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PIDEN LA CONSTRUCCIÓN DE UN ACUEDUCTO

Resurge el reclamo por el nivel de arsénico en el agua de la Región

En pleno debate por el presupuesto bonaerense para 2015, el bloque de diputados del FAP solicitó que se incluya la obra de la cañería de 1200 kilómetros desde el Río Paraná que abarca a 23 partidos. En algunos municipios reparten botellones con agua apta para consumo.

El nivel de arsénico en el agua en los distritos del noroeste bonaerense volvió a ser motivo de polémica. Esta vez, el debate resurgió en la legislatura bonaerense a partir de un pedido del diputado del bloque Frente Amplio Progresista (FAP)  por Rivadavia Abel Buil, quien solicitó que se incluya la obra del acueducto del Río Paraná.
Ese emprendimiento fue desarrollado en conjunto por la Universidad Nacional de La Plata y el Ministerio de Infraestructura de la Provincia durante 2010 y 2011.
La iniciativa alcanza a los partidos de Florentino Ameghino, General Pinto, General Viamonte, General Villegas, Hipólito Irigoyen, Junín, Leandro N. Alem, Lincoln, Nueve De Julio, Pehuajó, Pellegrini, Pergamino, Rivadavia, Rojas, Salliqueló, San Nicolás, Carlos Casares, Carlos Tejedor, Guaminí, Daireaux, Trenque Lauquen y Tres Lomas.
El problema del arsénico obligó a varios municipios y a la empresa Aguas Bonaerenses S.A. a repartir, ya sea por iniciativa propia u orden judicial, botellones con líquido apto para beber.
Esa medida ya se implementa en Nueve de Julio, Alberti, Lincoln, Rivadavia,  San Nicolás, entre otros.
El intendente de Rivadavia, Sergio Buil, hermano del diputado bonaerense por el FAP que realizó el pedido en la legislatura afirmó que el distrito se encuentra “complicado” en función al máximo permitido de 0,01 miligramos por litro de la Organización Mundial de la Salud (OMS). No obstante, aclaró que dentro de la reglamentación vigente de 0,05 en la Provincia de Buenos Aires se encuentran dentro de la norma.
“Tenemos agua corriente para bañarnos, pero para tomar y hacer la comida tenemos una planta de ósmosis inversa y se reparten bidones  de agua potabilizada casa por casa”, dijo Buil, quien además explicó que en esa zona “el agua tiene bastantes problemas de sales, un gusto muy feo”.
Sobre el acueducto, el jefe comunal de Rivadavia afirmó que en 2010 durante un encuentro del Consorcio de Desarrollo del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires (Codenoba) y la Universidad Nacional de Trenque Lauquen plantearon la necesidad de resolver el problema del agua potable a la entonces ministra de Infraestructura Cristina Álvarez Rodríguez.
“El año pasado fue presentado al Ministerio el proyecto del acueducto para toda la zona noroeste de Buenos Aires. Está hecho. El tema es lo que implica la inversión”, dijo. En ese sentido, Buil explicó que lo que se pidió en Diputados fue “que se empiece a considerar en el presupuesto la realización del acueducto”.
“Para nosotros es un tema muy importante. Y en la línea de Pehuajó - Carlos Casares, ahí hay problemas que creo que son mas fuertes. Nueve de Julio también tiene”, dijo.
En cuanto al programa de reparto de agua embotellada para beber y cocinar, el mandatario afirmó que “se considera una cantidad de litros por componente de la familia. No es lo mismo una unipersonal que si son matrimonio y tres hijos. Pasados  los litros asignados, se cobra. Hace un año se empezó a cobrar un poquito por lo que implicaba”, comentó.
“Termina siendo mucho más barato que comprar agua mineral y hay gente que consume más que lo determinado que es el común”, dijo.

En Lincoln

Lincoln es otro de los distritos a los que este tema no le es indiferente. Hace poco concejales linqueños pidieron que los legisladores de la provincia de Buenos Aires sancionen con premura la ley que exhorta a disminuir el arsénico en el agua.
Los ediles recordaron que en 2008 “la Cámara de Apelación en lo Contencioso Administrativo de San Nicolás obligó a Aguas Bonaerenses S. A. a suministrar en forma gratuita agua potable en bidones a toda persona o entidad de Lincoln que lo solicite, ya que debido a una serie de estudios se comprobó que el agua que brinda la compañía no es apta para el consumo humano”. Dicho fallo fue ratificado por la Corte Suprema de la Nación el año pasado.
En diálogo con Democracia, el intendente de ese partido, Jorge Fernández, afirmó que en la actualidad se lleva adelante un programa destinado a lactantes y adultos mayores a 70 años.
De todos modos, Fernández criticó el pedido del bloque de diputados del FAP para la construcción del acueducto y tildó a la maniobra como una “cuestión electoralista”.
“No quieren decir la verdad porque el arsénico es algo que está en la tierra. Es fácil protestar por las cosas que uno no conoce. La champagna francesa también lo tiene. No es una cosa que se pueda eludir”, dijo.
“No digo que no sea una cuestión a tener en cuenta, pero si las cañerías de agua algunas tienen entre 90 y 110 años tienen más nitritos y nitratos que arsénico”, afirmó el jefe comunal.
“Yo me crié con una bomba y tomo agua de la canilla. Estas son aguas filtradas. ¿Dónde existen más bacterias, en el agua de red o al ponerla en el plástico del dispenser?”, se preguntó.
“La gran problemática es por los nitratos y nitritos de las cañerías. Lincoln es una ciudad de las primeras que tuvo agua corriente. Debe tener 115 años. Hay que cambiar el tendido de red de cloacas. ¿Por qué no discutimos ese tipo de cosas?”, señaló.
Fernández dijo que están trabajando con Absa para tratar de resolver el problema pero dijo que “queda mejor lo demás”, en referencia al acueducto.
“Es una cuestión electoralista”, aseguró.

En Chacabuco

Cabe destacar que el proyecto del acueducto aún no contempla a Chacabuco, donde este año se conoció un estudio de la Universidad de Buenos Aires (UBA) en la que se revela que la cantidad de arsénico en el agua es superior a la permitida por el Código Alimentario Argentino, que establece como parámetro máximo 0,05 miligramos por litro.
Esos estudios se realizaron a través de una solicitud efectuada el 23 de noviembre de 2011 por el Juzgado Civil y Comercial Nº 3 del Departamento Judicial de Junín, en el marco de la causa “Décima, Graciela y otros c/ Ingredion S.A”.
“En las muestras de agua de pozo, presentaron concentraciones entre 0,033 y 0,128 y las de red entre 0,056 y 0,071 mg/l”, afirmaron los investigadores de la institución académica.

En Junín

En cuanto a Junín, el intendente Mario Meoni dijo hace un par de meses que la situación del arsénico en el agua se encuentra “estabilizada”.
En 2009, el máximo tribunal bonaerense había condenado a la Municipalidad de Junín por suministrar agua con alto contenido de ese compuesto químico y le había ordenado ajustar la prestación de acuerdo con los niveles de calidad establecidos por el Código Alimentario Argentino. 

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