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ACTOR Y DIRECTOR LOCAL CON UNA DESTACADA TRAYECTORIA

Horacio Jáuregui: “Lo que a mí me salvó fue el teatro”

Trabajó en numerosas obras. Fue uno de los impulsores del centro cultural La Fábrica. Desde hace varios años tiene a su cargo el ciclo Vecinos a Escena. A partir de su versatilidad, actualmente está haciendo drama y Stand-up.

Horacio Jáuregui nació en Villa Cañás. Con apenas cinco años, vino a Junín por una semana a visitar a sus tíos, pero le gustó tanto este lugar que se quedó a vivir.
Hizo la primaria en la Escuela Nº 1 y la secundaria en el Colegio Nacional.
“Mi tío tenía negocios del ramo de la gastronomía y yo siempre participé con alguna tarea”, cuenta.
Cuando terminó su escolaridad se fue a La Plata. Estudió Física durante un año y medio, luego probó con Geología, Letras, Magisterio, hasta que la muerte de su tío hizo que regresara a Junín.
Por entonces tenía 23 años.

Cronista y preceptor

Acá volvió a trabajar en el negocio familiar, pero al tiempo entró en el periódico Semanario. Si bien se había presentado porque necesitaban gente para vender publicidad, lo tomaron como redactor.
“Yo siempre fui un gran lector –recuerda– principalmente de cuentos, aunque también novelas. Y siempre tuve la pretensión de escribir”.
Según dice, la experiencia en Semanario fue muy rica. Permaneció más de dos años, hasta el cierre del periódico, y luego de un fugaz paso por la radio, decidió parar. “Por cuestiones personales yo me sentía agotado, necesitaba tomarme un tiempo”, comenta.
Editó la revista “Contacto con Junín” y más adelante ingresó como preceptor del Colegio Nacional. Jáuregui señala que fue entonces cuando quiso estudiar algo relacionado con la docencia y luego de evaluar alternativas, vio que sus horarios le permitían cursar en la Escuela de Teatro. Y se anotó.

Actor

Horacio vio que en la Escuela de Teatro se podía “manejar con soltura”, aunque “había muchos chicos” y él “ya tenía 28 años”.
Y en tercer año de la carrera, sintió un impulso renovador: “Trabajamos con Carlos Lagos, un profesor de Buenos Aires que me hizo ver que el teatro era mucho más que lo que habíamos visto hasta ahí y que yo podía tener otro compromiso porque el teatro es una actividad que te define. Ahí dije que esto no lo dejaba nunca más”.
Con ese nuevo brío, terminó el magisterio.

La Fábrica

Con un grupo de compañeros de la Escuela de Teatro alquilaron “un galpón” en donde erigieron el centro cultural La Fábrica. Un subsidio de la municipalidad les permitió pagar la renta los tres primeros meses y trabajaron intensamente para poner el lugar en condiciones.
“La idea –explica Jaúregui– era tener un lugar para producir obras, talleres y demás”.
El lugar empezó a hacerse conocido y fue un “espacio abierto”, que sumó más gente y actividades: “Al final había cinco grupos de teatro, una biblioteca que se llamaba El Potroso, una sala de plástica cuyo nombre era Ángulo Norte, hacíamos recitales, presentaciones de libros, y mucho más”.
Para Jáuregui, “el lugar era mágico, había ahí un halo de misterio, con un tamaño que daba la posibilidad de hacer lo que uno quisiera. Fue una sumatoria que hizo que aquel que iba, quisiera volver. Era un lugar de encuentro”.
Ese proyecto duró cinco años.

Post - Fábrica

Cuando se terminó La Fábrica, Jáuregui armó un pequeño teatro en la Peña Don Félix. Ahí hizo un unipersonal que se llamaba “Pluma de ganso”.
Al tiempo, debió dejar de hacerlo y aunque ya estaba trabajando en la municipalidad, sintió que se “había quedado vacío, que no tenía nada nuevo para ofrecer”.
Fue así como decidió tomarse seis meses, que se extendieron a dos años y medio.

Vecinos a Escena

En la municipalidad ganó el concurso Proteatro y entró como director. Al año siguiente hizo un taller y luego empezó con Vecinos a Escena, un proyecto al que Horacio define como “un espacio para el vecino que tiene ganas de hacer teatro, que tal vez siempre quiso hacerlo y nunca pudo, y que se mezclan con alguna gente que sí tiene experiencia”.
Para Jáuregui, la importancia de esta iniciativa fue que pudo vincularse “con otra gente, con otro público”, y amplía: “Me empecé a relacionar con otros ámbitos de la cultura juninense al que no estaba acostumbrado. Al que yo mismo en algún momento despreciaba, de alguna manera, porque antes nosotros creíamos que éramos mejores que el resto. Y tal vez lo éramos, pero el problema está en creerse eso”.
Con todo, sostiene que “trabajar con esa gente que supuestamente no era tan buena como yo, fue lo que me terminó salvando”.
Hoy en día, Vecinos a Escena es un proyecto que “está muy instalado, consolidado y con muy buenas perspectivas para el año próximo”.

Actualidad


En la actualidad, Jáuregui está haciendo un ciclo de Stand-up junto a Ariel Casas, Alejandro de Miguel y Sergio Pérez Volpin.
Además, actúa en la obra Cámara lenta, dirigida por Casas.
Con todo, al momento de repasar su conexión con el teatro, Jáuregui enfatiza: “Tengo una relación muy fuerte con el teatro, porque en los momentos de la vida en los que uno siente que perdió todo, le queda el teatro. Lo que a mí me salvó fue el teatro. Yo voy a un lugar en donde no hay nada de nada y puedo hacer teatro, porque lo llevo dentro de mí”.

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