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UN ENCUENTRO CON ALUMNOS DE DISTINTAS CIUDADES

Universitarios de la región apuestan al potencial del noroeste bonaerense

Reunidos por Democracia, estudiantes de diferentes localidades y carreras destacaron las posibilidades de inserción que ofrece esta zona. Sin desconocer las dificultades del mercado laboral, consideran que podrán desarrollarse sin necesidad de migrar.

Desde la creación de la Unnoba, la ciudad se vio inundada por jóvenes de distintas ciudades, que vienen a formarse en la educación superior, persiguiendo sueños de convertirse en profesionales.
La mayoría eligió a Junín como lugar para estudiar a partir de la imposibilidad de buscar horizontes más lejanos o por las dificultades para adaptarse a la vida en las grandes ciudades.
No obstante, a casi doce años de la apertura oficial de la Unnoba, muchos de los que llegan de otras localidades ven a la región con potencial para trabajar, y se alejan los anhelos de migrar a las grandes urbes para alcanzar un desarrollo profesional.
Aún con las limitaciones que impone lo regional, los jóvenes ven una perspectiva de crecimiento en su territorio. Así lo hizo saber un grupo de ocho estudiantes de distintos distritos, que fueron reunidos por Democracia.

La universidad cerca


Los estudiantes suelen optar por la Unnoba por una cuestión de cercanía. A partir de eso, en ocasiones no tienen la posibilidad de elegir exactamente lo que quieren estudiar, sino que deben optar entre las alternativas que presenta esta universidad.
Así lo confirma Martina Benedetto, oriunda de Bragado: “Yo me había ido a Buenos Aires a estudiar Recursos Humanos porque era lo que quería hacer, pero no me gustó vivir allá, entonces decidí venir a Junín y elegir entre las posibilidades que tenía acá”. Acá se inclinó por la carrera de Contador Público.
Algo similar a lo que les ocurrió a las chacabuquenses Ana Clara Díaz y Magalí Olivetto. La primera de ellas pensaba irse a Rosario a estudiar Farmacia, pero surgió “un inconveniente” que le impidió ir. En tanto, Magalí quería seguir Ingeniería Química, que se estudia en La Plata, pero como sus hermanas ya estaban estudiando acá, debió venir ella también. Hoy, ambas están cursando Ingeniería en Alimentos.
No obstante, tanto ellas como otros alumnos destacan que “el nivel académico es similar” a otras universidades.
Agostina Pereyra, de Teodelina, reafirma esto con un ejemplo: “Tengo una amiga que estudia Contador Público en Rosario y compartimos el material” de algunas asignaturas.
Asimismo, destacan que muchos profesores de otras universidades, como la de La Plata, también dan clases acá.
“Creo que la Unnoba está al mismo nivel académico que otras universidades”, remarca Joaquín Licera, de Lincoln, que estudia para contador, al tiempo que agrega: “Además, al ser una universidad chica y tener una matrícula reducida, tenemos otras ventajas, como tener cursos no tan concurridos y un contacto más cercano con el profesor”.

Potencialidad de la región

Los estudiantes entrevistados por Democracia coinciden que hay un potencial interesante en la región para su desarrollo profesional.
Aún con las limitaciones que pueda tener el hecho de no estar en una gran ciudad, los jóvenes creen que en esta zona hay mucho por hacer.
“El potencial de la región es muy grande, hay muchas posibilidades, principalmente en la agroindustria; Chivilcoy, por ejemplo, tiene un Parque Industrial muy grande”, sostiene el chivilcoyano Enzo Bianchi, futuro ingeniero mecánico.
Del mismo modo, Ana Luz Cárdenas, de Los Toldos, cree que podrá ejercer en esta región cuando se reciba de licenciada en Administración: “Yo confío en que vamos a tener posibilidades. Si no es acá, será en otro lugar, pero creo que la región brinda oportunidades. En lo posible me gustaría quedarme en Junín, siempre me gustó esta ciudad y quisiera trabajar acá”.
Algo similar a lo que piensa Agostina, que está trabajando en la universidad en el área de Normas ISO y descubrió que le resulta muy interesante. “Me gusta Junín –agrega– me quedaría porque creo que acá hay un potencial interesante, sobre todo en el tema de las normas ISO, porque es algo que no está muy explotado”.
Los futuros contadores públicos saben que las expectativas no son las mismas, ya que se trata de una carrera tradicional, donde el campo laboral está más saturado.
Sin embargo, sin perder las esperanzas, concuerdan en que les gustaría empezar trabajando en relación de dependencia para aprender bien los pormenores de la profesión, y luego sí hacer su propio camino.

El futuro

De cara al futuro, la chacabuquense y estudiante para contador público Cindy Banega sostiene: “Donde salga trabajo, ahí voy a ir, ya sea en Chacabuco, en Junín o en otro lado. Creo que en la actualidad hay mucha gente buscando trabajo y eso por ahí nos baja un poco las expectativas, pero es posible que sea la época. Quiero terminar de cursar para ver qué es lo que más me gusta y después especializarme en eso”.
Joaquín quisiera quedarse en Junín, ya que ve que la mayoría de sus compañeros “se van a volver”, por lo que intuye que “la ciudad se va a llenar de profesionales”. En ese marco, cree que en Junín “hay otras posibilidades”. No obstante, cree que deberá “anexar un posgrado u otra formación” que le dé “alguna ventaja a la hora de buscar trabajo”.
Magalí y Ana Clara piensan desarrollarse como ingenieras en Alimentos en su ciudad, Chacabuco: “Ahí tenemos muchas industrias relacionadas con los alimentos, molinos y fábricas en donde podríamos trabajar”. 

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