Uno de chico no piensa en que algún día va a lograr cosas importantes. Se va a jugar, a divertirse. Lo único que había en mi época era el fútbol. No había computadora, televisión, nada. Era salir de la escuela y a jugar al fútbol hasta que la luz del día dijera basta.
Yo dejé de jugar al fútbol a los 25 años con tres cirugías de rodilla encima. Ya siendo profesor de Eduación física trabajé en todas las divisiones inferiores, fui técnico también en la primera local, después me fui con el Chulo como ayudante de campo, volví a Sarmiento y ahí me largué solo.
Terminamos la primer ronda primeros y a mediados del campeonato hubo algunos inconvenientes que es acá donde el entrenador sabe cuándo tiene que dar un paso al costado. No hay que ser egoísta y hay que pensar en otras cosas antes que uno mismo.
Yo siempre digo que el único que sabe cuándo es el momento es el entrenador. La gente puede opinar, pero el técnico íntimamente lo sabe. Después el tiempo dirá si estaba equivocado o no.
Anteriormente, en el otro ascenso era muy difícil. Un campeonato perdido que estaba casi ganado, agarramos las últimas cinco fechas. Se tuvieron que ir muchos jugadores porque venía un proceso muy negativo. Sarmiento último en la “B” metro y tuvimos que armar un equipo totalmente nuevo que fue campeón, que sumó 80 puntos y que fue el comienzo de esto que vivimos hoy en día. Vino Flores, Bresan, Tucker, Andrizzi, Abila, Cuevas, Garnier. Algunos ya no están, pero fueron importantes.
Nosotros le teníamos fe al equipo porque la mayoría de los jugadores los habíamos traído nosotros. Si bien había arrancado mal en el campeonato había cinco ascensos disponibles que no era tan descabellado lograrlo.
Se perdieron muchos puntos, el equipo no había podido ganar, no tenía goles. Sin embargo los resultados nos ayudaron, nosotros conocíamos los jugadores y se fue creando una química que nos llevó a sumar muchos puntos con una segunda rueda muy buena.
El equipo apareció en el sprint final. Dominamos equipos con un presupuesto enorme, con grandes partidos como el de Crucero allá y el de Atlético acá. Le ganamos a Unión acá, el mejor equipo del torneo, y empatamos allá.
Nosotros íbamos paso a paso. Pero cuando le ganamos a Santamarina en Tandil y se dieron un par de resultados quedamos muy cerca. Ahí ya vislumbramos que con un esfuercito más lo cerrábamos.
Lo quisimos cerrar acá con Crucero y no pudimos hacerlo con nuestra gente, pero se dio en Santa Fe de la Veracruz.
Por ahí uno planifica una cosa y te sale otra. Acá contra Crucero teníamos todo, hicimos un buen partido pero no lo liquidamos. Ellos en una contra nos empataron y prolongamos el festejo una semana más. La cancha de Unión es extremadamente difícil pero felizmente lo logramos.
Una lástima el festejo final. Es una cuestión pendiente de todos los que estamos involucrados en el fútbol. Pasa también por una cuestión de educación. No se puede festejar así. Que el jugador en su festejo no pueda dar la vuelta tranquilo es un disparate. Hasta lesionaron un jugador de Unión por ir a quitarle la ropa.
Videos
“Todo el mundo mira videos. Nosotros tenemos una modalidad de trabajo que corregimos mucho con los videos nuestros en forma individual y grupal. Después sobre el rival vemos los puntos fuertes y los débiles para que el jugador tenga información.
Si son correcciones primero se habla y después se lleva a la cancha en las prácticas para que el jugador fije posiciones.
Yo corro al lado del jugador porque vivo el entrenamiento de esta manera. Otros serán más pasivos. Yo disfruto entrenando. Nos ponemos bien cuando las cosas salen como las planificamos y nos calentamos cuando salen mal. Pero esto es así en todos lados.
Ojo que yo soy la cara visible y por eso me llevo los elogios. Pero el cuerpo técnico que tengo es muy bueno. Son tipos muy preparados, muy competitivos, están siempre pendientes que no se escape nada. Hay cosas que yo no veo y ellos me las apuntan. Los escucho mucho. Si bien la decisión final es mía, nunca dejo de recepcionar una idea, otra opinión, porque yo no tengo la verdad absoluta. Ellos saben que cuando me tienen que contradecir deben hacerlo con total libertad. Sería caprichoso hacer todo lo que quiero hacer. Muchas veces hacemos lo que yo no pensaba hacer.
La “A”
“Un gran desafío. Difícil pero no imposible. El mismo compromiso que cuando subimos a la “B” Nacional. Vamos a tratar de consolidarlo a Sarmiento en la categoría. Nunca se había podido sostener en la “B” Nacional porque subía y bajaba al año siguiente. Lo pudimos estabilizar.
Ahora el objetivo principal es que Sarmiento pueda hacer pie en la categoría “A”.
Respecto a los jugadores la gente tiene razón. Un equipo que tenga un arquero, un dos, un cinco y un nueve fuertes es un plantel sólido. Esa es la columna vertebral. No es que lo otro no tenga importancia pero es una línea vertical del equipo que si uno tiene buen material te da una solidez importante en el arranque, después hay que jugar.
El armado del equipo es lo más importante y lo que generalmente no se ve. El fútbol no es la suma sino la combinación. Que los jugadores se puedan asociar bien. Hay valores que juntos rinde y que con otro al lado no tanto. Eso es importante encontrarlo rápido.
Yo no sé en cuánto puedo armar ésto. En el torneo anterior fue muy rápido y los resultados estuvieron a la vista. Pero se debió a que conocíamos los jugadores de antemano.
Fervor
“Yo percibo el mismo fervor que presiente la gente en la calle, los dirigentes, los periodistas. Yo vivo en la ciudad como todos. Está bien que pase ésto. Es el campeonato de primera división del país sub campeón del mundo. Entonces lo tenemos al alcance de la mano. Si no ¿quién debería venir a jugar? ¿el Milan?.
Yo creo que la gente de Junín como muchísima de la zona toma conciencia de ésto y se va formando una efervescencia donde todos quieren venir a ver los mejores equipos. Esto es saludable.
Pasa lo mismo con el básquet donde los dos equipos están en primera y viene Regatas, Peñarol, Obras y son los mejores”. <
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