial.
Esto fue lo raro de mi carrera. A partir del ´99 comienza una etapa muy buena en Europa porque ya en el ´98 había peleado por un título internacional que ni sabía lo que era, en Sudáfrica. Esa pelea la había ganado y me dieron empate, pero me dieron otra chance por el título.  Hice seis o siete defensas en Europa por el título internacional. Del número treinta salté al veinte, después al doce, al diez, al cinco y después me pregunté por qué no pelear por un título mundial.
Me propuse eso hasta que me fui a EEUU en 2002 donde me quedé con Amilcar Brusa. Hice seis peleas allá, no venía nunca la chance mundial, me volví a Santa Fe, salté nuevamente a Europa donde volví a ganar y ahí me llamó el Consejo Mundial de Boxeo. Me ofrecen una eliminatoria y si la ganaba peleaba contra un mexicano. El Consejo Mundial es de México. El referée era mexicano. El que organizaba era Don King y dijo que ponía un rival para ganar. No me quedó otra que pelear para poner nocaut al rival. No pude pero, le pegué una paliza bárbara ganándole todos los rounds. Fue en mayo de 2005.
Ahí me dieron la chance de pelear contra Zab Judah. El tema era que este boxeador tenía tres títulos en su poder. Un buen boxeador, zurdo, rápido ¿cómo le gano?.
Me vuelvo a la Argentina y en julio nuevamente parto hacia EE.UU. para preparar la pelea por el título mundial. La pelea en principio iba en septiembre. En agosto me dicen que la pasaron para noviembre. Me quedo dos meses más y llegamos a octubre donde nuevamente nos avisan que la pasaron a enero de 2006. Fueron seis meses en EE.UU. donde estuve estudiando video por video cómo entrarle a Judah, sus puntos débiles, cómo era en los primeros rounds que si no te noqueaba del 1 al 4 se cansaba y comenzaba a disparar. Ahí pude sacar una idea acabada y en enero peleamos.
Le gané por puntos y me quedé con el título mundial. Hasta ahora están repitiendo la pelea en algunos canales de cable. Peleamos en el Madison Square Garden de Nueva York, un templo histórico del boxeo”.

La panacea

“Hice mucha plata. Ganar el título en los EE.UU. me significaron 100 mil dólares. Pero en la primera defensa agarré un millón y medio de dólares a los cuatro meses. Era increíble como fui sumando. En la eliminatoria fueron 12 mil dólares en mayo.
Después de ganarle a Arturo Gatti, HBO me paga otro millón y medio para la revancha porque querían que Arturo Gatti fuera campeón nuevamente. Como a mi no me conocía nadie y que había ganado de casualidad ellos pensaron que Gatti podía ser campeón otra vez. Era muy taquillero, vendía muchísimo el Pay Per View. Allá pagan sesenta dólares por casa para ver el boxeo y recaudaban entre treinta y cuarenta millones con cada palea de este boxeador. Por eso me ofrecieron un millón y medio, para que yo no me negara y que sea campeón Gatti.  Pero yo les dije que se lo iba a noquear.
Once mil setencientas personas en el Atlantic City y le gano a Arturo Gatti en el noveno round. Antes de bajar del ring pedí a Floyd Mayweather . Pero Mayweather  y Sugar habían firmado un contrato por el título del mundo donde uno cobraba ocho y el otro cuatro millones. Pero Sugar primero debía defender el título con- migo. Tuvo que pelear y le gané, pero me dieron cien mil. Ellos después pelearon y yo debía enfrentar a May-weather donde se hablaba de seis millones de dólares la bolsa. Pero nunca llegó esa pelea.
Después la fama y la plata te marean un poco. Yo pensé que a los 35 años y siendo campeón mundial no me iba a pasar eso. Pero pasás a ser una persona importante, te invitan a eventos, inauguraciones, cumpleaños, festejos importantes. Así me la pasaba de lunes a lunes de farra a la noche. Ahí empecé a salir y mi mujer no me podía seguir el ritmo. Entonces me decía: Andate solo.  Cuando me soltó comencé a no volver o a llegar al otro día de vuelta a casa. Eso me llevó al divorcio. Tenía 20 años de casado  perdí 4 hijos. Perdí la mitad de las propiedades que tenía, se las dejé a mis hijos y la otra parte a mi ex mujer. Le dejé plata guardada en EE.UU. a mis hijos.
Después se me dio por el juego. Ahí perdí mucho dinero. Llegué a perder hasta cincuenta o sesenta mil pesos en una noche que ocho años atrás era mucho dinero. Como yo sabía que mis hijos estaban asegurados por la plata en EE.UU. no me importaba nada. Gastaba y gastaba hasta que se me terminó”.

Presente

“Hoy Dios te hace vivir el presente y que no todo es la plata y la fama. Hay otras cosas que tienen mejores valores. Volví a recuperar una familia, tengo un chiquito de ocho meses que se llama León. Estoy con Laura Rolla. Tengo un buen trabajo. Empecé a hacer boxeo. Como promotor me va bien. Ahora voy a comenzar a llevar boxeadores a Europa porque conozco cómo es el negocio allá. Y vamos a empezar a ganar prestigio y plata. Quiero tener un campeón dentro de cinco años o un poco más. Pero quiero que sea de Junín. Ese es el proyecto, estoy trabajando para eso. Acá vienen en total 90 personas a hacer actividad física, pero tengo alrededor de 20 boxeadores. Desde que abrí el gimnasio no me puedo quejar. Siempre tengo gente nueva, estoy en un lugar muy bueno, el gimnasio es de primera y siempre con gente. Son nueve horas corridas y me está yendo bien. No vivo con la fortuna de antes pero estoy tranquilo, no me falta nada”. 

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