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JUAN CANGELOSI

El dueño de la canasta

Nació en Argentino de Junín. Hizo todas las inferiores. Pasó por distintos clubes de la Liga Nacional y llegó a jugar en el Drac Inca de Mallorca, España. Tras volver a la entidad Turca completó la friolera suma de 2.303 goles en 248 partidos disputados exclusivamente en la Liga.

Nací en Mercedes, provincia de Buenos Aires.  A los cinco años me vine a vivir con mis abuelos a Junín. Fue en 1985 y mi tía me llevó enseguida a jugar al básquetbol al club Argentino. Me acuerdo que justo coincidió con el inicio de la escuela primaria. Me mandaron a la escuela número uno y después, en el secundario, fui tres años al Normal e hice dos años en el colegio Nacional.
Fui a jugar al fútbol al Club Jorge Newbery, me acuerdo que me llevó Matías Huarte porque él hacía los dos deportes. Se habían ilusionado con un defensor "grandote" pero no era lo mío. No era apto para el fútbol y todavía nos reimos cuando nos acordamos, yo tenía unos catorce años pero no era apto para jugar a la pelota con los pies.
Igualmente nunca había dejado de jugar  al básquet porque ya sentía pasión por este deporte que hoy en día sigo jugando.
Con las inferiores de Argentino, la camada de Pablo Martínez, Matías y el Colo Huarte, mi primo y un montón más, con el Rata Samperi como entrenador, ganamos todas las categorías.
La última competición juntos fue la primer Liga Provincial de Juveniles que estaba Cristian Márquez donde ganamos la etapa Provincial, luego fuimos a un cuadrangular Nacional donde estaban Estudiantes de Santa Rosa, Estudiantes de Bahía Blanca, Independiente de Zárate y Quilmes de Mar del Plata.
Posteriormente ganamos la licitación en Junín y vinieron en semifinales Estudiantes de Santa Rosa, Ferro Carril Oeste y El Progreso de Río Negro. Eso se jugó en Argentino y quedamos afuera tras perder contra Ferro Carril Oeste y Estudiantes de Santa Rosa que eran equipos que tenían jugadores que intercalaban con la Liga.

Profesionalismo
Participé de todos los procesos de ascensos encadenados. Inclusive llegué a jugar cuando estaba el León Biurrun. Después vino Cristian Márquez, se ascendió a la Liga Nacional "C", luego la Liga Nacional "B" y el TNA. Tuve la suerte de jugar  algunos minutitos en todas las categorías y cerca de los 18 años Adrián Capelli me dio la posibilidad de formar parte del equipo como mayor. El primer año como mayor en el TNA ascendemos y tuve la suerte de jugar la  Liga Nacional "A". Hice dos años. A partir de ahí comenzó mi carrera por distintos clubes. Me fui a Ciclista un año, luego arreglé en Europa con el Drac Inca de Mallorca (LEB, España), me vine a Central Entrerriano de Gualeguaychú, Estudiantes de Bahía Blanca y Quilmes de Mar del Plata como último club antes de volver a Argentino.
Cuando llegué a Junín hice un año en la Liga Nacional, tuvimos la mala suerte de descender, pero al otro año volvimos a subir y hasta el día de hoy estoy muy contento de darle todo a Argentino. Gracia a Dios al club le va muy bien.

Sudamericanas
Tanto para el club como para mi fue la primera vez que jugamos la Liga Sudamericana y con mucho sacrificio la pudimos repetir por segundo año consecutivo. Fue increíble porque a los 31 años uno no espera seguir sorprendiéndose con estas cosas, pero son situaciones que la vida te regala. El equipo el año anterior  había sido formado como para mantener la categoría y nos encontramos con un quinto puesto y al año siguiente nos seguimos sorprendiendo con un cuarto lugar y tuvimos una Sudamericana muy buena. No se dio llegar a la final por muy poco, pero ambos fueron dos grandes torneos.
La gente se había ilusionado en la cancha de Obras Sanitarias. Boca, que clasificó finalmente, nos ganó por la mínima diferencia y estaba para cualquiera.  Lamentablemente no se nos dio pero estamos muy orgullosos y contentos del resultado que hemos obtenido. Argentino siempre forma los equipos lo mejor que puede y se sacrifica muchísimo para poder competir. Fue muy meritorio.

Seguidilla
El año pasado sucedió lo mismo. La sumatoria de partidos te va agotando. Se deja de entrenar porque no parás de jugar, tenés partidos día por medio y hay cosas que no se pueden corregir en los partidos en sí. Hay que adaptarse. Estamos tratando de llegar de la mejor manera posible a este breve período de descanso de fin de año para poder estar en igualdad de condiciones con el resto de los equipos. Yo sé que la gente se entusiasma con la Sudamericana del año que viene. Estaría buenísimo. Hemos probado un dulce que no queremos dejar. Ojalá se nos dé.
Pero  por lo que estamos viendo ahora, estamos cerca de jugar el Súper 8. Tenemos un solo partido más de local, pero si ganamos un par de juegos se nos puede dar.

Vieja lesión
En realidad no está quebrado el dedo gordo del pie izquierdo. Yo de chico me fracturé y estuvo mal curado.  No fui al médico, lo tratamos con mi abuela a la vieja usanza, con agua y sal. El dedo soldó solo y con esta sobrecarga de partidos me duele demasiado. Igual hicimos un buen vendaje con el kinesiólogo Juan Pablo Molteno que me está permitiendo jugar.

2303
Una gran satisfacción haber pasado los dos mil trescientos goles con la camiseta de Argentino. Muy contento por la cifra y ojalá se pueda seguir incrementando.
El mensaje final para la gente es que nos siga apoyando. Los chicos nuevos entendieron lo que es el club, lo que hace para poder competir a este nivel. Acá no se recibe plata fácil de ningún lado. Todo se hace a pulmón. Los chicos tratan de aportar su granito de arena y saben que realmente les sirve a ellos como jugadores y a la entidad. 

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